sábado, 29 de junio de 2013

EL OTRO DAVID

Ingles-David-Beckham-camiseta-Bolivar_LRZIMA20130628_0150_11El inglés David Beckham vendría a Bolivia pronto. Lo anunció Marcelo Claure, presidente de BAISA -la empresa que maneja al Club Bolívar-, quien se convirtió hace poco en socio del famoso ex futbolista.
¿Qué beneficio le traería al fútbol boliviano la presencia del millonario Beckham? Seguramente ninguno, al margen de que quizá el nombre del país sea publicado en diarios de todo el mundo, dada la imagen mediática del popular personaje.
En realidad, al fútbol boliviano le resultaría más beneficiosa la presencia de otro David, tan famoso como el ex jugador, la de David Seth Kotkin, más conocido como David Copperfield, el ilusionista estadounidense capaz de hacernos creer que cambia las cosas con su magia.
Quizás Copperfield pueda darnos una mano para vivir la ilusión de que el fútbol boliviano cambió, que a los dirigentes les sobran ideas, que el Gobierno coopera, que a los futbolistas les sobra calidad, que los clubes son fuertes, que las divisiones menores son atendidas como un preciado tesoro, y, por último, que la selección gana seguido.
Este es el David que nos hace falta, por lo menos para ilusionarnos con su mágico talento. El otro, la verdad, creo que no nos servirá para nada.

DEL ALBOROTO AL OLVIDO

464871_gdEl fútbol boliviano retornó a su rutinaria vida hasta nuevo aviso tras los resultados adversos en las eliminatorias. O, mejor dicho, hasta un nuevo traspié que nos haga recuerdo de lo mal que está. Como ocurre siempre.
Al empate ante Venezuela en La Paz, incluyendo la curiosa protesta del vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, pidiendo que “los boten a todos”, y la posterior reacción de los ex futbolistas solicitando la participación del Gobierno en busca de soluciones, los cubrió el manto del olvido.
El alboroto duró unos días, nada más. Hoy nadie dice nada al respecto. El Gobierno continuó en lo suyo, sin ningún plan serio para colaborar con el fútbol, pese a que el presidente Evo Morales también criticó la situación y responsabilizó a los dirigentes; la Federación Boliviana de Fútbol tampoco hizo nada, para sus directivos fue como ver llover; la Liga y sus clubes lo mismo.
Los clubes confrontan problemas económicos que parecen insolubles, de nunca acabar: Guabirá está en paro porque los jugadores reclaman el pago del premio por el ascenso; los de The Strongest piden un sueldo atrasado; Blooming hace peripecias para pagar deudas y contratar jugadores. Solo unos cuantos ejemplos de la realidad.
Sin embargo, lo único que hacen los actores del fútbol es quejarse y criticarse unos a otros. Nadie fue capaz de reunir las partes de este rompecabezas para empezar a diseñar una estrategia que permita atacar el problema del fútbol boliviano, en una clara falta de interés.
Todo sigue igual. Seguramente volveremos al tema en una próxima fecha de las eliminatorias de un Mundial que no tendrá a Bolivia entre sus animadores.
Hasta una nueva derrota.

