miércoles, 29 de septiembre de 2010

ACADEEE, ACADEEE

Blooming no la pasó bien en el primer lustro de la década de los 70. Lo suyo fue muy distinto a lo de Oriente. Si su máximo rival había saboreado las mieles del triunfo con el título logrado en 1971, la Academia había probado las hieles del fracaso al descender de categoría en 1974.
Entre Universidad y Guabirá conspiraron (arreglaron un resultado (1-1) para favorecer a la "U" y condenar a los celestes, está demostrado en los diarios de la época) para que un Blooming que andaba a los tropezones terminara en el piso. La mala jugada fue la estocada a un equipo sin recursos para potenciar sus planteles. En determinado momento, 1971, se volvió "Transportista", para que le cayeran unos pesos y de esa manera evitar la debacle total.
No podía mantener a sus buenos jugadores. Matateu primero y Luisinho después, cruzaron la vereda y se fueron nada menos que a Oriente; Capú a La Bélgica, Moscatelli a Bata, Edson retornó a su país, y Erwin Frey había sido cedido a Real Santa Cruz.
La Academia resucitó en 1976. Retornó a la Primera "A" con un equipo juvenil, tras pugar un año en la "B". De ahí en más, Blooming tuvo un repunte notable.
El hacedor del milagro fue Roberto "Tito" Paz Limpias, un ex jugador del club convertido en dirigente y próspero empresario. Su amor por Blooming hizo que no escatimara esfuerzos económicos y lo levantó hasta convertirlo en uno de los grandes del fútbol nacional como equipo y como institución.

Inicialmente, trajo de vuelta a Frey, contrató a Rubén "Cuchuqui" Valverde, al desaparecido Quico Vega, a los argentinos Carlos Huguenet y Daniel Castro, los hermanos Albacetti (Emilio y Alberto), a Rubén Rubino, Mamerto Gómez, Bonet y Baldessari.
Castro y Huguenet, junto al Flaco Frey, fueron claves en esta nueva etapa porque ayudaron a recuperar la esencia de un estilo que le había dado el mote de "Academia", entusiasmaron a una hinchada que no era populosa y que ayudaron a crecer, por juego y por carisma.
Llegó la época liguera y Blooming no detuvo su crecimiento.

* Foto: Blooming 1976. Happy Peredo, Vaca Pereira, Rubino, Alberto Albacetti, Rau y Erland Vega; Emilio albacetti, Daniel Castro, Huguenet, Mamerto Gómez y Jorge Vega.

ORIENTÍSIMO

La década de los 70 arranca de la mejor manera, con Oriente Petrolero como campeón boliviano en el torneo Nacional 1971, y con el fútbol cruceño como un gran protagonista en pleno crecimiento.
El entonces equipo de YPFB se consagra con Ladislao Jiménez en el arco, Campos, Antelo, Pedrozo, Ángel Baez; Benjamín Maldonado, "Narrí" Méndez, Jorge Moreno, Dedé, Toninho y Luisinho, y dirigido por Eliseo Báez.
Luego potenció su equipo sumando al argentino René Domingo Taritolay, al brasileño Jesús, a Choco Leaños
, entre otros, al grupo que integraban el veterano Pacho Flores y los jóvenes Rolando Justiniano, William Arias, Kelo Vargas, quienes se convertirían en el recambio necesario.
Posteriormente, incorporó a un grupo de jugadores nacionales de gran calidad, como el "maestro" Chichi Romero, Arturo Saucedo Landa, Erwin Espinoza, Miguel Aguilar, Tamayá Jiménez, se afirmaron Freddy Flores y Marañón, Wilson Herbas se ganó un lugar, y apareció un arquero con condiciones: Hebert Hoyos. Llegaron otros extranjeros como los paraguayos Villagra, Veloso, Duarte, Isabelino Sosa, Estanislao y Francisco Franco, Melgarejo; los argentinos Mario Acastello, Julián Cristaldo, Horacio Capiello, el Loco Lugano, Luis Manuel Blanco, Porcari, Lastiri (¿o Lastidi?), Santiago Rico, Calabró; y el brasileño Vanderlei.
Una mención especial para Erwin "Chichi" Romero y Taritolay, dos valores que marcaron época y que integran, sin duda, el equipo ideal de todos los tiempos de los refineros. Es más, para mí, Romero es el mejor jugador de Oriente en su historia.
De esa manera, incorporando jugadores con oficio y jerarquía, Oriente se mantuvo como un equipo competitivo que empezó a disputarle de igual a igual a los entonces poderosos Wilstermann, Bolívar y The Strongest.
Después vino la Liga, casi al final de la década, pero esa es otra historia.

