jueves, 28 de julio de 2011

DE BAJO VUELO

Arrancó la versión invernal de la Copa AeroSur con un clásico paceño mediocre, en el que The Strongest que acertó al comienzo y festejó al final.
El equipo atigrado tuvo mejores intenciones a la hora de jugar, intentando asociarse para tratar de imponer condiciones, lo logró pocas veces, pero aún así, terminó dejando una mejor imagen en el estadio Félix Capriles.
Por momentos corrió mucho y pensó poco, le faltó un poco de pausa y menos aceleración, para de esa manera darle un mejor destino a la pelota. Cuando aplicó la fórmula de pausa y pase sin mucho apuro, llegó el buen gol de Chumacero que valió el triunfo.
Bolívar, por su parte, conservó la imagen de campeón deslucido que no consigue sacarse de encima, a raíz del excesivo individualismo de algunos de sus jugadores y la insistencia de pelotazos divididos.
Se entiende la falta de rodaje, sin embargo, lo que cuesta aceptar es la tendencia al "ponchazo", que deriva en una falta de pulcritud. Pareciera que al cuadro celeste le afecta una especie de libertinaje futbolístico que termina generando un caos. El problema es de concepto y tiene que ver, al parecer, con los gustos del entrenador.
Ambos equipos tuvieron debutantes. Ninguno pudo pasar el examen. En Bolívar, a Castillo le falta fútbol y al colombiano Córdoba habrá que verlo de nuevo. Tiene buen porte, es rápido pero un tanto individualista.
En The Strongest, el chileno Chamagol González sufrió la falta de asistencia, aunque también se lo notó que le faltan partidos, y Escobar estuvo lejos del jugador peligroso de otras épocas. También habrá que esperarlo un poco.
Entre otras cosas negativas, la tendencia al juego brusco de Leonel Reyes, que recibió la tarjeta roja por un codazo alevoso a Lorgio Álvarez, y la mala intención de Flores, que debió ser expulsado por una acción similar en el primer tiempo, y no lo fue por la actitud contemplativa del árbitro Orozco, de deficiente labor.
Que la revancha tenga más altura, ya que esta vez, los paceños volaron bastante bajo.

VALEN UN PERÚ

La buena actuación de seleccionado peruano en la Copa América causó satisfacción en su país y dio lugar a ocurrencias como ponerle la foto de los considerados artífices del éxito incaico a billetes de diferente valor.
El rostro del director técnico técnico Sergio Markarián, el goleador Paolo Guerrero y  el destacado lateral volante Juan Vargas, aparece en billetes de 200, 100 y 50 soles.
Perú, que quedó en el tercer lugar tras golear Venezuela, venía de una serie de fracasos y hacía catorce años que no llegaba a semifinales.
Tiene dos títulos en su historial de Copa América, logrados en 1939 y 1975.





