lunes, 28 de enero de 2013

ESTÁ EN OTRA

BloomingBlooming no atraviesa un buen momento, dentro y fuera de la cancha, y se nota en este inicio de torneo, en el que acumula varias derrotas y apenas una victoria.
Nacional Potosí acentuó esta etapa crítica liquidándolo (2-0) en la Villa Imperial con la letal aparición del escorpión Mealla, que echó por tierra los planes defensivos del cuadro celeste.
Una floja respuesta de Candia en un pelotazo largo que buscaba a Mealla acabó por restarle valor a la repetida estrategia defensiva de Clausen en condición de visitante. Lo del zaguero resume el estado de ánimo de la academia.
Blooming tiene la cabeza en otra cosa, los dirigentes en las gestiones para recaudar dinero y los jugadores en lo que les adeuda el club. Todo tiene incidencia en la cancha, el incumplimiento y la preocupación distraen y las distracciones afectan en el rendimiento.
Clausen no hace notar en su rol de conductor, o si lo hace es en forma negativa, porque no consigue que los jugadores se aíslen del problema y tampoco ha logrado darle mayor solidez futbolística a su equipo.
Blooming está vulnerable, los problemas lo aquejan y le está costando salir del pozo. Si no cambia, pronto puede perder el tren en este campeonato.

MIENTRAS TANTO, GANA

68259_gdOriente empezó a recuperar su condición de equipo duro de local, que gana aunque las cosas no le salgan tan bien como pretenden todos, hinchas, dirigentes, jugadores y cuerpo técnico.
Aurora no pudo con este equipo albiverde que el argentino Tito Pompei trata de moldear a su gusto, pero que todavía no consiguió cambiarle la cara y todavía sigue pareciéndose mucho al del anterior torneo.
La diferente entre este Oriente y el anterior, el que dirigía Erwin Sánchez, radica, ante todo, en la contundencia. Este que tiene a su cargo Pompei encontró el gol y de esa manera disimula un tanto sus falencias o, por lo menos, logra que todavía no le exijan las asignaturas pendientes.
Las manos de lana del golero Machado, que regaló el gol de la apertura, y la ambición de ganar para asegurar los puntos en casa y mantenerse arriba, encaminaron el triunfo.
Pompei busca, ensaya, cambia de posición a algunos jugadores (Hoyos), ratifica a otros que eran postergados (Carando), da cabida a los nuevos (De Muner y Di Cosmo), con la intención de encontrar la formación ideal.
Para el hincha, el verbo ganar está antes que el verbo jugar (bien), por lo tanto, mientras siga ganando, habrá crédito, aunque el sabor del triunfo tenga gusto a poco.

jueves, 24 de enero de 2013

OTRO PAPELÓN

Goleador-Fabiano-Cabrera-Walter-Flores_LRZIMA20130124_0024_11Bolívar defrauda en la Copa Libertadores de América. No le aguantó ni diez minutos al Sao Paulo y volvió a ser vapuleado en canchas brasileñas, quedando a un paso de ser eliminado del certamen de la Conmebol.
Las visitas de la academia paceña a Brasil son una pesadilla, el año pasado el Santos le hizo ocho goles y ayer con Sao Paulo que le anotó cinco tantos. De papelón en papelón, como para no desentonar con lo que le pasó a la selección nacional sub 20.
La estrategia del español Miguen Ángel Portugal, más vieja que el viento, no dio resultado. El entrenador amontonó jugadores en el campo celeste, en el afán de cerrarle espacios al cuadro brasileño, sin embargo la academia fue superada totalmente.
Bolívar especuló con un planteamiento timorato, pobló su zona defensiva pero se olvidó de marcar, no presionó, dio libertades y el Sao Paulo apeló a la paciencia para imponer su mayor calidad técnica y asegurar el partido con una buena diferencia de goles.
El equipo paceño no convence en el torneo local y decepciona en el certamen internacional. Está lejos de otros planteles competitivos que supo tener a lo largo de su rica historia.
¿Qué le aporta Portugal? Hasta la fecha, nada. Es un técnico más. No hay indicios de un aporte positivo, de aquellas ideas innovadoras que seguramente fueron a buscar los dirigentes bolivaristas a España, deslumbrados, quizás, por lo hecho por el seleccionado español y el Barcelona.
Si su idea era importar aquel admirado modelo que practica el Barza, entonces, se equivocaron, porque la persona elegida está en la vereda de en frente. Este Bolívar no da tres pases seguidos ni sabe presionar al adversario.
Hoy por hoy, Bolívar es un equipo del montón, que no encuentra una línea de juego que le permita jugar mejor y evitar papelones como el de anoche ante el Sao Paulo.