martes, 28 de septiembre de 2010

ÉRASE UNA VEZ UN TIGRE

A The Strongest no lo veo jugar muy seguido, sólo cuando viene a Santa Cruz, ya que la televisión abierta pasa muy pocos de sus encuentros (y de la mayoría, en realidad). Pero la vez que presencio sus partidos, está muy lejos del famoso equipo que llevaba bien puesto el apodo de "Tigre".
El alejarse de la tradición futbolística, de la línea histórica, de las raíces que bindaban una identidad, es común en nuestro clubes, sin embargo, creo que en The Strongest se nota más que un ningún otro.
Nunca le tuve simpatía a The Strongest, pero lo respeté siempre. No me gustaba porque "ensuciaba" los partidos, demoraban el juego, sacaban a los rivales, manejaban a los árbitros con su experiencia, etc, etc. Hacían su juego, lo que les convenía en determinado momento en el afán de sacar un buen resultado.
Pero lo respetaba porque contaba siempre con grandes jugadores, que a la vez conformaban equipos de jerarquía, duros, difíciles, con mucho oficio, expeditivos, utilitarios, temperamentales y ganadores.
Cuando venía The Strongest uno imaginaba un buen partido, con todos los condimentos, futbolísticos y extra futbolísticos, con un visitante jugando al filo del Reglamento (y a veces tomándose ciertas licencias) y un local al borde de un estado de nervios si no anotaba de entrada o se encontraba en desventaja.
Así fue durante muchos años, sin embargo, de un tiempo no muy lejano a esta parte, The Strongest no es ni la sombra de lo que era. Hay una diferencia notable en cuanto a jerarquía, e incluso de característica, entre jugadores de una y otra época.
El The Strongest que perdió el domingo en el Tahuichi fue un equipo endeble, sin un perfil definido, que cayó mansamente. No mostró garra ni juego, sólo entusiasmo en un par de chicos que en otras épocas no hubiesen ni asomado el banco de suplentes.
El Tigre de antes daba miedo, el actual, da pena (cuando juega en Santa Cruz). Lo siento por sus hinchas.

ADVERTENCIA

Oriente goleó a The Strongest y va por más. Así lo anunció el director técnico Gustavo Quinteros tras la fácil victoria de su equipo, advirtiendo a sus adversarios que tengan cuidado de acá en más porque darán pelea hasta el final.
Ahora que el equipo está completo, que se cuiden los "ventajeros", dijo Quinteros, quien llamó de esa manera a varios equipos (¿a sus entrenadores?) por no haber atendido los pedidos de Oriente para postergar partidos mientras participaba de la Copa Sudamericana, obligándolo a jugar con oncenos alternativos.
Los albiverdes superaron el domingo, en el estadio Tahuichi, a un deslucido The Strongest tras haber quedado al margen de la Copa Sudamericana y ahora enfoca toda su atención al torneo Clausura.
El partido fue pobre y se desarrolló en un ambiente insalubre para el fútbol o cualquier otra actividad al aire libre, a raíz de la humareda que afecta al departamento por los chaqueos en el campo.
Oriente fue más que The Strongest sin llegar a mostrar un buen juego. Goleó y, como advirtió Quinteros, no hay que perderlo de vista.