* Ilustraciones tomadas de kokocusco.blogspot.com/

lunes, 25 de julio de 2011

EL MAESTRO LLAMÓ A CLASES

El Maestro Óscar Washington Tabárez dio una lección de mesura y sentido común en la conferencia de prensa tras la consagración del seleccuionado de Uruguay.
En lugar de hablar de tácticas y estrategias, se refirió a cosas que tienen que ver con comportamientos, transmisión de valores y organización. 
Explicó que el buen momento que atraviesa el fútbol uruguayo se debe a la institucionalizacion de un proceso de selecciones, al trabajo en juveniles y generando en los jugadores una adhesión a la selección charrúa.
"En el complejo celeste, que es un orgullo nuestro, hay un corredor con unos posters que son todos del mismo color, el mismo formato, todos en blanco y negro, y cada poster ejemplifica un hecho en el que Uruguay fue primero en el mundo... (un dirigente uruguayo) creador de la CSF; ganador de la primera Copa América, inventor de la vuelta olímpica, dos veces campeón mundial, primer campeón sudamericano juvenil. Todo muchacho que llega al complejo pasa por ese corredor y ahí vamos formando una adhesión y un sentimiento hacia la selección que, por suerte, la vemos en toda selección juvenil que sale a competir, más allá de si juega bien o mal, que nos guste...".
Asimismo, indicó que se cambió la manera pensar, en darse cuenta que no siempre se puede ser campeón. "Por mucho tiempo mucha gente nos hizo creer que para Uruguay salir segundo era una afrenta, que éramos más hombres por haber nacido en determinado lado del río, todas cosas que cuando el futbolista iba a competir se encontraba que no tenían ningún sentido y no los ayudaba para nada". 
Tabárez, que asumió hace cinco años como entrenador del seleccionado uruguayo, rescata el hecho de que en su país se ha logrado "una profesionalización, pero no en el aspecto  económico, sino en la seriedad con que se debe trabajar, respetar los ciclos, las planificaciones; en ser modernos en eso, hay mucho acceso a la información, y nosotros trabajamos como una selección moderna, hacemos estudios y a veces sirven...por ejemplo, para ir al Mundial, los puntos fundamentales los ganamos en la altura, empatamos en La Paz, ganamos en Quito, cosas que eran o son muy difíciles, pero hay respaldo por la manera de trabajar". 
Como buen docente, destaca la importancia del comportamiento en la cancha, en el fair play, premio que, generosamente, recayó en sus dirigidos. "Me reconforta mucho porque nosotros trabajamos mucho, hacemos mucha prédica. No es necesario ganar el premio Fair Play, pero creo que hay que comportarse bien y no dejarse llevar por la impotencia, la desesperación a veces genera ese tipo de reacciones".
Agregó que "en la charla del entretiempo, la charla fue esa. Hicimos muchos foules y nos dieron tres amarillas. Nos olvidamos que estábamos jugando contra Paraguay, no contra nadie más. Nos podemos equivocar pero tratamos de dejar una imagen de corrección. Que tiene mucho que ver con el 'feeling' sobre todo de la gente joven con estos jugadores".
Tabárez tiene como una premisa "no decirle jamás a un futbolista lo que debe hacer, sino mostrarle cómo deben ser las cosas, tratando a todos por igual, esto no es un club de amigos, es una selección nacional".

domingo, 24 de julio de 2011

URUGUAY MANDA EN AMÉRICA

Uruguay volvió por sus fueros. Se consagró campeón de la Copa América y se convirtió en el país que más veces ganó el torneo sudamericano, con quince títulos, exponiendo lo que pocos tuvieron: sentido de equipo.
Derrotó en la final con claridad y merecimientos a un deslucido seleccionado de Paraguay que fue su antítesis, ya que llegó a esta instancia con una gran dosis de fortuna y muy poco fútbol.
Uruguay no fue un dechado de virtudes futbolísticas en un principio, le costó encontrarse con su juego, sin embargo, fue mejorando partido tras partido, y un base a una idea clara, simple, con sentido práctico y un notable espíritu solidario, fue avanzando hasta llegar a la final.
Clasificó con ciertas dificultades, luego dio el batacazo eliminando al anfitrión Argentina, mediante penales, en un encuentro en el que mostró su fortaleza anímica y futbolística, después dejó en el camino a Perú y se ganó un lugar en la final.
Curiosamente, una variante obligada en el inicio del certamen por la lesión de Cavani lo ayudó a crecer en solidez. La inclusión de un volante en lugar del atacante celeste, le cambió el dibujo táctico y le aportó mayor presencia. Forlán dejó de ser una especie de enlace y se acercó más a Luis Suárez, el jugador más importante por movilidad y efectividad.
Hoy, Uruguay fue siempre más que Paraguay cuando asumió la iniciativa en el partido. En determinado momento equivocó el camino, porque especuló con la ventaja mínima, cedió terreno, entró en el juego brusco y estuvo a punto de quedarse con uno menos. Pero volvió a tiempo a lo que le convenía y ganó con comodidad.
Uruguay terminó siendo más que el resto porque contó con un arquero sólido, una defensa firme, un mediocampo batallador y un par de delanteros que aparecieron en el momento oportuno. Salud, campeón.




miércoles, 20 de julio de 2011

ALTO, FLACO...

