lunes, 31 de octubre de 2011

GOLPE DE GRACIA

Oriente golpeó duro dos veces y en el momento justo. De esa manera se quedó con el clásico cruceño, se afianzó en el tope de posiciones de su serie y dejó a Blooming al borde de la eliminación.
El partido estaba para el empate luego de dos etapas en las que no abundaron las situaciones de gol y en las que el trámite no tuvo un dominador claro. Pero el que no pierde la ambición por lo general tiene su recompensa.
Meleán, que no había tenido una buena noche, se convirtió en el héroe albiverde al anotar un lindo gol. El fútbol es así. Te da y te quita. Esta vez el joven volante tuvo el premio que muchas veces se le negó pese a jugar bien.
Una semana redonda e inolvidable para el volante nacido en Miami, Estados Unidos: ganó el clásico, fue el artífice del triunfo y fue convocado por primera vez a la Selección nacional.
Oriente empezó a inclinar el partido a su favor al finalizar la primera parte, cuando Mojica sorprendió a Galarza con un tiro libre de larga distancia. Fue un remate colocado pero anunciado, que el golero celeste no supo resolver, desnudando sus limitaciones en el juego aéreo.
Blooming levantó un poco en el complemento, arriesgó más, llegó al empate, perdió un par de chances que le pudieron dar el triunfo pero al final otorgó las licencias que siempre ofrece, se quedó con las manos vacías y un futuro lleno de problemas.

EL DOMADOR DE TIGRES

Bolívar le hace la vida imposible a The Strongest. Se ha convertido en su peor pesadilla. Lo amarga siempre. Sucedió el sábado, en la primera rueda, en el torneo pasado...como de costumbre.
Esta vez la academia lo madrugó aprovechando un error garrafal de la zaga atigrada en el primer minuto de juego y lo liquidó con una obra maestra del uruguayo Ferreira, su valor de mayor jerarquía, que le dio brillo al triunfo con una tijera espectacular que sepultó las aspiraciones atigradas.
En realidad, Bolívar se da modos para domar al Tigre, que en la previa siempre se muestra peligroso. Pero de una u otra forma, con destellos de calidad y un alto aprovechamiento de los yerros ajenos, disimula su deficiente juego colectivo y lo liquida.
A The Strongest no le alcanza con la voluntad de Nelvin Soliz (hoy su jugador más destacado), el esfuerzo de Escobar y la veteranía de Reyes. Es que defiende mal y carece de delanteros que pesen en el área contraria.
Bolívar demostró una vez más que está por encima de The Strongest, por eso su paternidad va en aumento. Los números reflejan esa realidad: de los 180 clásicos que llevan disputados en la Liga, Bolívar ganó 77, The Strongest 43 y empataron 60.

jueves, 27 de octubre de 2011

ENTRADA DE PUEBLO

Aurora empezó bien y terminó de la peor manera la Copa Sudamericana. No le alcanzó con el entusiasmo y le dijo adiós al torneo como casi siempre lo hacen los representativos bolivianos, vapuleados.
Vasco da Gama fue el verdugo implacable del cuadro cochabambino. Aprovechó todas las flaquezas defensivas de su rival y algunos destellos de calidad de sus jugadores para conseguir una goleada con marcador inusual (8-3) que le otorgó el pase a cuartos.
El equipo del Pueblo intentó jugar sin complejos, pelear el partido lejos de su área y no perder de vista el arco contrario. Lo consiguió por momentos, hasta llegó a sorprender con el empate transitorio en los primeros veinte minutos, pero sus defectos pudieron más que sus virtudes.
Vasco no es un gran equipo ni tiene el estilo sutil de los grandes cuadros brasileños, es torpe en sus desplazamientos y defiende mal, sin embargo, cada vez que se lo propuso llegó al gol y ganó con facilidad, obteniendo la suficiente diferencia para seguir en carrera.
La expulsión de Gonzalo Galindo inició la debacle de los celestes, tras la igualdad lograda por Andaveris. Alecsandro puso al frente al Vasco nuevamente con dos goles y todo fue diferente de ahí en más.
Aurora se expuso como el guerrero que sale al encuentro de un adversario superior, sin protección alguna, con el riesgo de morir acribillado. Y así le fue. Trató de mantenerse de pie hasta el final, apelando a su orgullo y acabó de rodillas, destruido.