VENTAJERO SIN VENTAJA

Bolívar hizo leña del árbol caído y se mantiene como uno de los líderes del torneo Clausura. Se impuso a un Blooming que se derrumbó hace varias fechas y que está cada vez más abajo.
Al "ventajero", tal como lo llamó Gustavo Quinteros por no haber postergado por segunda vez un partido con Oriente, le costó imponerse, sin embargo lo logró con el aporte goleador del uruguayo Ferreira, aunque no pudo sacarle ventaja a Real Potosí, con el que comparte el liderazgo.

Real Potosí no tuvo problemas para derrotar por goleada a Guabira en la Villa Imperial y terminó la primera rueda compartiendo la punta con Bolívar.
Los azucareros no lograron mantener la racha favorable de local en un reducto siempre complicado para los equipos cruceños y frenaron su escalada en las dos tablas, en la del Claura y la de los promedios del descenso.
Aurora le amargó la tarde a Wilstermann, que dejó escapar tres puntos muy importantes en su lucha por eludir el descenso. El Equipo del Pueblo perdía por dos goles e igualó en la recta final del encuentro.
La Paz FC aprovechó el desgaste de San José, de buena actuación en la Copa Sudamericana, y logró puntos vitales en su afán de escaparle a la zona del descenso.
Real Mamoré, otro de los complicados con el descenso, también aprovechó el trajín de Universitario en la Copa Sudamericana, y obtuvo un triunfo que lo mantiene en la pelea por mantenerse en la Liga.

* Foto Jornada.

lunes, 27 de septiembre de 2010

LA LISTA INTERMINABLE

Hablemos de jugadores antes de seguir con esta historia. La lista tendría que ser muy larga, porque Santa Cruz fue y es, aunque en menor medida en la actualidad, un gran semillero de futbolistas.
En los 30, las crónicas se referían a la capacidad goleadora de Roberto "Chanchito" Saucedo, la agilidad del arquero Benjamín Medina, la técnica de Armando Jordán, la potencia del puntero Ramón "Tahuichi" Aguilera, la habilidad de Clodomiro Lara y Eduardo Perlá, y la fortaleza física de Guillermo Millet.
Después destacarían el golero Eduardo "Chembo" Gutiérrez y el veloz Celestino "Aguachuli" Algarañaz, que integraron la Selección boliviana en el Mundial de 1950. Sobresalía un juvenil Erwin Frey junto a Teco Rojas, Freddy Chahín, los hermanos Lara, Róger Wills, Chino Aguilera, Carlos Oyola y Juan Carlos Velarde.
Nombres y más nombres de un fútbol rico en jugadores. En los 60, Melitón Rosales, Tito Melgar, Chiqui Herrera, en Destroyers;
el pandino Germán Benquique, Villa y Limberg Cabrera Rivero, en Blooming; Pacho Flores, en Oriente Petrolero; Jorge Moreno, Germán Parada, los chaqueños Tuffí y Abel Aré, Pelusa Reinoso, Ruso Catalán, Adolfo Rocabado, en Guabirá; Peji Hurtado y Carlos Villegas, en La Bélgica, Wilson Archanjo, en Universidad; Tufino y El Hage, en Real Santa Cruz.
Y llegaron los extranjeros en cantidad con el “profesionalismo”. El peruano Primo Gadea, al Always Ready cruceño, y luego su coterráneo Reynaldo Párraga, a Junín. Los paraguayos Jovino Mendoza, Inocencio y Carlos Larramendia, a Blooming; Juan Medina, Eladio Núñez y Dionisio Amarilla, a Destroyers; Ismael Purificación Benegas, a la "U"; Juan Ramón Ocampo, a La Bélgica; el profe Antonio Cabrera, Ladislao Jiménez, Antonio Pedrozo, a Oriente; Mendiola, Duarte, Melgarejo y Chuisano, a Guabirá. Los brasileños Matateu, Edson, Capú, Luisinho y Moscatelli, a Blooming; Jesús, Toninho y Dedé, a Oriente; Gerson, a Destroyers; Pafuncio y Fonseca, a La Bélgica; De Melo, a Guabirá; Coutinho, a Universidad. Muy pocos argentinos, el más recordado de esta época, fines de los 60, Silvio Rojas, de Oriente.
* Foto: Universidad 1969.