Alejandro Delorte es el nuevo refuerzo de Oriente Petrolero. Los dirigentes refineros lo trajeron con la esperanza de cubrir una plaza que quedó vacante hace un tiempo, la del delantero de área, con presencia en la zona de definición, y, ante todo, goleador.
Pero, ¿Delorte réune las características del atacante que querían los albiverdes? Es un jugador alto, mide casi dos metros (1.99 mts, para ser exactos); es flaco, tiene experiencia (34 años), jugó en Argentina (Olimpo, Gimnasia y esgrima de La Plata y Argentinos Juniors), Uruguay (Peñarol), Italia (Brescia, serie B), Grecia (Aris Salonica) y Venezuela (Deportivo Táchira); sin embargo, tiene pocos goles en su haber: 57 en 239 partidos.
Pese a no ser un jugador de gran efectividad, destacó en Olimpo y pasó por varios equipos. Es un delantero  zurdo, que baja a buscar la pelota y de buen dominio. No es un gran cabeceador, pero es difícil de controlar en las pelotas detenidas por su estatura. La velocidad no es su fuerte, aunque tampoco es lento.
Es un atacante interesante, que puede dar buenos dividendos si en Oriente saben explotar sus cualidades futbolísticas.

domingo, 17 de julio de 2011

SE MIRA Y NO SE TOCA

Argentina quedó en el camino, por lo tanto no podrá conquistar por decimoquinta vez la Copa América. Asimismo, no consiguió poner fin a su sequía de éxitos que se alargó a dieciocho años. El último logro se remonta a 1993, cuando se consagró en Ecuador.
Uruguay, en cambio, sí tiene la posibilidad de romper la paridad rioplatense de catorce títulos cada uno, como pudo desequilibrar la estadística, sumando un triunfo más a su haber en los duelos de este clásico sudamericano. 
Los charrúas, que aguantaron con uno menos buena parte del encuentro y no bajaron la guardia en ningún momento pese a la presión de los argentinos, suman ahora catorce triunfos contra trece de los albicelestes, gracias a su victoria por penales.
Argentina cuenta con una constelación de estrellas, con Lionel Messi como la más grande y luminosa de ellas, sin embargo no pudo imponer su calidad porque no contó con un equipo que potencie a sus individualidades, quedando a expensas de lo que pudiesen hacer sus solistas.
Caso raro el de los argentinos. Tienen a los mejores jugadores del continente, especialmente de mediocampo hacia adelante, pero no eligen al entrenador más destacado para que dirija a su seleccionado.
En otras épocas, era el entrenador del momento quien se hacía cargo del equipo albiceleste, al parecer, ahora no importan la trayectoria ni los méritos para dirigir a los anfitriones de la Copa América, y está pagando un precio alto por ello.
Uruguay, con su espíritu guerrero, se encargó de poner fin a la campaña de Argentina, que arrancó como gran candidato del torneo y terminó eliminada antes de tiempo a pesar de la categoría y el esfuerzo de Messi.
Otra vez, como desde hace un tiempo, para Argentina, la copa, se mira y no se toca.