martes, 22 de enero de 2013

BLOOMING Y SUS FANTASMAS

03Blooming fue una falsa ilusión en el inicio del torneo. Parecía que volvía a hacerse fuerte de local, pero de pronto cayó en casa ante Universitario de Sucre.
El equipo celeste jugó un mal partido, no tuvo ideas para generar juego, la sociedad que se imaginó Néstor Clausen (Joselito/Loaiza) en los entrenamientos no funcionó dentro de la cancha, y su equipo quedó a la deriva, sin rumbo.
Claro, es que nada funciona por arte de magia, y si el entrenador va a dejar todo a cargo a la inspiración de los jugadores, sin armar una estrategia previa ni ensayar movimientos, las cosas corren el riesgo de fracasar, como ante la U.
Joelito Vaca y Miguel Loaiza son la esperanza del DT argentino, pero Joselito todavía es un recién llegado y no logró hacer valer su talento creativo, en tanto que Loaiza tiene tendencia a jugar solo y además continúa en un bajo nivel de juego.
La ausencia de Joselito y la inoperancia de Loayza repercutieron en el juego ofensivo, y tanto Bargas como Boyero lo sintieron, tuvieron una mala tarde, fueron bien controlados por Barra y apenas contaron con una chance de gol cada uno.
A esto hay sumarle la discutibles decisiones de Clausen, por ejemplo, ordenar el ingreso de un volante ofensivo para cubrir el lateral izquierdo cuando se lesionó Verduguez. El DT dejó de lado el sentido práctico, o sea, defensor por defensor (Méndez x Verduguez) para no desarmar la defensa, y optó por el lirismo futbolero, incluyendo un habilidoso con la idea de apoderarse la pelota y sumarle un socio a los otros volantes, desde el lateral…..Idealismo puro.
Blooming no funcionó. En realidad, desde que está Clausen, juega bien de vez en cuando. El ex mundialista no logra darle una fisonomía definida y la academia es demasiado dependiente de Bargas y Boyero, quienes con sus goles ayudan a disimular falencias.
La derrota revoloteó fantasmas de otras épocas, de aquellas no muy lejanas en las que estropeaba sus campañas perdiendo puntos de local. Esto recién empieza, es cierto, pero Blooming necesita ser fuerte de local para aspirara a algo.

UN CELESTE DESTEÑIDO

aspxBolívar le ganó a La Paz Fútbol Club con los justo, sin que le sobre nada y faltándole mucho en cuanto a juego de conjunto. Fue el mismo de siempre, en realidad.
En el estadio Hernando Siles Estaban frente a frente un equipo que tiene un respaldo económico importante y otro que recién encontró un nuevo dueño con la esperanza de que se acaben el maltrato y las penurias económicas; sin embargo, en la cancha, no se notaron estas diferencias.
Tampoco se notó que Bolívar entrenó con normalidad y tranquilidad en la pretemporada de cara al torneo local y al sus compromisos internacionales por la Copa libertadores, y que La Paz aguardó el certamen sin entrenador, y recién lo consiguió días antes de la primera fecha.
Algo debe andar mal en Bolívar para que no se noten las diferencias existentes entre uno y otro equipo, continúe jugando tan mal como en el anterior torneo, sin mostrar una identidad definida de juego, y que le siga costando dar tres pases seguidos.
Bolívar marcó la diferencia cuando pudo dar esos tres pases seguidos: Arce recibió la pelota, habilitó a Lizzio y este buscó a Ferreira, que pifió el remate pero con tal fortuna que acabó descolocando la cobertura de un zaguero y el achique del golero azulgrana, al chocar la pelota en su pie de apoyo.
El uruguayo confirma que nadie es profeta en su tierra. No le fue bien en su Uruguay natal y en Bolivia empieza a desfrutar de las mieles del éxito de entrada en este mediocre fútbol.