sábado, 25 de septiembre de 2010

LOS AÑOS DORADOS

En la década del 60 se produce un cambio en el fútbol cruceño. Se instaura el profesionalismo en 1965, varios equipos de la primera época desaparecen y surgen otros que potencian el campeonato local con cuadros bien conformados, reforzados con futbolistas extranjeros y algunos de ellos dirigidos por entrenadores foráneos.
Blooming y Destroyers le pusieron su salsa al fútbol cruceño con su rivalidad, pero aparece Oriente Petrolero para terciar en la disputa por la supremacía de una época dorada. Entre los tres se reparten los títulos de los años 60.

Blooming y Destroyers eran clubes patrocinados por gente entusiasta, grupos de amigos, en cambio Oriente por la poderosa empresa petrolera estatal, YPFB. Los refineros empiezan a sacar ventaja de su fortaleza económica contratando los mejores valores de la época, domina el torneo local en el inicio de la nueva década y se convierte en el primer equipo cruceño en consagrarse campeón nacional, en 1972, aunque por el torneo de Nacional del 71.
Oriente arma un equipazo, pero también contaban con grandes formaciones clubes emergentes como Guabirá, La Bélgica, Universidad, Real Santa Cruz, además de los ya tradicionales Blooming y Destroyers.
Una prueba de ello es que Guabirá se convierte en el segundo equipo de Santa Cruz en obtener el título nacional en 1975, rompiendo una vez más la hegemonía ejercida por clubes de La Paz y Cochabamba.
La aparición de excelentes jugadores de la cantera cruceña y la contratación de buenos futbolistas extranjeros permiten a los cuadros locales conformar planteles competitivos que destacaban en los torneos nacionales y se fogueaban con amistoso internacionales.
El boom cruceño duraría poco. Dos años más tarde de la consagración de los azucareros se crea la Liga del Fútbol Profesional dando inicio a otra etapa en fútbol boliviano y cruceño. Pero esa es otra historia.

* Foto: Toninho y Dedé festejan un gol de Oriente ante el América de Ecuador en la Copa Libertadores 1973.

viernes, 24 de septiembre de 2010

EL VIEJO SANTA CRUZ

El fútbol en Santa Cruz no cumple doscientos años, pero este es un momento para recordar y vale la pena hacerlo porque su evolución fue de la mano del desarrollo de esta pujante ciudad, que se embarcó en el tren del progreso a mediados de los años sesenta.

Acá se empezó a jugar en forma organizada en 1916, aunque la pelota comenzó a rodar por estas tierras mucho antes, llamado “sari” o “sarina” por los mojeños, según la obra "Una utopía cristiana en el Oriente Boliviano. Historia de las misiones jesuíticas de Moxos y Chiquitos", de Mariano Baptista Gumucio.

Del 16 al 68 tengo que recurrir a bibliografía, obviamente, entre ellas el libro de Pedro Rivero Jordán, "Retazos de Historia. 100 años del fútbol cruceño". Del resto recurro a mis recuerdos.

Los dos primeros equipos fueron Los Rosas y Los Celestes, que no era Blooming, que nacería décadas más tarde. La primera pelota de cuero la trajo un cura, Luis Vázquez, desde Sucre; y las primeras chuteras, llamados también cachos o botines, “con puentes de cuero”, las lució un tal Manuel Marcó. El primer campeón fue Mundial y Florida mandó en los 40, asediado por Estudiantes.