sábado, 16 de julio de 2011

COSAS DEL FÚTBOL

En el fútbol no hay términos medios. Cuando a un equipo le va mal, por lo general, no hay piedad a la hora de las críticas. Y cuando las cosas salen bien, todo lo contrario. Ni qué se diga cuando se trata del seleccionado nacional.
El hincha se ubica en los extremos. En la derrota o fracaso, como la decepción los inunda, les nubla la razón y aplican todo el rigor a la hora de la crítica. No se aceptan argumentos ni razones.
Cuando se pierde, pareciera que todo es malo y nada es bueno, aunque no siempre es así.
En los momentos de éxito, así sea de manera inesperada, pasan de la desesperanza a la euforia, del pesimismo al exitismo, de la desilusión a la esperanza desmedida, casi sin límites. Se olvidan de lo que somos, despegan los pies de la tierra y sueñan hasta que la realidad los despierta, por lo general, con un duro golpe.
Saco a relucir el tema a raíz de un descomedido comentario de un lector del blog a un post anterior relacionado con lo que, para mí, dejó como saldo la participación boliviana en la Copa América.
Cuando uno no cae en el facilismo de hacer leña del árbol caído y trata de no dejarse llevar por las emociones, algunos creen que falta rigor en la crítica, que es un servil de la estructura dirigencial considerada culpable de los fracasos, que forma parte de lo que consideran un periodismo mediocre.
Nada más alejado de la realidad. Creo que justamente la mediocridad es la que lleva a actuar a ciertos individuos como un eufórico personaje de tribuna, como un inquisidor que se cree dueño de la verdad, exitista, oportunista, difamador, en lugar de hacerlo como un analista serio y honesto, que separa la paja del trigo.
Los que leen este blog y conocen mi trayectoria periodística, saben de lo que hablo. Me podré equivocar muchas veces, ya que nadie es dueño de la verdad, pero mi hosnestidad está a la vista.

martes, 12 de julio de 2011

LA BASE ESTÁ

Si los equipos se arman de atrás para adelante, como sostienen muchos entrenadores, Bolivia tiene por donde empezar a edificar un nuevo equipo en esta etapa preparatoria para afrontar las eliminatorias del Mundial de Brasil 2014.
Es que si algo rescatable tuvo el seleccionado boliviano en la Copa América fue la zaga titular, tomando en cuenta también al arquero como parte de una estructura defensiva. 
Carlos Arias, Lorgio Álvarez, Ronald Raldes, Ronald Rivero y Luis Gutiérrez mostraron solidez y apuntalaron a un equipo que no cuenta con la misma firmeza en el mediocampo y sufre por su anemia ofensiva.
Arias aportó seguridad y serenidad. Se lo vio mucho más maduro. Además, en Israel lo obligaron a bajar varios kilos y eso le permite estar más ágil.
Álvarez recuperó la memoria como lateral, fue más marcador, algo que había perdido en los últimos años. Le sienta mejor el lateral derecho que el izquierdo, aunque haya jugado mucho tiempo por esa banda, por cuestión de perfil, ya que es diestro.
Raldes volvió a ser el zaguero firme de otras épocas. Su experiencia y solvencia ayudan a acomodar mejor la defensa, a ordenar al resto.
Rivero actuó con aplomo y orden. Rindió mucho más de lo que rinde en Bolívar, lo mismo que Lorgio Álvarez.
Gutiérrez fue el lateral fuerte y expeditivo de siempre. Hoy por hoy es más lateral que central. No quepa duda. Además, ¿cuánto tiempo jugó de defensor central en su equipo? Muy poco, casi nada.
La zaga no estuvo exenta de errores, es cierto, pero tuvo un desempeño más que aceptable en líneas generales, y puede mejorar con un poco más de trabajo y partidos de práctica.
El mediocampo es uno de los mayores problemas. Sus volantes de recuperación y obstrucción se desordenan mucho, les falta aplomo, se equivocan demasiado con la pelota. Les sobra voluntad pero carecen de prestancia en un sector vital del juego.
Los mediocampistas que realizan la tarea de ida y vuelta, cuando se opta por el dibujo de cuatro volantes, no imponen presencia, son muy "livianos", se desgastan rápido, por lo tanto terminan ayudando poco en la recuperación y aportando casi nada en ataque, convirtiendo el sector en una zona débil, demasiado frágil.
Asimismo, a la selección nacional le falta mayor agresividad y efectividad a la hora de encarar hacia el arco rival. Su ofensiva es casi nula porque ataca con poca gente, genera pocas situaciones de gol, el grado de aprovechamiento de las situaciones es muy bajo, los atacantes no son resolutivos, demoran mucho con la pelota en la zona de definición, y se tornan previsibles.
Por lo menos, así la vimos en esta Copa América, en el empate con Argentina y en las derrotas ante Costa Rica y Colombia.
Bolivia, entonces, tiene por donde empezar para afrontar las eliminatorias. La defensa está. Queda por encontrar el resto para contar con un equipo mucho más sólido. No será fácil porque valores no sobran. Sin embargo, algo es algo, peor es nada.