martes, 25 de octubre de 2011

CON B DE BOLIVIANO

El Nacional B boliviano sigue su marcha a paso de tortuga y con más defectos que virtudes. Recién llegó a su fin la primera rueda, con algunas sorpresas y una paridad que le permite mantener cierto interés, aunque sin generar demasiada expectativa. 
Wilstermann, Destroyers, favoritos a priori, no la tienen fácil. Se encontraron dos desconocidos como Flamengo de Sucre y Petrolero de Yacuiba, el tarijeño García Ágreda, y otros con mayor tradición como Universidad de Santa Cruz y Enrique Happ, que les complicaron la primera rueda.
Wilster encabeza la serie B (11 puntos), seguido de cerca por Enrique Happ (10) y la U cruceña (9), en tanto que Destroyers comparte con Petrolero el segundo lugar en la serie A (10), que lidera Flamengo (11).
Los dos primeros de cada serie clasificarán a un cuadrangular que definirá quién asciende directamente a la Liga y los dos que disputarán el ascenso indirecto.
Algunos observan con razón la lentitud con que se desarrolla el certamen. La primera rueda duró tres meses, generando un adormecimiento en la afición y un mayor costo económico para los clubes. 
El público aún no responde como se esperaba. Llama la atención que el popular Wilstermann no convoque a su masiva hinchada y que Destroyers, pese al apoyo periodístico que tiene, tampoco cuente con un buen respaldo de los aficionados.
Habrá que someterlo a una evaluación en algún momento para perfeccionar la idea y corregir algunos errores para que la segunda versión sea mejor que la anterior y así sucesivamente. Sin embargo la sola iniciativa para empezar a cambiar vale la pena.
Un ejemplo. El Nacional B de Argentina que hoy es un éxito, no solo por la presencia de River Plate, fue mejorando de a poco. Se potenciaron los clubes, mejoraron los campos de juego y mejoró el nivel futbolístico, a tal punto que hoy los clubes de primera división se refuerzan con los de segunda, algo que no acontecía hace unos años, y aquellos que ascienden, juegan bien, se mantienen en la categoría y dan pelea.

lunes, 24 de octubre de 2011

EL EXORCISTA

Blooming aprovechó su visita a Guabirá para sacarse el diablo del cuerpo. Fue una especie de exorcismo para un equipo que no podía con su alma, como si estuviese aquejado por maleficios que le impedían encontrar la paz y el rumbo correcto.
Empujado por el propio Diablo rojo hacia un abismo futbolístico que parecía sin retorno, salió a La Caldera montereña dispuesto a sacarse del cuerpo los males, naturales o sobrenaturales, vaya uno a saber, que lo tenían (¿lo tienen?) como está, al borde del infierno.
No era un día fácil. Blooming no solo estaba aquejado por el mal momento de muchos jugadores, las falencias técnicas, los desaciertos tácticos, las flaquezas defensivas y la falta de gol. 
Por si fuera poco, también estaba presionado por las amenazas de un grupo que confunde el rol del hincha que apoya incondicionalmente con el de un ser violento que exige con prepotencia. 
En esa una situación límite, donde no cabía otra cosa que vencer porque el empate no servía de mucho, la academia consiguió escaparle, por lo menos momentáneamente, a esa especie de infierno.
Encomendado al argentino Boyero, su salvador en los momentos difíciles, pero que algunos ingratos creen con el ciclo cumplido, encaminó el vital triunfo que aseguró el colombiano Valdez con un tremendo cañonazo.
Segundo triunfo en siete encuentros y la posibilidad de mantenerse cerca del resto de los equipos de la serie A, con la chance de seguir disputando un lugar en la próxima fase.
Al diablo con los malos espíritus. Sin embargo, más vale que se encomiende a Dios porque el futuro aún es sombrío.

LOS GRANDES TAMBIÉN SUFREN

Bolívar y The Strongest empezaron a sufrir por sus deficiencias futbolísticas, sumaron un par de sinsabores en la semana y ahora tendrán que ganar un par de partidos para estar tranquilos.
Además, ambos demostraron que son tan vulnerables como cualquiera en este fútbol boliviano marcado por la irregularidad, en el que todo puede cambiar de una semana  a la otra, como ocurrió en esta oportunidad.
Bolívar tropezó dos veces de local. Le había empatado, injustamente, a Real Potosí entre semana, dilapidando la chance de asumir el liderazgo de la serie A, y el sábado perdió con Universitario, otro rival directo en la clasificación, que con su sorpresivo triunfo lo superó en la tabla.
Todo lo bueno que había mostrado Bolívar en el clásico paceño de la primera rueda terminó siendo un espejismo. La academia volvió a ser el equipo frágil, sin norte definido, que depende de la inspiración goleadora del uruguayo Ferreira.
The Strongest no pudo en días pasados con Nacional en Potosí, perdió por sus yerros defensivos, y ayer no pudo en el Hernando Siles con La Paz Fútbol Club, que le complicó la tarde y estuvo a punto de derrotarlo.
El Tigre, al igual que su rival de siempre, flaquea en todas sus líneas. Esta vez lo salvó la vitalidad de Nelvin Soliz, convertido en su mejor jugador.
La Paz FC, por su parte, ratificó la levantada evidenciada ante Real Mamoré, jugó bien, pudo ganar, convirtió un par de golazos y mantiene posibilidades de clasificación.