Aparecieron Blooming y Destroyers, en 1946 y 1948, respectivamente, aunque hay una polémica entre ellos al respecto, los destroyistas dicen que los bluministas surgieron como club unos años más tarde. Aún siguen discutiendo al respecto. Lo cierto es que con ambos el fútbol cruceño empezó a cambiar dentro y fuera de la cancha.

En la década del 50, Blooming se hizo sentir conquistando un doblete el 54 y 55, y logrando el título en el 58. Destroyers recién pudo ascender en el 59, el mismo año en el que se consagró campeón Oriente Petrolero, fundado en 1955 y de rápido ascenso a los primeros planos.

La Academia y los Cuchuquis, dos equipos de barrio, acapararían hinchas y se convertirían en protagonistas del primer clásico en serio. Por lo que se ve, nacieron polemizando, rivalidad que se acentuó en los años 60 con la llegada del “profesionalismo”.

Juntos aunque revueltos, escribieron nuevas páginas de esta historia que continuará en otro post.


* Foto: Blooming 1968, campeón cruceño

jueves, 23 de septiembre de 2010

PISANDO FUERTE

San José avanzó en la Copa Sudamericana haciendo sentir todo el peso de su localía. Atlético Huila no fue rival para el cuadro orureño que lo superó ampliamente en el estadio Jesús Bermúdez.
Tres zurdazos encaminaron la victoria y la clasificación del equipo santo. El primero del paraguayo Aquilino Villalba, el segundo del brasileño Regis De Souza y el tercero el del argentino boliviano Bejarano. El cuarto, anotado por otro argentino, Medina, de cabeza, resultó la yapa.
El paraguayo clavó un zurdazo en el área chica tras una excelente habilitación de De Souza, el brasileño definió con categoría tras una buena combinación con Bejarano, y este último convirtió un golazo de tiro libre.
Los tres fueron la pesadilla del Huila. Villalba resultó incómodo para los colombianos por su fortaleza física, De Souza por su habilidad y Bejarano por su técnica.
Sustentado por el juego de este trío, más la seguridad del arquero Palito Padilla, San José jugó un buen encuentro goleó y está en octavos de final.

* Foto El Deber.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EN LA PUNTA DEL CERRO

Universitario sigue escalando en la Copa Sudamericana. Esta vez dejó en el camino al paraguayo Cerro Porteño, tal como lo había hecho con el chileno Colo Colo en días pasados.
El equipo chuquisaqueño avanzó igualando en un escenario siempre complicado para los equipos bolivianos y disputando el partido sin ningún tipo de complejos, defendiendo con firmeza cuando estuvo obligado a ello y atacando con atrevimiento cuando tuvo la chance de hacerlo.
No se colgó del travesaño ni nada por el estilo, si bien por momentos pasó algunos sofocones, tuvo oportunidades de gol muy claras como para conseguir incluso una victoria y por una diferencia holgada.
En este empate con sabor a hazaña, mucho tiene que ver el inestimable aporte goleador de Roberto Galindo, quien está en una racha espectacular; la sorpresiva aparición del argentino Cirillo, autor del segundo tanto; y la solidez del también rioplatense Aguirre.
Si bien hay individualidades importantes, existe una destacada labor de equipo, por lo tanto vale un reconocimiento para el casi desconocido entrenador Javier Vega, que ha conseguido armar un grupo con mucho sacrificio dentro de la cancha, utilitario y muy solidario.
La "U" rompió los pronósticos. Era el equipo boliviano al que se le daba menos posibilidades de avanzar y ahora mira al resto desde arriba.

* Foto Jornada.