lunes, 11 de julio de 2011

TODO SIGUE IGUAL

Bolivia volvió a perder, esta vez ante Colombia, y quedó al margen de la Copa América en la primera fase, como tantas otras veces. 
Es la quinta vez, en forma consecutiva, que pega la vuelta temprano. En 1997 fue la última ocasión que pasó la primera ronda, cuando ofició de anfitrión y perdió la final ante Brasil.
Los números se encargan de reflejar las penurias de nuestro fútbol desde hace catorce años. Desde que cayó ante Brasil, no disfrutó nunca más una victoria en la Copa América. La última se remonta al 25 de junio del 97, frente a México (3-1). Sólo derrotas y empates se registran desde aquella vez.
Aquel 97 Bolivia ascendió al puesto 24 del controvertido ranking FIFA. De ahí en más, no paró de bajar. En 2007 llegó al puesto 108, hoy se encuentra en el 93. Debajo de sus rivales del grupo: Argentina ocupa el puesto 10, Colombia el 54 y Costa Rica el 55.
En consecuencia, pegar el grito al cielo por una nueva frustración resulta un absurdo. No existen razones que nos permitan creer que la situación cambiará de la noche a la mañana. Sin embargo, lo hacemos una y otra vez. Como ahora, tras caer ante Colombia.
La Copa América es un espejo que refleja nuestra imagen, lo que somos, aunque no nos guste, o nos entusiasmemos con un resultado inesperado como el logrando frente a Argentina, y, de pronto, nos embriaguemos de exitismo e ilusión, y creamos que estamos para ganarle a cualquiera.
Los equipos débiles como el nuestro, que requieren de mucho trabajo y formación, podrán lograr algún resultado alentador de vez en cuando, jugarán bien por momentos, pero sumarán muchas más derrotas que resultados positivos.
Bolivia sigue igual que antes, por muchas razones. Por eso creo que ilusionarse fue una cosa de ingenuos.

viernes, 8 de julio de 2011

LA MANTA CORTA

Bolivia intentó ser más ofensiva, y lo fue, pero acabó desprotegiéndose un poco en su línea media y lo pagó caro, ya que le costó la derrota ante Costa Rica.
Por eso Gustavo Quinteros se la jugó sacando a Joselito a Vaca e incluir en su lugar a Juan Carlos Arce, ubicando a Edivaldo como volante por derecha y al Conejo como acompañante de Martins.
El equipo boliviano ganó en velocidad y un poco en profundidad, pero se debilitó en el mediocampo a la hora de obstruir y cortar el juego, no pudo mantenerse firme por la fragilidad de Campos y Edivaldo, y la inestabiilidad de Flores y Robles.
No era una idea descabellada la de Quinteros, prueba de ello es que Bolivia jugó mejor que Costa Rica el primer tiempo y en el comienzo del complemento, incluso tuvo la posibilidad de asegurar el partido, pero confrontó el problema de la falta de definición.
En el afán de ir al frente se descuidó en defensa, no realizó un buen escalonamiento defensivo para evitar la salida rápida del rival, que contaba con delanteros hábiles y veloces, uno en especial (Campbell), la encontaron mal parada y se vino el desmoronamiento defensivo.
Bolivia careció de precisión, agresividad y determinación, demorar un poco menos, cuando llegó a la zona de definición, y le faltó oficio e inteligencia en la zona de contención, en los momentos claves del encuentro.
Fue víctima de la manta corta... por cubrirse la cabeza se destapó los pies. Es decir, por buscar los goles en el arco contrario, los recibió en el propio. Así es el fútbol, muchas veces.