jueves, 20 de junio de 2013

ENTRE AFECTOS Y DEFECTOS

andradaBlooming contrató a Víctor Hugo Andrada para sustituir a Néstor Clausen. Las razones tienen que ver más con el afecto que lo une a la entidad celeste, ya que después de sacarlo campeón en en el segundo semestre de 2009, tuvo que irse por la puerta de atrás.
A Copo Andrada no le fue bien en el fútbol nacional después de su primera etapa en la academia. Pasó por varios clubes con más pena que gloria.
En Blooming le resultó más fácil acomodar el equipo que le dejó el uruguayo Pablo Repetto. Lo hizo y fue campeón. Después todo cambió. Cuando tuvo que armar su propio equipo, se equivocó y fracasó. Duró poco más de dos meses en 2010 y se fue por la pésima campaña de la academia en la Copa Libertadores de América y el mal inicio en el torneo liguero.
“(…) de ser equipo ser un equipo combativo, valiente, Blooming pasó a ser en un cuadro inseguro, limitado, sin un perfil táctico definido, y jugadores muy por debajo de su nivel, víctimas del desconcierto. No sólo en la Copa los rivales lo superaron ampliamente, también en el torneo local. Guabirá y San José le ganaron con claridad, poniendo en evidencia su pobreza futbolística”, decíamos en marzo de 2010 en Onceaonce, cuando Copo anunciaba su renuncia.
“Les hablé de muchas maneras y no hubo caso, dijo Andrada al final del partido con San José. Lo que ocurre es que la arenga sólo sirve en determinados momentos, y lo que vale para un equipo son los argumentos futbolísticos. El verso se diluye, es efímero, los fundamentos tácticos y estratégicos, no, son casi perennes”, agregamos aquella vez.
Por eso sorprendió la llegada de Andrada tanto como el adiós de Clausen, quien decidió irse por la demora en el inicio de la pretemporada, además de las deudas y la incertidumbre que hay en Blooming, y en cuestión de horas firmó para Wilstermann (?).
Pero Blooming no extrañará mucho a Clausen porque, la verdad, le dejó poco, casi nada, en el tiempo que estuvo al frente del equipo celeste, en algo más de un año.
Asumió en marzo de 2012, en reemplazo de Malvestiti, y logró enderezar el rumbo del cuadro celeste. Blooming acabó quinto por diferencia de goles con Universitario, pero a solo un punto del campeón The Strongest, que igualó con San José y Oriente en el primer puesto (38 puntos) y se consagró, inesperadamente, por mejor gol diferencia.
En el Apertura siguiente, Blooming quedó en cuarto lugar, a 12 puntos de The Strongest, que se consagró otra vez campeón.
En el Clausura que acaba de concluir, con Bolívar campeón, Blooming fue octavo, con apenas 23 unidades, mientras el ganador del certamen acumuló 50 puntos.
Clausen no se puede quejar. La anterior directiva le dio casi todo lo que quería, contrató a Limbert Méndez, Ronald Segovia, Miguel Loaiza, Hugo Bargas, Andrés Jiménez, Darwin Peña. Joselito Vaca y Darwin Ríos, pero no pudo armar un equipo sólido y competitivo.
Blooming no funcionó, no jugó bien casi nunca y la campaña fue bastante floja como lo reflejan los números. Por eso, los celestes no extrañarán al Negro.
Y Andrada, una apuesta de un sector de la dirigencia, ¿qué trae de nuevo para ofrecer? Puntos suspensivos hasta que empiece la temporada.

miércoles, 19 de junio de 2013

BIEN ORIENTADO

ORIENTE__ad_Oriente Petrolero tomó una sana decisión: no cometer locuras que les compliquen la existencia. Por eso, la prioridad es tratar de mantener el plantel dentro de un presupuesto económico que sea manejable.
Sus dirigentes, seguramente, observan pasmados lo que sucede en la vereda de enfrente, con Blooming, su rival y enemigo íntimo, que sufre un momento delicado por el manejo alegre e irresponsable de sus finanzas, y no quieren vivir ese tipo de experiencias.
La idea es renovar con la base del plantel que estuvo a punto de ser campeón, empezando por el arquero Carlos Arias, el zaguero Brau, los volantes Nacho García y Fernando Saucedo, y el atacante Alcides Peña.
Asimismo, les abren las puertas al retorno de jugadores que pertenecen al club y que estuvieron cedidos a préstamos en otros equipos, tal el caso de Jasmani Duk, Jonathan Delgadillo y Diego Terrazas.
Será el entrenador Roberto Pompei, que sigue al frente, quien decidirá la suerte de los que retornan. De los tres, el de mejor temporada fue el delantero Duk, quien fue convocado a la selección nacional pese al descenso de La Paz FC.
Esta decisión de no gastar más de lo que su debe, demora la renovación de contrato con Miguel Hoyos. El Colorado tiene sus pretensiones económicas y el club las suyas. Por el momento no hay acuerdo.
Pompei inicia mañana la pretemporada. Lo importante, al margen de la llegada de refuerzos, es que la base está.