UNA PENA

Oriente vivió una noche triste en Ibagué. La grave lesión de Francisco Argüello lo cambió todo en un partido que empezaba a presentarse "remontable" y que acabó con una derrota que lo dejó al margen de la Copa Sudamericana.
A partir de la imprudente entrada de Hurtado que provocó la fractura de tibia y peroné de la pierna derecha del aguerrido volante paraguayo, al encuentro le sobraron minutos, ya que el estado de ánimo de los jugadores de Oriente, del Tolima y del propio árbitro, era de los peores.
Si el Reglamento permitiese suspender un cotejo por situaciones como esas, lo hubiesen hecho, pero el show debía continuar, y así fue. Ambos con uno menos por la expulsión del energúmeno Peinado y del no menos iracundo Bolívar, y con Tolima en ventaja con el gol madrugador de Medina, tras falla del Gato Fernández, y la escurridiza acción de Perlaza que le daba la clasificación.
Oriente sacó lo que le quedaba en sus reservas anímicas, aprovechó que Tolima le cedió la pelota y el terreno e intentó lograr al descuento que le daba el pase. No le sobraron argumentos para llegar al gol, insistió a través del juego aéreo, talón de Aquiles de los colombianos, pero no tuvo suerte ni precisión y se quedó en cero.

No se dio por vencido ni estando herido. Por eso sus jugadores salieron de la cancha de pie, con la mirada triste pero con la frente alta. Fue lo rescatable en esta noche desgraciada en la que luchó hasta el final.

* Foto El Día.

lunes, 20 de septiembre de 2010

TORNEO CLAUSURA

Tabla de posiciones

General
Local
Visitante
Pos.
EQUIPOPts.
PJGEPGfGCDif.
GEPGFGC
GEPGFGC
1 Aurora 17
10 5 2 3 16 11 5
4 0 0 8 0
1 2 3 8 11
2 Real Potosí 17
10 5 2 3 19 17 2
3 1 0 9 3
2 1 3 10 14
3 The Strongest 16
10 5 1 4 23 17 6
5 0 1 17 8
0 1 3 6 9
4 Guabirá 16
10 4 4 2 9 7 2
4 2 0 8 3
0 2 2 1 4
5 San José 15
10 4 3 3 18 16 2
3 1 1 11 8
1 2 2 7 8
6 Blooming 15
10 4 3 3 10 9 1
3 1 1 8 5
1 2 2 2 4
7 Bolívar 14
9 4 2 3 10 7 3
2 2 0 5 2
2 0 3 5 5
8 Universitario de Sucre 12
9 3 3 3 11 12 -1
3 2 0 9 4
0 1 3 2 8
9 Oriente Petrolero 11
8 3 2 3 11 12 -1
3 0 0 6 2
0 2 3 5 10
10 Wilstermann 9
10 2 3 5 13 15 -2
2 1 3 10 10
0 2 2 3 5
11 Real Mamoré 9
10 2 3 5 6 16 -10
2 3 0 6 4
0 0 5 0 12
12 La Paz 8
10 2 2 6 10 17 -7
1 2 2 4 6
1 0 4 6 11

* Tabla tomada de espndeporte.

ENCONTRÓ EL NORTE

Guabirá está cada vez más lejos de la zona del descenso y más cerca de los punteros del torneo Clausura, gracias a que se hizo fuerte como local.
Ayer, el Diablo Rojo fue el verdugo del tercer equipo paceño que visitó el estadio Gilberto Parada de Montero, La Paz FC, al que venció por 1-0. En días pasados había derrotado a los grandes de la sede de Gobierno, Bolívar y The Strongest.
El argentino Claudio Chacior ha logrado algo que sus antecesores no consiguieron al frente del cuadro norteño, asegurar la mayor cantidad de unidades jugando en su reducto. De esa manera, Guabirá escaló al tercer lugar, que comparte con The Strongest, a sólo un punto de Aurora y Real Potosí que suman 17 unidades.
Aurora igualó a Real Potosí al sorprender a Blooming en el Tahuichi Aguilera, en tanto que los de la Villa Imperial se dejaron alcanzar al perder frente a The Strongest, que remontó el marcador en el tramo final del cotejo librado en el Hernando Siles.
Bolívar sigue sin encontrar regularidad en su juego y cayó ante Universitario. Oriente perdió con un equipo juvenil ante Wilstermann en Cochabamba, y San José venció a Mamoré.