UN GOLPE A LA ILUSIÓN

Bolivia como antes, como siempre. Ayer no pudo acabar con la repetida historia de promesas y traiciones que la persigue en la Copa América.
De la gran alegría generada con su empate ante Argentina pasó a la decepción generalizada tras su caída frente a Costa Rica, y quedó al borde de la eliminación en primera fase, como tantas otras veces.
Bolivia no jugó mal, por momentos lo hizo bastante bien, incluso fue superior a su rival en buena parte del encuentro, pero acabó siendo víctima de sus inveterables males, que no son otros que la falta de contundencia y su inconsistencia en la tarea de contención. 
Dejó pasar un par de chances claras y después no pudo contener el veloz contragolpe costarricense. De estar cerca del gol pasó a estar en desventaja y no lo pudo asimilar porque, acto seguido, se quedó con uno menos por la expulsión de Rivero.
Ni la destacadísima actuación de Carlos Arias, que hasta atajó un penal, pudo impedir lo que parecía ser una injusticia y que terminó justificándose por el descontrol en el que cayó el seleccionado, prueba de ello que terminó con nueve jugadores por una dura falta de Flores.
El partido se dio como era previsible. Con Bolivia con chances para ganar por lo que había mostrado ante Argentina, pero a la vez con posibilidades de perder, porque Costa Rica contaba con jugadores muy rápidos de tres cuartos de cancha, donde la selección se resquebraja con facilidad.
No era un encuentro fácil, como muchos creían, sí "accesible", pero para ambos, ojo. Bolivia no logró sacar ventaja cuando pudo y debió hacerlo, en cambio Costa Rica, que tuvo menos momentos favorables, sí lo hizo.
La derrota marchitó la ilusión, pero Bolivia todavía tiene todo en su manos: está obligada a ganarle a Colombia para seguir en carrera y acabar con los tragos amargos que le viene deparando la Copa.

jueves, 7 de julio de 2011

LOS JUJEÑOS NACIONALES

Bolivia enfrenta esta tarde a Costa Rica en San Salvador de Jujuy, un lugar que estuvo ligado a los afectos futbolísticos bolivianos durante un buen tiempo.
Esa relación afectiva se generó en la década de los años 60 y 70, por la gran cantidad de jugadores surgidos de esta región que nutrieron a los clubes y al seleccionado nacional.
De acá emigraron e hicieron historia en Bolivia grandes futbolistas como Mario Rojas, Raúl Álvarez y René Domingo Taritolay, entre los más destacados. 
Rojas (Bolívar y San José) era un caudillo del área, Álvarez (Universitario (LP), Bolívar, Ferroviario (SC), Universitario del Beni) un volante organizador, y Taritolay (Bolívar, Oriente Petrolero y Blooming) un mediocampista de gran técnica y visión de juego.
Rojas y Álvarez fueron valores fundamentales en la selección nacional que disputó la eliminatoria de 1969, y Taritolay formó parte del seleccionado que disputó el repechaje con Hungría, para el Mundial Argentina78. Rojas vistió varios años la casaca verde, incluso participó en la Copa América 1975.
Bolivia será local hoy en Jujuy. Se anticipa que el estadio 23 de agosto contará con una gran presencia de bolivianos que arribaron en las últimas horas y de aquellos que radican en el norte argentino.
Los diarios indican que 12.000 bolivianos adquirieron con anticipación su entrada. A ellos se sumarán los que llegan de zonas cercanas y alejadas, ya que no solo viajó gente que vive en Yacuiba o Tarija, también lo hicieron hinchas desde Santa Cruz y Oruro.
Si contra Argentina fueron minoría en el estadio de La Plata, esta tarde serán mayoría. Ojalá que la Selección también crezca y brinde una nueva alegría.