jueves, 13 de junio de 2013

BLOOMING Y EL TÚNEL DEL TIEMPO

imagesLa dirigencia de Blooming decidió ingresar en el túnel del tiempo y volver atrás, recordar a viejas glorias y recurrir a ellas con la intención de que estos héroes del pasado los ayuden a afrontar el presente…por eso están a punto de volver Víctor Hugo Andrada y Alejandro Gómez.
Andrada y Gómez supieron ganarse el corazón del hincha en su momento de esplendor; el director técnico sumó idolatría al ganar el último de los títulos de la academia, pero, ojo, ambos terminaron marchándose por la puerta de atrás, muy criticados, hace un par de años.
Seguramente, los actuales dirigentes, que asumieron el mando del club criticando a diestra y siniestra a sus antecesores, y llegaron prometiendo el oro y el moro, recurren a ellos para disimular sus, hasta la fecha, falsas promesas, aquellas que hablaban de grandes contrataciones y figuras para ser campeones.
Copo Andrada y Gómez vuelven porque son trabajadores del fútbol que viven de esto, pero son pasado y este no es su mejor momento, ni tampoco representan la mejor alternativa para un club como Blooming que necesita renovar su imagen y mejorar el ánimo de sus seguidores para que los apoyen en una crisis casi terminal.
La academia necesita las cosas nuevas que les habían ofrecido Roberto Fernández y el grupo que lo acompaña, quienes asumieron con la fanfarria de traer como refuerzo al francés Robert Pirés, la promesa de acabar con deudas que se mantienen y actuar con la seriedad que reclamaron al anterior directorio.
A decir verdad, Andrada llega a Blooming porque renunció Néstor Clausen, que se fue indicando que le deben cinco meses de sueldo, y Gómez regresa tras esfumarse lo de Pirés, que dejó la duda de si fue sólo una ingenuidad circunstancial o una mentirilla piadosa para engatusar a la gente.
Roberto Fernández asumió como presidente casi pateando la puerta del fútbol boliviano, pidiendo cambios en la Liga y a la Federación Boliviana de Fútbol, en lugar de centrarse en la seria crisis que vive Blooming y de la que parece no poder salir con estos nuevos actores que están en escena.
Mientras tanto, trata de edificar el futuro reciclando cosas del pasado, creyendo más en los afectos que en rendimientos, actuando más con el corazón que con la cabeza, cuando la situación exige actuar al revés.

miércoles, 12 de junio de 2013

PELOTA EN MOVIMIENTO

i_fijan-horarios-de-los-partidos-de-bolivia-ante-chile-y-paraguay_489El mundo al revés. En lugar de que sean los dirigentes quienes quieran cambiar el fútbol boliviano, son los ex jugadores quienes tomaron la iniciativa, solicitando al gobierno de turno que entre en acción para modificar una realidad que todo el mundo critica.
Los ex jugadores, de distintas generaciones, entre ellos los campeones del Sudamericano de 1963 y los de la generación que clasificó a Bolivia al Mundial 1994, se organizaron en torno a Fabol para crear este movimiento en procura de un cambio de estructuras.
El “ que los boten a todos” del vicepresidente Álvaro García Linera tras el empate de Bolivia con Venezuela, en La Paz, por las eliminatorias, generó un revuelo que apuntaló la idea de los ex futbolistas, quienes se fueron hasta la sede de Gobierno para pedir ayuda estatal para el fútbol nacional.
García Linera sintió en carne propia lo que seguramente sienten todos los hinchas que sufren con las frustraciones de la selección boliviana, impotencia y decepción por los malos resultados que se repiten una y otra vez.
Los ex futbolistas pretenden que el Estado boliviano sea “un oxigenador” del fútbol, en lugar de  instrumento que lo “asfixie”, porque lo está “estrangulando”.
Piden que se implemente “una política nacional que contemple una ley del fútbol, que incorpore las mejores sugerencias que puedan emerger de los propios actores” de este deporte”, según expresa el documento elaborado por este movimiento y que fue presentado en el Salón Rojo de la Asamblea Legislativa.
La postura de los dirigentes del fútbol nacional, a diferencia de lo ocurrido con los ex futbolistas, sigue siendo la misma de siempre, repetir que “esta es la realidad”, pero no adoptan ninguna medida que permita iniciar el cambio que todo el mundo pide.
Los dirigentes no se sienten responsables de nada de lo que le ocurre al fútbol boliviano, y, simplemente, tiran la pelota al costado, sin destinatario definido. (¿Dejaran de lado posturas soberbias y se sumarán a este movimiento?)
Los futbolistas fueron más directos y precisos, se la dieron al Gobierno, con la técnica depurada que mostraban los Chichi Romero, Maravilla Melgar, Platiní Sánchez y Ramiro Blacut, y la personalidad de Willy Camacho, Álvaro Peña, Silvio rojas y compañía..
El Gobierno tiene la pelota en sus manos. Vamos a ver qué hace con ella.