* Foto El Día.

DE MAL EN PEOR

Blooming se estrelló con su realidad futbolística. Si alguien le buscaba vueltas o excusas a su pobre rendimiento, seguramente se quedó sin argumentos tras la inapelable derrota que lo sumergió en una crisis de la que no le será fácil salir.
Ayer repitió las bajas actuaciones de las últimas semanas y cayó ante Aurora !por primera vez en su historia¡ en el Tahuichi Aguilera, bajando varios puestos en la tabla y provocando un notorio descontento en sus hinchas.

La Academia está pagando un alto precio por su inoperancia y falta de recursos a la hora de generar juego, por sus errores individuales y su desorientación colectiva, por su bajo volumen de juego y falta de variantes, por su carencia de entusiasmo y motivación, y su ausencia de mística.

Hoy por hoy, Blooming es un equipo sin respuestas a los problemas futbolísticos que se le presentan en un partido. No tiene a mano una solución táctica ni estratégica, individual ni colectiva, y tampoco cuenta con recursos anímicos que le permitan salir adelante apelando al amor propio. Se ahoga en un vaso de agua.

En las primeras fechas lo salvaron sus goleadores, Castillo primero, luego Sillero y Boyero después, pero al parecer cayeron en desagracia y ni ellos pueden darle una mano en este momento para disimular sus miserias futbolísticas y evitar la debacle.

Lo llamativo es que Blooming se vino abajo jugando de local, cuando era uno de los punteros del torneo Clausura y con el fixture favorable. Perdió ocho de los nueve puntos que disputó en las tres últimas fechas, dos al igualar con Real Potosí y seis tras sus caídas ante Oriente y Aurora.
Tenía la chance de sacar ventaja, sin embargo la dilapidó.
El propio Carlos Aragonés se muestra impotente, preocupado y fastidioso por todo ello. De ahí la reacción equivocada ante un reportero de Tv, que lo denunció por agresión, al final del encuentro
frente a los cochabambinos.
Ahora todo se le hizo cuesta arriba a Blooming, ya que tiene varias asignaturas pendientes difíciles de conseguir en un momento como este: jugar mejor, recuperar confianza, ganar de visitante.
Nada de eso compra en la botica de la esquina, y Carlos lo sabe muy bien.


* Foto El Día.