lunes, 4 de julio de 2011

ENTRE LÁGRIMAS Y ANÉCDOTAS

El vestuario boliviano era un mar de tranquilidad antes del debút, aunque para algunos, la procesión iba por dentro. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y allegados, aguardaban con expectativa la orden de salir a la cancha.
Antes de eso, apareció en el camarín en presidente Evo Morales para darles ánimo. Fue recibido con notoria efusividad por un acompañante de la delegación, que hasta hace poco fue presidente de un club que se considera el decano de la ACF. "Por poco le pone el saco al piso, como alfombra, para que camine por ahí", comentó aquel allegado al seleccionado que vivió de cerca los entretelones del vestuario boliviano y los palcos.
Entre otras cosas, dice que Evo les dijo a los futbolistas que el fútbol era algo muy importante para el país, "cómo será que cada vez que iba  a haber bloqueos, si había partido de fútbol, se suspendía..".
El presidente estuvo unos minutos y abandonó el vestuario para ubicarse en el palco principal, juntoa representantes del gobierno argentino, dirigentes de la Conmebol y la AFA. Abandonó el estadio poco antes del pitazo final.
Una vez concluido el partido, en el camarín reinaba la tranquilidad, aunque con marcada emoción y alegría en algunos, por el empate con sabor a victoria.
Marcelo Martins era la excepción.  Fue uno de los que más corrió, uno de los más luchó, pero también uno de los que más lloró, de bronca, por haber desaprovechado lo que pudo haber sido el triunfo de Bolivia ante Argentina.
Costaba consolarlo. Todo el que pasaba por su lado le daba unas palabras de aliento en el intento de que no se sintiese culpable por no haber convertido en gol ese mano a mano con el arquro Romero.
"No sabes cómo estaba, hermano. Inconsolable", nos comentaba nuestro "informante", el mismo que lo vio sufrir a Carlos Bilardo toda la noche y lo escuchó "putear" a Julio Grondona cuando abandonaba el hermoso estadio de La Plata.
Al parecer, el mandamás del fútbol argentino reaccionó de esa manera cuandoi algunos de sus colaboradores le hablaron de un supuesto mal planteamiento albiceleste. "Pero, la puta madre, cuántas veces les dije que ya no existen rivales fáciles".
En ese instante llegó el ascensor y no quedó nadie en la zona de los palcos.

BASTA DE EXCESOS

Bolivia hizo un buen partido y punto. Tampoco es para entrar en el exitismo desmedido y empezar a pintar proezas, a tomar el empate con Argentina como una cuestión de honor patrio, y a hacer creer que se empieza refundar el fútbol boliviano.
El periodismo boliviano cae muy fácilmente en los extremos de considerar a los jugadores ídolos y héroes cuando se logra un resultado favorable, y villanos indeseables cuando las cosas no salen bien. Acabemos con eso de proezas y hazañas cada vez que se consigue un empate.
Esto es fútbol y hay que tomarlo como tal. Se gana, se empata y se pierde. No hay por qué dramatizar las cosas, ni dejarse ganar por las emociones desmedidas, porque corremos el riesgo de alejarnos de la realidad.
El empate es un buen resultado, sin duda, porque se enfrentaba a la Argentina y sus grandes individualidades, y porque Bolivia venía de mal en peor en los últimos tiempos. Por lo tanto, el resultado es saludable.
Pero así como el resultado es saludable, desde mi punto de vista, lo es más la actuación, el comportamiento del equipo boliviano en este partido, porque mostró funcionamiento colectivo, seguridad, un plan definido y convicción. Tuvo cara de equipo, que no es poco.
El mérito es de Gustavo Quinteros que impuso un orden, otorgó roles, dio responsabilidades, impuso tareas, para evitar dispersiones, un mal que persigue al futbolista boliviano. Todo esto dio como resultado un equipo solidario y disciplinado.
Aunque habrá que mejorar en la zona de contención, donde Robles y Flores, en especial, derrochan voluntad pero se equivocan bastante con la pelota en la salida (no tienen manejo y la retienen demasiado) y no siempre presionan donde y como hay que hacerlo.
Asimismo, Joselito tendrá que participar más, si no es uno menos; lo mismo que Jasmani Campos,quien por momentos desaparece de la brega y el equipo lo necesita más comprometido.
Bolivia empezó bien, pero tampoco invita a soñar como sostiene de manera exagerada uno de los diarios nacionales. Apenas jugó un partido. Hay que ir de a poco, ver cómo se comporta en el próximo. Este es un proceso que recién empieza y tiene un largo camino por recorrer.
Lo importante es que Quinteros lo sabe y mantiene los pies en la tierra.