jueves, 20 de octubre de 2011

UNA VERGÜENZA

Aurora y Oriente pudieron ser protagonistas de un lindo partido y terminaron brindando un espectáculo lamentable, con cinco expulsados, y la victoria de los albiverdes en un segundo plano.
El mal comportamiento de los jugadores de Aurora, su intolerancia e irascibilidad, potenciado por el mal ejemplo de su entrenador, ante los fallos arbitrales, cambió el rumbo de un encuentro que prometía.
Sin embargo, el árbitro Everth Cuéllar fue considerado el culpable de todo. Dirigió bien el primer tiempo, actuando con determinación cuando correspondía, como en las expulsiones de Andaveris, Diomedes Peña y la de Julio Baldivieso.
Nervioso y desconcentrado, seguramente producto de la presión que recibía de todos lados, terminó perdiendo el control del partido en el segundo tiempo. 
Se equivocó al expulsar a Roberto Galindo por sacarse la camiseta (ameritaba amarilla), aunque para algunos la polera roja era una provocación a los auroristas por ser el color de su archirrival Wilstermann.
Además de un mal partido, con pasajes vergonzosos, hubo que soportar los constantes elogios del relator sobre la forma de ser de Baldivieso y los puntos de vista lejanos a la realidad de un ex jugador devenido en comentarista. 
"El es así, frontal", decía el relator justificando indirectamente que le diga "pirata" a su colega Ramaccioti, que corra enloquecido y descargue su furia contra el árbitro, y declare que todo está armado por los dirigentes de la Liga y la Federación para que Aurora pierda porque no lo tienen simpatía.
"El árbitro no tiene personalidad", señaló en determinado momento el comentarista después que el árbitro expulsara a Andaveris y Peña por haberlo insultado (se vio claramente en las imágenes de la televisión), cuando en realidad no le tembló el pulso al mostrar la tarjeta roja pese a que eran del cuadro local.
Hoy leo en un diario del interior que Cuéllar pecó por "exceso de autoridad", cuando en realidad hizo lo que manda la regla, expulsar a quien le falta el respeto al árbitro. Más bien creo que se quedó corto, ya que debió mostrarle la tarjeta a uno de los Zenteno, que entre otras cosas le dijo "cagón", de acuerdo a lo visto por tv.
El árbitro cometió errores, pero los grandes culpables del grotesco espectáculo fueron otros.

miércoles, 19 de octubre de 2011

EMPATE AGRIDULCE

A Guabirá y Universitario el empate les dejó el mismo sabor, algo agridulce, tomando en cuenta ciertos aspectos del partido.
El resultado acabó siendo positivo por un lado y negativo por otro, para ambos equipos, que necesitaban los puntos para acercarse a la clasificación. Incluso para Blooming, un tercero en discordia que había igualado el día antes con San José.
Para Guabirá, no fue muy buena la igualdad si se toma en cuenta que era local, pero si se repara en que estaba perdiendo y acabó rescatando un punto de los tres que se le estaban escabullendo, entonces puede darse por satisfecho.
Para Universitario, el empate tiene sabor amargo porque dejó escapar el triunfo pese a estar en ventaja dos veces, sin embargo, seguramente la sensación será distinta si se hace hincapié en que lo logró de visitante.
¿Qué pito toca Blooming en esta historia? Ninguno se le alejó demasiado ni aseguró un lugar en la próxima fase del Apertura. Por lo tanto, aún tiene posibilidades de estar entre los cuatro finalistas.
Ah! Lo de Guabirá es para destacar también porque no cobran casi nunca, pero suman seguido.

ASÍ CUALQUIERA

A Bolívar lo persigue el estigma de ser ayudado por los árbitros. Y anoche, ante Real Potosí, aumentaron las razones para que sus rivales sigan creyendo que le dan una mano cuando las cosas no andan bien en un partido.
El árbitro Gery Vargas es el culpable de que las sospechas aumenten en este sentido. Solo a él pudo ocurrírsele que hubo falta en el área potosina sobre Jhasmani Campos, un jugador empecinado en tirarse al piso en cada jugada, otorgándole la posibilidad a Bolívar de empatar un partido en el que era controlado y por momentos superado por su rival.
Lamentable la actuación de Vargas, quien no fue imparcial, al contrario, inclinó en todo momento la balanza hacia el dueño de casa, que apenas tuvo un par de chances para llegar al gol y en ningún momento hizo méritos para ganar.
Real Potosí fue mucho más sólido, trabajó mejor en conjunto y contó con varias oportunidades para marcar la diferencia. Entre el árbitro, los postes, el golero Argüello y las imprecisiones se encargaron de negarle el triunfo.
Pese a la igualdad, los potosinos se mantienen al frente de las posiciones de la serie A y con la clasificación en el bolsillo.