miércoles, 16 de enero de 2013

UNA HISTORIA REPETIDA

Para Blooming la historia es cíclica. Se repite de tanto en tanto desde que fuera fundado en 1946, en épocas de bonanza y situaciones críticas. Basta ver que el presente es idéntico a otros momentos del pasado.
Hoy está en crisis otra vez. A tal punto que acabó rodando la cabeza de Ricardo Tarabillo y el nuevo presidente del club es Federico “Paco” Sánchez.
Blooming sabe de situaciones complicadas por tuvo varias en su vida institucional y supo salir airoso con ingenio e inteligencia, pero, sobre todo, con mucho amor a la camiseta. Los que sudaron la celeste en aquellos momentos complicados no fueron los jugadores sino hinchas devenidos en dirigentes.
A principios de los 70, alguien tuvo la iniciativa de potenciarlo asociándose con los transportistas, idea innovadora para la época, con el fin de sacarlo de una crisis económica permanente porque no contaba con empresa que lo respalde y vivía del aporte de sus hinchas. Duró poco el acuerdo y volvió a sumergirse en una situación crítica.
A mediados de esa década, de “millonario” solo le quedaba el mote. Poco más de un lustro sufrió para no desfallecer y hacer frente a clubes pujantes, apoyados por empresas sólidas económicamente, como Guabirá, La Bélgica, Oriente Petrolero y Universidad, y entusiastas como Real Santa Cruz.
En ese momento apareció una figura que le cambió la vida, una persona que surgió de sus entrañas, había defendido sus colores como futbolista y era hincha: Roberto Paz Limpias. Fue Tito Paz, junto a un grupo grande de jóvenes y viejos dirigentes, quien inició el camino del cambio. Lo consolidó como un grande del fútbol cruceño y boliviano, y lo sacó campeón nacional por primera vez en 1984.
Después de veinte años de gestión de Tito Paz, Blooming se sumergió en otra crisis casi terminal que le costó el descenso a mediados de los noventa. Pero en aquel momento volvieron a aparecer los bluministas de cepa y lo resucitaron como el ave Fénix. De sus cenizas se convirtió en bicampeón nacional, en 1998 y 1999.
El aporte económico de Roberto Fernández y la buena gestión de Juan Callaú hicieron posible la resurrección. En aquel momento hubo un momento de división. Fernández armó un grupo tratando de desligarse de la vieja guardia celeste, pero esta estaba unida y fuerte, y lo sacó del cargo al mejor estilo de los políticos de oficio. 
Este momento de felicidad duró poco. A principios del 2000 Blooming volvió a estar casi en bancarrota por gastar más de lo que tenía. Le costó mucho recuperarse.
Ahí surgió el liderazgo de Pimpo Bendeck, integrante en aquel momento de una nueva generación de dirigentes que se había formado bajo el ala de importantes directivos, con quien la academia recuperó posiciones. Fue campeón dos veces con Bendeck, en 2006 y 2009.
Para Blooming, lo de Bendeck fue una especie de victoria pírrica, con éxitos a un alto costo, porque se rompió la unidad y terminó dividido como institución, con dos grupos antagónicos que durante décadas trabajaron juntos poniendo siempre como prioridad el interés de su equipo.
Aprovechando este momento de transición, Blooming tiene la gran oportunidad de replantearse muchas cosas como institución y encarar de una vez por todas el tema de fondo que lo tiene en zozobra desde hace tiempo.
Por ejemplo, podrían discutir si no sería mejor acabar con los mandatos largos y dar lugar a la alternabilidad en la presidencia; si es necesario o no vender su sede e irse un poco más lejos para construir otra más moderna y acorde a sus nuevas necesidades, y, de paso, conseguir dinero para sanear el déficit que arrastra; o si no sería oportuno vender una parte de su terreno para acabar con sus deudas; y si no hace falta reorganizar las divisiones menores para que sean una inversión y no un gasto, invirtiendo en personal que le ayude a dar el salto de calidad.
Asimismo, analizar la excelente idea del flamante presidente, de vender metros de terreno de su sede a los hinchas (a 50 dólares el metro cuadrado) y que estos lo regalen al club, para recaudar la plata que necesita Blooming de manera urgente. Algo parecido a lo que hizo San Lorenzo de Almagro en Argentina para recuperar sus terrenos en Boedo y construir un nuevo estadio.
Paco Sánchez tiene mucha experiencia y es una persona respetada en quien la gente de Blooming confía. Es el dirigente ideal para poner las cosas en orden y ayudar a la reconciliación de la familia celeste.