NO SUMA, SÓLO RESTA

boli_adBolivia cayó ante un Chile superior. No pasó vergüenza ni nada por el estilo, hasta se podría decir que realizó un partido aceptable, pero volvió a caer como visitante y a ceder unidades, como casi siempre.
El equipo boliviano mejoró en actitud y determinación para llevar adelante una estrategia un tanto cautelosa, sin embargo no pudo olvidar esa vieja costumbre de regalar goles tarde y temprano.
A Chile se le simplificaron las cosas en la primera parte de la etapa inicial con los yerros defensivos de Raldes y Gutiérrez, el de Colón en una acción desafortunada y el Patronato en un error de concepto (en vez de despejar, quiso proteger la pelota, se cayó….).
Bolivia pasó varios sofocones que no terminaron en goles porque la veteranía de Galarza se encargó de evitar, con salidas oportunas y arriesgadas que impidieron la definición de los ambiciosos jugadores chilenos.
Después llegó el golazo de Martins, que por poco tiene que tirar el centro y cabecearlo. El atacante recuperó una pelota en media cancha, se la dio a Mojica y fue a buscar la devolución; le marcó el pase al compañero, como debe ser, éste se la entregó con precisión, y el jugador del Flamengo definió con categoría.
Martins hizo de todo, hasta lo que le correspondía a sus compañeros: recuperó, distribuyó y definió. Más no puede hacer en este equipo que tiene serios problemas para manejar la pelota y defenderse correctamente.
El gol llegó a tiempo porque sino, se venía una goleada. Con el descuento, se tranquilizó Bolivia, se reorganizó, y controló  un poco mejor a un Chile que, por el contrario, en su apuro por definir el partido, se equivocó más de lo normal.
Sin embargo, sobre el final, un nuevo descuido defensivo boliviano permitió el tercer gol chileno: zagueros desatentos y defensores que no cierran bien porque son volantes que no sienten la marca (Chávez), facilitaron las cosas al contrario.
Se esperaba algo peor, por eso al final algunos terminaron considerando casi “heroica” la caída. Lo cierto es que Bolivia simplemente luchó para evitar una goleada, pero volvió a perder.