martes, 18 de octubre de 2011

ACADEMIA DEL MAL GUSTO

Blooming está cada vez está más lejos de su esencia futbolística, por eso sufre cuando sale a la cancha y le cuesta ganar, como anoche ante San José, ante quien apenas logró un empate que lo aleja de la clasificación a la segunda fase del Apertura.
Es que la academia, mote que se ganó por su juego vistoso y efectivo en sus inicios, cerró sus puertas hace tiempo. Hoy más bien se asemeja más a un instituto de la inefectividad y el mal gusto.
Anoche volvió a padecer por la falta de agresividad futbolística, por la carencia de jugadores desequilibrantes y la ausencia de convicción para llevar adelante un plan de juego que le permitan buscar el triunfo con determinación.
Blooming arrancó explotando bien el sector más débil de San José, el lateral izquierdo, atacó unas cuantas veces con peligro. Un cabezazo desviado de Boyero, un mano a mano desaprovechado por Molina y una acción propia del talento de un Limberg Gutiérrez de otros tiempos, en el primer tiempo, fueron las mejores opciones ante un rival que no atacó nunca.
Pero la otrora academia se fue diluyendo con el correr de los minutos de la primera etapa hasta caer en la intrascendencia y en la confusión que le genera el hecho de no contar con jugadores de buena elaboración de juego en el mediocampo.
Malvestiti es víctima del plantel mal armado que le dieron, es cierto, pero también es verdad que no aprovecha de buena forma lo que tiene, cae en los mismos errores que sus antecesores, se equivoca en las variantes, y que posterga a algunos que podrían darle a su equipo más juego (Navarro) y presencia en ataque (Oscar Díaz). Y así le va.
Creo que Gómez jugó mejor que el colombiano Valdez, impreciso en todas las entregas, sin embargo, el entrenador sacó al primero. Asimismo, desperdició un cambio sustituyendo un lateral por otro lateral (Verduguez por García), cuando ameritaba una variante más ofensiva para abrir la cancha y explotar mejor a los lungos atacantes (Boyero y Díaz, que ya estaba en el campo) en el último tramo del partido. Tampoco ensayó una variante posicional con Chávez que gravitaba poco por el sector izquierdo, en el intento de buscar soluciones.
Blooming volvió a mostrar el juego deslucido e improductivo de los últimos tiempos, porque la receta es la misma de antes. Si no cambia, seguirá pareciendo más un instituto del mal gusto que una academia del buen fútbol.

lunes, 17 de octubre de 2011

TIGRE MANSO

The Strongest no pudo con Nacional Potosí en el reinicio del fútbol liguero tras el receso por las eliminatorias. Fue el viernes en la Villa Imperial, por la última fecha de la primera rueda del Apertura.
El Tigre empezó ganando pero terminó perdiendo por sus gruesos errores defensivos, según las crónicas del encuentro, y de esa manera no pudo arrebatarle a Aurora la condición de líder de la Serie B, y quedó como escolta con un partido más.
Nacional le dio alcance a The Strongest en el segundo lugar y Oriente, que visitará el miércoles a Aurora, puede desbancarlos de conseguir una victoria en el Félix Capriles.
La jornada liguera, sexta de la primera rueda, continuará esta noche en Santa Cruz con el encuentro entre Blooming y San José, un duelo de necesitados. El que pierda pondrá en serio riesgo la clasificación a la próxima fase.
Mañana continuará esta larga fecha, con los partidos entre Bolívar y Real Potosí en La paz, y Guabirá con Universitario en Montero.
El miércoles se cierra la primera rueda con los cotejos que disputarán La Paz y Real Mamoré en la sede de Gobierno y Aurora con Oriente en Cochabamba.

domingo, 16 de octubre de 2011

UN FÚTBOL DE MENTIRA

El fútbol boliviano se ha convertido en una especie de escenario político donde existen un oficialismo y una oposición que terminan manejado discursos similares referidos a los cambios estructurales que hacen falta con urgencia, aunque en la práctica todo sigue igual desde hace mucho tiempo.
Todos critican el presente del fútbol de nuestro país pero nadie hace nada para cambiar la situación. Se quejan los dirigentes, se quejan los futbolistas, protestan los hinchas y también despotricamos los periodistas, casi al unísono.
Todos coinciden en que se trabaja mal en divisiones y por ende no hay promoción de jugadores, que el fútbol boliviano está sumergido en la mediocridad, que los clubes viven una crisis económica permanente, que las recaudaciones son cada vez más bajas, salvo raras excepciones, por los torneos poco atractivos, etc, etc. Sin embargo nadie toma medidas.
De un lado está el oficialismo, integrado por la cúpula dirigencial nacional y algunos dirigentes de clubes, partidario del cambio de boca para afuera, aunque en realidad se siente muy cómodo en esta especie de inercia que no lleva a ninguna parte.
Del otro se encuentra la oposición, conformada por quienes exigen que se modifiquen las anquilosadas estructuras para encontrar, supuestamente, el rumbo correcto. Este grupo se pronuncia cada vez que la Selección entra en crisis, pero todo no pasa de un simple "cacareo" que se diluye rápidamente.
Curiosamente, quienes forman parte de la actual dirigencia nacional llegaron a donde están con la misma intención de aquellos que hoy piden cambiar las estructuras consideradas no solamente obsoletas sino perjudiciales para el progreso de nuestro fútbol.
Asimismo, varios de aquellos que surgen en este momento como abanderados del cambio ya estuvieron en posiciones de privilegio y no llevaron a cabo ninguna medida que hoy exigen, como ser la famosa “reestructuración”.
El oficialismo se queja de la Selección, del tiempo que deben darle para su preparación y del perjuicio económico que les causa a los clubes, pese a que viven a expensas de lo que recauda el equipo nacional por la venta de sus derechos de televisión y de las recaudaciones.
Lamenta, a la vez, el bajo nivel de la competencia local y la falta de ingresos, pero, contradictoriamente, no buscan alternativas que permitan modificar la situación actual, al contrario, se empecinan en mantener las cosas como están.
La oposición, encabezada por el club Bolívar y apoyada por una minoría de clubes, critica la situación actual de nuestro fútbol y responsabiliza al oficialismo de la crisis al considerar que no busca soluciones, y pide que dé un paso al costado. 
Ahora, los futbolistas, representados por FABOL, se sumaron a los reclamos e hicieron oír su voz de protesta, al considerar que son las víctimas de la situación en que se encuentra nuestro fútbol, pero que siempre terminan siendo considerados los culpables de los fracasos.
Dudo de todos. Si realmente quisieran un cambio de verdad tomarían medidas de hecho. Los oficialistas podrían presentar un plan serio y coherente a implementarse cuanto antes, los opositores podrían amenazar con no participar en los torneos si no se lleva a cabo el cambio a corto plazo, y los futbolistas podrían para el fútbol si no se lleva a cabo la reestructuración de manera inmediata.
El fútbol boliviano ha vuelto a tocar fondo, como otras veces, y pide cambios a gritos. Cambios de verdad para dejar de ser una gran mentira.