martes, 15 de enero de 2013

UNA SANA COSTUMBRE

603050_10151625377812542_66316881_nBlooming mantuvo la buena costumbre de ganar de local que tuvo en el Apertura. Ofició de dueño de casa en Montero porque el estadio Tahuichi estaba ocupado, sin embargo mandó como si estuviera en rodeo propio.
No dejó pasar la oportunidad ante Bolívar, en el estadio Gilberto Parada, que esta vez fue de verdad una Caldera por el calor que hacía en la capital norteña. Supo recuperarse a tiempo y acabó ganando el partido sin discusión.
Blooming adquirió algo en los últimos tiempos que le permite superar la adversidad: paciencia. El equipo celeste no se deja llevar por la desesperación y construye las victorias con tranquilidad, en condición de local.
En Montero, Bolívar empezó ganando con un golazo de Alejandro Gómez, que aplicó la ley del ex, con un zurdazo inatajable para Galarza. Pero no le alcanzó. Aflojó, no definió y se cayó.
Blooming remontó con otros dos buenos goles, el primero de Amilcar Sánchez y el segundo de Bargas, su artillero.
Paciencia, mucha paciencia. Blooming no perdió esa buena costumbre de ganar de local, jugando bien o jugando mal. Esta vez no le sobró mucho pero tampoco le faltaron méritos.

MEJORÓ UN POQUITITO

DaleOoo.com-RonaldGarcia-AlejandroMelean-OrientePetroleroOriente arrancó de la mejor manera el torneo Clausura y la era Tito Pompei. Lo hizo espantando algunos fantasmas que lo perseguían desde hace un tiempo y que lo amargaron bastante en el certamen pasado.
Ganó, algo que le costó mucho en el Apertura, y nada menos que a The Strongest, el flamante tricampeón liguero, en su reducto de Achumani, donde es más local que nunca.
Prueba complicada para un comienzo de certamen porque los equipos empiezan a tomar forma, a entrar en ritmo, a tratar de encontrarse con su fútbol, no están con todo su potencial, y el riesgo de un mal inicio es mayor, pero salió adelante.
Oriente sorprendió ganando por primera vez en Achumani, en el estadio Rafael Mendoza bajo el mando de Pompei, sustituto de Erwin Sánchez, quien se acabó yendo porque no lograba lo que el argentino consiguió de entrada: ganar.
El albiverde, esta vez, tuvo la contundencia que le faltó en todo el anterior torneo. Llegó poco pero fue efectivo y le complicó la mañana de festejos al Tigre, que, al parecer, sigue con la resaca de los festejos del tricampeonato.
The Strongest no estuvo en su mejor día y tampoco tuvo suerte, dejó escapar oportunidades claras que pudieron haber cambiado la historia del partido.
Para Oriente fue un gran triunfo desde todo punto de vista, aunque esto recién empiece. Tenía materias pendientes y las empezó a rendir de entrada, con buena nota.

viernes, 11 de enero de 2013

ESPERANZAS RENOVADAS

131354_1_08No es el mejor momento económico para los clubes de la Liga, sin embargo se dan modos para buscan jugadores que les permitan llenar los vacíos que les impidieron contar con mejores equipos en el torneo Apertura.
Casi todos salieron al mercado futbolístico pese a sus notorias limitaciones económicas a buscar ya sea un arquero, un zaguero, un mediocampista o un delantero, y, en ciertos casos, de todo un poco.
Algunos fueron por lo viejo conocido, es el caso de Bolívar (Ferreira, Argüello), Blooming (Joselito Vaca) y San José (Diego Cabrera), y otros como The Strongest, Oriente Petrolero, Wilstermann, por valores nuevos, desconocidos.
The Strongest, por ejemplo, mira a Costa Rica, un lugar poco habitual para buscar refuerzos, interesado en el zaguero Roy Smith y el atacante Kenny Cunningham, ilusionado quizá en que ambos tengan la calidad de Froylán Ledezma, el controvertido atacante que jugó en el Tigre hace unos años.
Wilstermann apuesta también a mercados a los que los clubes bolivianos no están acostumbrados, e incorporó al español Gerardo García Berordia, un mediocampista que estuvo ligado hasta hace poco al Club Deportivo Lugo, de la segunda división española.
Oriente, en cambio, recurrió, como es habitual, al mercado argentino y se reforzó con el delantero Julián Di Cosmo, de irrelevante paso por The Strongest, últimamente en el Melgar de Perú, y el zaguero Pablo Demuner, ligado en 2012 a Deportivo Merlo y Unión San Felipe de Chile.
La mayoría de los equipos trata de aprovechar los tres cupos que permite el reglamento para reforzarse, por lo tanto, el Clausura podría ser un mejor torneo que el Apertura.