lunes, 10 de junio de 2013

MAS APOYO Y MENOS CRITICA

Polemica-Arce-arquero-Vega-delantero_LRZIMA20130608_0029_11Cuando la selección boliviana no gana, todos le apuntan y la critican sin piedad, dando validez a la frase que dice que todo el mundo hace leña del árbol caído. Eso no es ninguna novedad por cierto. Lo novedoso sería que también surjan aportes para poner fin al problema que, por lo visto, afecta el ánimo del ciudadano nacional.
Al fútbol boliviano le sobran las críticas y le falta apoyo. Carece especialmente de respaldo estatal y gubernamental. Por eso llaman la atención que en esta oportunidad gente del Gobierno nacional se haya sumado a la lista de críticos del “equipo de todos”, convertido en “equipo de nadie” a causa de sus fracasos.
Esta selección nacional es solo un reflejo del estado en que se encuentra el fútbol boliviano. ¿Quiénes son el “fútbol boliviano? Los clubes. ¿Cómo están los clubes hoy? Mal, salvo rarísimas excepciones. Casi todos al borde de la bancarrota.
¿Qué hubiese sido de Bolívar si no aparecía Marcelo Claure y sus millones? La academia paceña debía un montón de plata que no tenía con qué pagar y apareció Baisa para salvarla.
¿Qué sería de The Strongest sin Kurt Reinst, que sostiene a un club al que le sobraban juicios por deudas hasta hace poco? Es una incógnita la suerte que correrá el Tigre después de esta etapa exitosa.
¿Cómo están Blooming y Oriente? Blooming, sufriendo por una irresponsable gestión que lo hundió económicamente; y Oriente “apagando incendios” con préstamos salvadores. La realidad de ambos es similar, más allá de la coyuntura que vive la academia cruceña. Son insolventes.
¿Y Wilstermann? Acaba de retornar del descenso y se acomoda nuevamente al fútbol profesional con muchas dificultades.
Solo cinco ejemplos, de los clubes más populares de las ciudades más importantes del país. Todos apenas subsisten porque los egresos son mucho mayores a los ingresos. Y en un fútbol de subsistencia imposible que haya bonanza de alguna naturaleza.
La calidad del fútbol boliviano es mala porque la competencia es pobre y la formación de jugadores, en los clubes que se ocupan de ello, que son pocos, es deficiente
La realidad es que no puede haber una selección fuerte con clubes débiles, imposibilitados de reforzarse con jugadores extranjeros de jerarquía e incapaces de formar futbolistas como exige el fútbol en la actualidad.
Personeros del Gobierno critican a esta selección por su pobreza futbolística, pero, pregunto, ¿están enterados, por ejemplo, que la Asociación Cruceña de Fútbol suspendió sus torneos de divisiones menores en esta temporada porque la Liga del Fútbol Profesional decidió “adecuar” su campeonato al calendario internacional?
¿Alguien hizo algo para evitar algo tan descabellado como es dejar de competir y, además, matar la ilusión de los chicos que entrenan con la esperanza de ser futbolistas algún día?
¿Algún personero del Gobierno llamó la atención de los dirigentes del fútbol (muchos de ellos críticos de la FBF y la Liga) que son cómplices de este tipo de situaciones que afectan en la formación de los futuros futbolistas?
¿Se preguntan por el Centro de Alto Rendimiento que financió la FIFA, entregando el dinero hace casi una década, que todavía no funciona, construido en terrenos en disputa legal y en un lugar donde hasta donde es difícil construir canchas de fútbol por su topografía?
El Estado le cae con todo al fútbol. Está bien, hay cosas que se deben cumplir, sin embargo también tiene la obligación de apoyar a un deporte que es el más popular del país.
Los clubes deben tener obligaciones como cualquier institución, pero necesitan del respaldo estatal, como ocurre en otros países, que le alivianen un poco la carga para poder salir adelante.
El vicepresidente del Estado reaccionó esta vez como cualquier hincha decepcionado, pero en su caso, como autoridad no tendría que olvidar que para exigir y criticar, primero hay que dar, y el Gobierno no les da nada a los clubes que son los que sustentan a esta selección nacional a la que se le exigen resultados.
Es necesario, parte del Gobierno, lo que se requiere es menos crítica y más apoyo.

sábado, 8 de junio de 2013

PUNTO FINAL

170130976Y… sí. El empate de Bolivia con Venezuela es el punto final a la ilusión de seguir peleando con ciertas posibilidades un lugar en el repechaje para llegar al Mundial de Brasil 2014.
El telón baja lentamente desde hace un tiempo y ayer bajó un poco más en el estadio Hernando Siles porque la selección boliviana es incapaz de hacerse fuerte de local, aprovechando todas las ventajas que le otorga la sede de Gobierno.
Mucho entusiasmo y pocas ideas resumen el partido parejo que tuvo como protagonistas a bolivianos y venezolanos, en el que ambos se jugaban bastante, al margen de que los puntos siempre tienen un valor que incide en la tabla y el ánimo.
Bolivia atacó un poco más que el visitante, pero no tuvo la contundencia ni efectividad necesarias. Le cuesta elaborar juego claro, dar pases precisos, lastimar en el área rival porque casi todo lo divide, y, por ende, lo complica.
Los delanteros, en este caso Martins y Saucedo, sufren por el bajo volumen de juego del seleccionado de Xabier Azkargorta, algo que se repite desde hace bastante tiempo sin que nadie encuentre la solución al problema.
Ayer fue más de lo mismo que se ve casi siempre en el estadio Hernando Siles. Bolivia que muestra entusiasmo, se desordena en el medio y la defensa, y recibe el primer gol (Arango, de cabeza) pese a haber estado más cerca de ponerse en ventaja.
Después de la desventaja, a remar contra la corriente. Esta vez apareció a cabecear alguien que no se caracteriza por ello, Jhasmani Campos, y llegó el empate que sirve de muy poco, de casi nada en realidad, para mantener la chance de pelear el repechaje que hoy corresponde, justamente, a Venezuela.
La ilusión marchita hecha pelotas con la igualdad. Los argumentos no cambian, las excusas cada vez más débiles en argumentos, y la realidad que nos golpea sin apiadarse de este vapuleado fútbol nacional.
A Bolivia solo le queda participar. La competencia, de verdad, quedó para otros. Este fue el punto final a casi todo. Hasta a el último vestigio de ilusión y esperanza en las eliminatorias de la Copa del Mundo versión 2014.