miércoles, 12 de octubre de 2011

CADA VEZ PEOR

No entiendo a quienes dicen que ayer Bolivia jugó bien. Si lo de ayer ante Colombia no es jugar mal, entonces no entendemos nada de esto.
Si jugar bien es no pararse bien en la cancha, estar expuesto a que te hagan un gol en cada contragolpe, a que el arquero te salve en cada acción ofensiva del contrario, que el mediocampo no elabore juego y que lo atacantes no tengan chances de gol, algo debe andar mal en nosotros.
Al menos, tengo entendido que jugar bien al fútbol es manejar conceptos defensivos y ofensivos que permitan controlar y superar a un adversario para alcanzar un resultado. Y ayer la zaga no hizo pie en ningún momento, el medio no se organizó nunca y el ataque tampoco gravitó a lo largo del encuentro. El único que estuvo a la altura de las circunstancias fue el golero Vaca.
Fue muy mala la tarea de los laterales (Álvarez y Gutiérrez), pobre la de los centrales (Raldes y Rivero), que terminaron agotados (¿al no estar adaptados a la altura?); deficiente la actuación de los volantes de contención, que se distrajeron con la pelota y no trabajaron bien en la marca; y fue casi nulo el aporte de los delantero. 
Colombia generó situaciones por los laterales y por el centro de la defensa, con Pavón, Moreno, Teo Gutiérrez y Falcao, a su turno. Entre Rodríguez y Guarín desarticularon a los ineficientes Flores y Robles. Su defensa fue expeditiva y defendió con firmeza, liderada por Perea y Mosquera, anulando a Martins, Arce y Escobar.
Tampoco fue buena la respuesta del cuerpo técnico. Tardó demasiado en realizar los cambios y, creo, no efectuó las variantes correctas. En lugar de darle más peso ofensivo, lo debilitó, cuando Colombia había sentido el desgate del partido.
Por dar una idea, podría haber sumado a Andaveris sin sacar a Martins para dar más pelea en el área contraria; reemplazar a un volante de marca por otro de mayor vocación ofensiva; o, por último, armar una línea de tres para sostener una defensa que no hacía pie en un equipo que se venía abajo.
La verdad que no encuentro razones para cambiar de idea. Bolivia jugó mal. Lo preocupante es que cada día juega peor.

OTRO BAÑO DE REALIDAD

Hoy por hoy, Bolivia es eso que se vio ayer y nada más. Una selección que naufraga en sus limitaciones futbolísticas y que tampoco cuenta con recursos anímicos que la ayuden a salvarse. Así de simple y así de triste.
Ante Colombia quedó en evidencia que la tabla de posiciones no miente, que la Selección nacional está por debajo del resto en todo sentido, en el aspecto técnico, en lo táctico y en lo estratégico.
Bolivia no manejó con criterio la pelota, por eso no tuvo claridad al atacar; se paró mal en la cancha, especialmente en el sector defensivo, prueba de ello es que Colombia pudo haber anotado más goles de no haber sido por la gran tarea del golero Vaca; y no supo lastimar al rival en ataque ni controlarlo en defensa.
Colombia hizo algo parecido a lo hacen o pretenden casi todas las selecciones que visitan La Paz: esperar cerca a su área, administrar la pelota correctamente y contragolpear con eficacia. Todo le salió bien por virtudes propias y falencias ajenas. 
Los colombianos le hicieron precio a la Selección nacional en la primera etapa. Apenas anotaron un gol sacando ventaja de uno de los tantos desajustes defensivos bolivianos. Pavón no perdonó ante un desprotegido Vaca, en el inicio del complemento.
Bolivia llegó al empate que parecía lejano en uno de los ataques desesperados de los últimos minutos. A los tropezones, Flores se quedó con la pelota cerca al área colombiana y sacó un zurdazo inatajable.
Se engolosinó con el inesperado gol, ya había conseguido el pan y también quería la torta, sin pensar que se le podía quemar en la puerta del horno. Se fue al ataque a lo loco, se desprotegió atrás como por lo general hacen los equipos paceños en su casa, y acabó con las manos vacías.
Falcao, en sociedad con Moreno, dos de los que habían ingresado para darle más aire a la visita, elaboraron un contragolpe letal, en una retaguardia local totalmente abierta y distraída.
De esa manera, con una notable diferencia de jerarquía individual y colectiva, Colombia convertía en un nuevo vía crucis la eliminatoria para Bolivia.

