LUNES OTRA VEZ

Vuelvo al ruedo después de un receso que tuvo que ver con las vacaciones familiares. Estuve en Buenos Aires, Bahía Blanca y Monte Hermoso, una playa de veraneo que le hace honor a su nombre.

En Buenos Aires, hice un tours que entre otros sitios incluyó el barrio de La Boca y La Bombonera, y el Monumental de River Plate. Ya los conocía porque cubrí hace unos años las participaciones de Blooming, Oriente Petrolero y The Strongest en la Copa Libertadores de América ante Boca y River, pero me gusta darme una vuelta por esos lugares cada vez que estoy en ciudad de tantos atractivos.

En el Monumental tuve la grata sorpresa de encontrar a uno de mis ídolos futbolísticos de mi niñez: Oscar Mas. Para quienes no saben nada de él, ¨Pinino¨, como se lo conoce, fue un clásico puntero izquierdo de los de antes, lleno de picardía, veloz, potente, metedor, de gran remate y goleador. Integró la Selección argentina muchas veces, jugó el Mundial 66 en Inglaterra y visitó varias veces Santa Cruz con River para disputar amistosos y jugar la Copa Libertadores.

Hablamos un poco de fútbol, se acordó de sus visitas a Bolivia y de Ramiro Blacutt, actual entrenador de Bolívar, a quien considera su amigo. Ambos se enfrentaron en la Copa Libertadores del 70.

En La Paz, empataron 1 a 1, y en Buenos Aires ganaron los argentinos 1-0. En el partido de vuelta Bolívar alineó a Nery, Cayo, Rojasachá, Villarreal, Rada, Costa, Tercilla (Coria), Ramiro Blacutt, Luján y Gómez.

River formó con Carballo, Ferreiro, Miguel Angel López, Recio, Dominichi, Chamaco Rodríguez (Gutiérrez), Merlo, Trebucq, Montivero (Minitti), Daniel Onega y Pinino Mas.

Para un futbolero de ley, que ama este juego desde que tiene uso de razón, encontrar a un ídolo es como volver a la infancia y recorrer imaginariamente, y en cuestión de segundos, muchas imágenes y recuerdos. Es una sensación linda pero con cierta nostalgia.