LE HIZO UN LÍO

El cara a cara entre Lionel Messi y Ronald Raldes quedó registrada en los diarios, en las imágenes de televisión y en la mente de todo el mundo.
No se mostraron como buenos amigos, al contrario, y tampoco parecían decirse cosas cariñosas, obviamente, tras disputar una pelota cerca del área boliviana. Raldes le puso todo el cuerpo e impidió que el mejor jugador del orbe llegase al gol.
A Messi no le gustó nada la forma, lícita, en la que el Raldes lo desplazó, y reaccionó con un empujón que provocó la respuesta del zaguero boliviano, y el posterior "face to face" que dio vuelta la tierra, o, por lo menos, América.
¿Y a vos quién te conoce, boliviano?, dicen que le dijo el jugador más caro del planeta y figura estelar del Barcelona de España al defensor de Colón de Santa Fe que cotiza varios dígitos menos en el mercado mundial.
El defensor cruceño no se quedó callado, como se vio, y, entre otras cosas, le habría mandado saludos a la madre de "La Pulga", según nos comentó una persona muy allegada a la delegación que conversó con Raldes al final del partido.
La reacción de Messi era una muestra del estado de ánimo de los jugadores argentinos, fastidiosos, molestos, porque las cosas no les salían bien, en gran medida porque Bolivia se encargaba de ello.
Messi, admirado y elogiado en todas partes, y también en Bolivia, desdibujó su imagen ante el público boliviano que lo tenía como un jugador, humilde, sencillo, y no como un patán y sobrador. 
Aunque tampoco es para tanto, son cosas del fútbol, calenturas del momento.

LA PLATA HACE LA FELICIDAD

Bolivia y su humildad le hicieron frente a Argentina y sus millones y festejó un merecido empate en la ciudad de La Plata, en la puesta en marcha de la Copa América. 
El entusiasmo, la solidaridad y  el orden del seleccionado nacional le pusieron freno a la suficiencia, el individualismo y desorganización del anfitrión del viejo certamen en el hermoso estadio de La Plata.
Bolivia mostró siempre un sentido de equipo, con jugadores que trataron de cumplir al pie de la letra su papel en el buen libreto elaborado por Gustavo Quinteros, basado en la disciplina táctica, la concentración y la entrega, de principio a fin, para no otorgar ventajas a un rival que en los papeles era superior.
De esa manera incomodó a Argentina, la obligó a sacar a relucir argumentos futbolísticos que finalmente no expuso, y la dejó librada a la inspiración de individualidades de gran valor en el mercado mundial que terminaron fuera de sí al sentirse impotentes por no poder resolver los problemas causados por un adversario inferior.
Así, los centavos empezaron a tener igual valor que los millones, la voluntad se equiparaba al talento, la solidaridad al individualismo, la humildad a la vanidad, y el deseo de triunfar le hacía frente al complejo de superioridad.
El pato de la boda se fue convirtiendo en un gallito de riña atrevido, peleador, respondón, que adquirió fortaleza y seguridad conforme pasaron los minutos y el plan le daba resultados porque estaba bien ejecutado.
Bolivia se hizo fuerte en la tranquilidad de Arias, la determinación de los defensores, la voluntad de Martins, el sacrificio de Robles y Flores (por momentos con más errores que aciertos) y las ganas de Edivaldo, y la estructura se mantuvo firme hasta el final.
Edivaldo se encargó de poner fin a las obviedades, los lugares comunes, la "lógica", los facilismos, utilizados antes del partido al hablar de lo que sucedería en el partido. Enmudeció con su taquito e hizo más gélida, para los argentinos, la fría noche platense.
Argentina fue una constelación de estrellas apagadas.apenas tuvo algunos luceros intermitentes que no alcanzaron a iluminarla. Hasta que ingresó Agüero e igualó gracias a su gran categoría.
Bolivia rompió los pronósticos, evitó la goleada que presagiaban muchos, y acabó dándole la razón a aquellos que sostienen que La Plata hace la felicidad.