martes, 11 de octubre de 2011

CAFÉ CALIENTE

A Bolivia le fue bien al principio en los duelos futbolísticos con Colombia. Prueba de ello es que estuvo !cuarenta y cinco años! sin conocer la derrota
Entre 1938 y 1963, Bolivia no perdió nunca, ganó tres encuentros y empató dos. Colombia recién pudo vencer en 1983. Eran otros tiempos, claro. Se jugaba poco y las participaciones bolivianas eran irregulares.
La primera victoria nacional data de 16 de agosto de 1938, por los Juegos Deportivos Bolivarianos disputados en Bogotá. Luego empataron (3-3) en 1945 y (0-0) en 1947 en los campeonatos sudamericanos de Santiago de Chile y Guayaquil, respectivamente.
Bolivia goleó (4-0) en Río de Janeiro en 1949 y (2-1) en Cochabamba en 1963, también por el Sudamericano.
Colombia recién pudo ganar en 1983. Lo hizo en La Paz (1-0), por la Copa América. A partir de ahí, se disputaron dieciocho partidos, de los cuales Bolivia apenas ganó tres, un amistoso en 1994 (1-0), por la Copa América en 1997 (2-1) y por las eliminatorias en 2003 (4-0), igualaron en siete ocasiones y Colombia venció en ocho oportunidades.
Colombia tiene nueve triunfos en su haber, Bolivia seis victorias y hubo nueve empates, en partidos oficiales y amistosos.
Hoy, las cosas no son como al principio. Bolivia no le gana a Colombia desde 2003, la eliminatoria del Mundial de Alemania, cuando se impuso por un contundente 4-0.  De ahí en más solo empates y derrotas. Casi un trago de café amargo y caliente.

Las estadísticas
1.   16-ag-1938               Bogotá                      Bolivia 2-1   Colombia          J. Bolivarianos
2.   21-feb-1945              Santiago                    Bolivia 3-3   Colombia          Sudamericano
3.   13-dic-1947              Guayaquil                  Bolivia 0-0   Colombia           Sudamericano
4.   06-may-1949            Rio de Janeiro            Bolivia 4-0   Colombia           Sudamericano
5.   17-mar-1963            Cochabamba              Bolivia 2-1   Colombia           Sudamericano
6.  14-ag-1983               La Paz                       Bolivia 0-1   Colombia           Copa America
7.  31-ag-1983               Bogota                       Bolivia 2-2   Colombia           Copa America
8.  01-jul-1987               Rosario                      Bolivia 0-2   Colombia           Copa America
9.  11-jul-1991               Viña del Mar               Bolivia 0-0   Colombia           Copa America
10.  20-jun-1993             Machala                    Bolivia 1-1   Colombia           Copa America
11.  20-feb-1994             Miami                        Bolivia 0-2   Colombia          J. Robbie Cup
12.   07-ab-1994            Villavicencio                Bolivia 1-0   Colombia          Amistoso
13.  28-mar-1996           Medellin                     Bolivia 1-4   Colombia           Amistoso
14.  10-nov-1996            La Paz                       Bolivia 2-2   Colombia           Eliminatorias
15.  21-jun-1997            La Paz                       Bolivia 2-1   Colombia           Copa America
16.  20-ag-1997             Barranquilla                Bolivia 0-3   Colombia           Eliminatorias
17.  26-ab-2000             La Paz                       Bolivia 1-1   Colombia           Eliminatorias
18.  27-mar-2001           Bogotá                       Bolivia 0-2   Colombia           Eliminatorias
19.  10-sep-2003           La Paz                       Bolivia 4-0   Colombia           Eliminatorias
20.  09-jul-2004             Lima                           Bolivia 0-1   Colombia          Copa America
21.  17-nov-2004           Barranquilla                 Bolivia 0-1   Colombia           Eliminatorias
22. 17-oct-2007             La Paz                       Bolivia 0-0   Colombia           Eliminatorias
23. 28-mar-2009            Bogotá                       Colombia 2-0   Bolivia           Eliminatorias
24.  11-ag-2010            La Paz                        Bolivia 1-1 Colombia             Amistoso

lunes, 10 de octubre de 2011

LOS UNOS Y LOS OTROS

Lo que nos dejó la primera fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. Cada cual con lo suyo.
La efectividad de Argentina, de la mano de la capacidad goleadora de Higuaín, el talento ede Messi y la habilidad desequilibrante de Di María. 
Los albicelestes no solucionaron sus problemas defensivos (gruesos errores no aprovechados por Chile), tampoco mejoraron en el mediocampo, pero fueron letales cada vez que pisaron el área contraria.
El desorden de Chile. No hizo pie firme en defensa con una línea de tres zagueros que ofreció ventajas y espacios, el mediocampo generó poco juego pese a tener volantes de buen manejo, y en ataque pecó de inefectividad.
La convicción de Perú. El cuadro incaicó se mostró sólido y buscó el arco contrario con determinación, apuntalado por la experiencia de Guerrero, Farfán, Pizarro y Vargas.
El bajón de Paraguay. Los albirrojos mantienen el bajo nivel futbolístico mostrado en la Copa América. Perdió seguridad defensiva, no tiene jugadores de creación en el medio y es inoperante en ataque.
La recuperación de Ecuador. Tras una floja actuación en la Copa América, impuso su ritmo de juego como local, aprovechando la potencia y velocidad de sus jugadores.
La impotencia de Venezuela. Los de la vino tinto, que presentaron un equipo alternativo pensando en la segunda fecha, no pudieron con la fuerza y la rapidez de los ecuatorianos.
La vigencia de Uruguay. No es vistoso pero si efectivo. El seleccionado uruguayo saca ventaja de sus fortalezas, como el juego aéreo, la jerarquía de sus atacantes y la mística como equipo.
Las debilidades de Bolivia. El equipo nacional no tiene convicción a la hora de defender y le cuesta mucho llegar al gol.

CORAZÓN CALIENTE, CABEZA FRÍA

Pasó Uruguay y ahora viene Colombia. La derrota en Montevideo obliga a la victoria en La Paz para mantener viva la posibilidad de pelear por la clasificación al Mundial 2014  y no mermar las chances de entrada.
Que Brasil no quede tan lejos, esa tiene que ser la premisa del seleccionado nacional en el encuentro ante Colombia, ya que ganar en condición de local es la clave para mantener la ilusión de todos los bolivianos.
Esta vez, Bolivia tendrá que defender mejor y atacar más, mostrarse fuerte en cada pelota que le llegue al área e ir al frente con determinación, haciendo sentir al máximo su condición de dueño de casa y el hándicap con el que cuenta. La convicción es un factor fundamental para imponer condiciones.
Tomando en cuenta lo ocurrido en Uruguay, no hay que cometer los mismos errores. Por ejemplo, tener en cuenta las características de los jugadores de acuerdo al rival que se tendrá en frente. 
En Montevideo, ante un adversario que tiene buen juego aéreo, físico, de roce y atropellador, se optó por algunos que no eran la mejor opción para ello. Por citar un par de casos: Cristian Vargas no se caracteriza por ser un jugador de buen juego aéreo y Edivaldo tampoco está para el ida y vuelta (lo demostró en la Copa América).
En La Paz, las selecciones visitantes, por lo general, se refugian en su sector defensivo y tratan de sorprender con jugadas de contragolpe. El panorama se complica para el local porque al haber poco espacio donde se mueven los volantes que generan juego, la pelota queda en poder de los mediocampistas de contención, quienes no siempre toman buenas decisiones con ella.
El viernes, Robles y Flores tuvieron la pelota muchas veces y la entregaron mal en reiteradas ocasiones o demoraron tanto en pasarla que acabaron perdiéndola, generando varios contragolpes. Lo ideal sería que en la zona de contención jueguen un volante de marca, que sea una especie de centinela para no quedar mal parados, y un buen distribuidor de pelota para no caer en pelotazos frontales y divididos como argumento de juego.
El cuerpo técnico tiene que elegir a jugadores que entiendan el juego o, como se dice en estos tiempos, que "lea" bien el partido, que tome decisiones con inteligencia, porque, se sabe, el fútbol empieza en la cabeza y termina en los pies.
A Bolivia no le queda otra que encarar el partido con el corazón caliente y la cabeza fría. No será fácil pero las circunstancias lo obligan.

sábado, 8 de octubre de 2011

LA PELOTA PARADA

En el fútbol, las excusas están al alcance de la mano y son moneda corriente después de un resultado negativo.
En los últimos tiempos, está de moda "nos ganaron por una pelota parada". Este es el hit convertido en argumento para justificar una derrota o un empate inesperado.
Ayer, tras la derrota de Bolivia ante Uruguay, se escuchó algo por el estilo, con una mezcla de excusa y lamento más que de autocrítica por no haber hecho las cosas correctamente a la hora de defender.
Que uno sepa, las jugadas de "pelota parada" son parte del juego y no algo aislado, fuera de lugar, que no estaba previsto, ya que se suceden una y otra vez, por lo tanto, hay que estar preparado para aprovecharlas o contrarrestarlas.
En consecuencia, el gol de "pelota parada" tiene el mismo valor que el de cualquier otra acción del juego, por lo que no hay razón para marcar una diferencia o hacer notar que se perdió por ese motivo.
Bolivia perdió ayer porque no supo resolver como se debe cuatro situaciones (nos referimos a las de goles concretamente, ya que hubieron muchas más) en las que cayeron en su área cuatro pelotas, y no importa si llegaron de "pelota parada" o "pelota en movimiento".
El equipo nacional se equivocó al defender. Tomó muy mal las marcas. En cada acción, siempre aparecieron libres jugadores uruguayos, rodeados de bolivianos que solo observaban. Les cuesta marcar hombre a hombre.
No hay que echarle la culpa a la "pelota parada". Hay que prepararse para contrarrestarla, ya que existirá de por vida.

EL PESO DE LA HISTORIA

Bolivia no soportó el peso del presente y el pasado futbolero de Uruguay y terminó derrotada y al borde de una nueva goleada en el inicio de las Eliminatorias.
La insegura selección boliviana no pudo con un adversario que desborda confianza tras haber reverdecido viejos laureles que la hicieron fuerte y dueña de una historia envidiable que generaba respeto por sus éxitos olímpicos y mundiales.
Uruguay sacó la chapa de favorito y la de mandamás de este continente revalidado hace poco durante la Copa América, y atropelló de entrada a una Bolivia que sabía lo que le podría ocurrir pero que aún así se dejó sorprender.
El equipo boliviano trastabilló desde un principio por su impericia defensiva y porque la prestancia que les sobra a los uruguayos no forma parte de su personalidad. Pese a haber encontrado la igualdad temprano, no pudo hacer pie firme por lo apuntado y porque carece de la convicción que se requiere para darle pelea a un rival de peso.
Cardozo, el mejor del cuadro nacional, definió de manera excelente un lindo pase profundo de Robles, emparejando las cifras que había desnivelado el infalible Suárez, aprovechando la pasividad de la defensa boliviana. Era el momento de empezar de nuevo, tomando en cuenta el error inicial, el de no tomar bien las marcas. Sin embargo, nada de ello ocurrió.
A Bolivia le costó sostener el ritmo, la lastimó futbolísticamente el juego de roce y fuerza de los uruguayos, no pudo sostener a pie firme el ida y vuelta del partido en un campo pesado, y terminó sucumbiendo ante la mayor contextura física de los charrúas.
Cada centro al área boliviana era un martirio por la potencia, el oficio y la picardía de los uruguayos, y por la fragilidad del equipo nacional, que sufre una barbaridad a la hora de defender en cualquier sector de la cancha, y mucho más muy cerca de su arco.
Lugano acabó siendo el verdugo, con dos goles, y el rival más peligroso, casi incontenible, por todo lo apuntado. (En su vida habrá tenido tantas posibilidades de gol). Cavani aportó para aplastar cualquier sueño boliviano.
El gol de Martins, de penal, sirvió para darle un tinte decoroso a la caída. Nada más.
A no hacerse drama, porque ganó el mejor. Por presente y por historia.

jueves, 6 de octubre de 2011

LA ÚNICA ALEGRÍA

Bolivia arranca otra vez las Eliminatorias visitando a Uruguay en el estadio Centenario, donde nunca ganó, casi siempre perdió y apenas pudo conseguir un empate. La única vez que festejó en el mítico escenario fue en marzo de 1977.
Miguel Aguilar, que por entonces dividía su tiempo como puntero izquierdo y maestro de escuela en la localidad de La Bélgica, fue el artífice de la igualdad del cuadro nacional.
La Selección boliviana había dejado sin chance de participar en Argentina 78 a los charrúas, tras vencer ida y vuelta a Venezuela, y superar a los propios uruguayos en Tembladerani, con el inolvidable Tamayazo, el gol de Porfirio Jiménez.
Visitaba a una desilusionada Uruguay sólo por compromiso y se dio el gusto de terminar invicta la serie, al igualar 2 a 2 en Montevideo. Darío Pereyra adelantó dos veces a los dueños de casa y Aguilar igualó para la visita.
Bolivia formó aquella vez con Carlos Conrado Jiménez, Jorge Campos, Jaime Rimazza, Jimmy Lima y Pablo Baldivieso; Eduardo Angulo, Carlos Aragonés y Erwin Romero; Arturo Saucedo Landa (Raúl Morales), Porfirio Jiménez y Miguel Aguilar.
Uruguay alineó a Rodolfo Rodríguez, Raúl Moller, Martín Taborga, Eduardo Capellán, Pedro Graffigna (Juan Ramírez), Mario Santana, Nitder Pizzani, Dario Pereyra, Alberto Santelli, Raúl Castedo y Jorge Rodríguez.

EL DESAFÍO DE SER MEJORES

Bolivia inicia este viernes su participación en las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014 visitando a Uruguay, rodeada de un marcado escepticismo generado por sus actuaciones poco convincentes.
El pasado no la ayuda. Apenas asistió a tres mundiales de los diecinueve que se disputaron, dos de ellas por invitación (Uruguay 1930 y Brasil 1950) y una por méritos deportivos (Estados Unidos1994).
El presente tampoco. En la última Copa América fue de mayor a menor. Igualó un  partido, perdió dos, y quedó eliminada en primera ronda. No gana desde octubre de 2009, cuando derrotó a Brasil 2-1 en La Paz, por las eliminatorias. Son catorce encuentros sin vencer, once de ellos bajo el mando de Gustavo Quinteros.
Tampoco cuenta con una generación de jugadores que provoque el entusiasmo que provocaron por ejemplo los Blacut, Rada, Tanque Díaz y el Gitano Farías en las eliminatorias del 69, o los Aragonés, Messa, Tamayá Jiménez y Aguilar, el 77, o los Etcheverry, Platiní Sánchez, Melgar y Trucco, el 93.
Por todo esto arranca con la etiqueta de "cenicienta", y considerada nuevamente una de las selecciones con menores posibilidades de clasificar a la gran cita que tendrá lugar en Brasil.  
Esta vez Bolivia no sólo tendrá ante sí a rivales que en los últimos tiempos le sacaron ventaja, sino a una realidad que la obliga a rebelarse y a una afición que la apoya con desconfianza y que le pide resultados.
Sin embargo, como la esperanza es lo último que muere, siempre queda abierta una rendija a la ilusión, aquella de poner fin a las frustraciones. El gran desafío de modificar la historia arranca en Montevideo.