sábado, 18 de septiembre de 2010

LA CHANCHA Y LOS VEINTE

Conflictos no le faltan a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. Hoy el tema tiene que ver con el torneo Clausura y los participantes en la Copa Sudamericana, en realidad con Oriente Petrolero, ya que San José y Universitario no levantaron, todavía, la voz de protesta porque no les atienden pedidos de postergación de partidos.
¿Quién tiene la razón? Oriente, o mejor dicho, su entrenador, Gustavo Quinteros, que pretende que todos sus rivales se sometan, en una muestra de solidaridad, al rol de encuentros de su equipo en el certamen sudcontinental, o los clubes ligueros que exigen se cumpla el fixture liguero porque también, al igual que los albiverdes, velan por intereses propios.
Quinteros se queja de que Real Mamoré y Wilstermann no aceptaron postergar sus partidos y que Bolívar no quiere diferir, nuevamente, el duelo que debió disputarse hace un par de semanas y fue postergado para el 22 de este mes.
Dice, el DT refinero, que sus rivales quieren sacar ventaja. Pero cada cual vela por sus intereses. Seguramente que él, en su momento, haría lo mismo que aquellos que hoy critica, porque la prioridad es su equipo y no el rival.
Mamoré y Wilstermann se juegan "la vida" por su comprometida situación con el descenso y por ende no están en un momento en el que tengan que ponerse a pensar en el adversario. Bolívar ya le dio una mano al postergar para la próxima semana su cotejo.
Creo que, esta vez, Gustavo, a quien considero un excelente entrenador y merecedor del puesto de director técnico de la Selección nacional, se equivoca. Es más, eligió mal el camino en busca de una salida a su problema o al de su equipo, ya que seguramente no convencerá a nadie acusando, en cambio podría hacer modificar de parecer persuadiendo con argumentos válidos.
¿Es tan grave jugar, de vez en cuando, dos partidos por semana y con un par de días de recuperación? ¿Para qué están los que no entran a la cancha como titulares en cada encuentro? ¿Son simple relleno o son alternativas de cambio a la espera de una oportunidad?
Oriente clasificó a la Copa Sudamericana por méritos propios, por lo mismo continúa en carrera y puede seguir adelante. De verdad que este certamen se ha convertido esta vez en un premio en lugar de una pesadilla, a diferencia de lo que ocurría en los últimos años para los equipos nacionales. Pero es un asunto suyo, por más boliviano que sea.
El torneo Clausura, sus rivales, no pueden estar a su merced, y tampoco están obligados, aunque parezca mezquino, a cambiar la fecha de sus partidos para darle una mano. Quizá en un momento muy especial. Es la verdad. Cuando esté en la vereda de enfrente, quizá lo entienda.
Además, tampoco se puede pretender "la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos".

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL REINO DEL TERROR

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Como también es cierto que cada uno ve lo que quiere o le conviene y se hace el de la vista gorda de vez en cuando. Esto ocurre seguido con muchos periodistas deportivos.
Por ejemplo, algunos resaltan el aliento de las hinchadas en los últimos encuentros disputados en el Tahuichi Aguilera, incluso considerándolos héroes anónimos (?) pero dejan de lado la prepotencia de barras bravas que convierten a las curvas en su feudos e imponen la ley del más fuerte ante indefensos espectadores.
El domingo, en el clásico cruceño, una de las barras bravas envió a un grupo de matones (identificados con poleras) para que les reserven una cuarta parte de la tribuna donde se ubica, porque tenían previsto llegar cuando esté empezando el partido. Los "enviados especiales" limpiaron de intrusos el sector en forma violenta, a vista y paciencia de todo el mundo, incluso de policías.
El espectáculo que brindan las hinchadas, con todo tipo de alegorías, luces y humos multicolores, puede ser muy lindo y hasta emocionante, sin embargo no oculta la barbarie a la que nos tiene mal acostumbrados un grupo que, al parecer, no entiende el fútbol como un juego y lo quiere convertir en un acontecimiento donde reina la violencia y el miedo.
Los dirigentes no hacen nada por remediar este mal, que es otro de los tumores que tiene el fútbol boliviano, y que cada vez se agrava más sin que nadie le preste atención pese a los lamentables ejemplos de otros países.
Para ellos parece tener más importancia aquel prepotente que los presiona, lleva la delantera en los insultos y le pide entradas, que aquel hombre común que en la mayoría de los casos compra su entrada (la de él y sus hijos en su mayoría) con mucho sacrificio.
Este es un caso puntual, ocurrido en Santa Cruz, pero seguro que sucede también en el interior del país. Por ello, sería oportuno que el Gobierno nacional, así como tomó cartas en el asunto de la discrimación y el racismo, también se preocupe por lo que está pasando en los estadios bolivianos, por la violencia casi cotidiana, por el maltrato que recibe aquel que paga una entrada y que todavía piensa en el fútbol como ua distracción y una diversión familiar.

* Ilustración de Quino, tomada de internet.

CORAZÓN VALIENTE

Oriente tuvo un par de argumentos importantes para sacarle ventaja al Deportes Tolima, el corazón de todo el equipo y la cabeza salvadora de Mauricio Saucedo.
Le costó mucho al cuadro albiverde imponer una supremacía en el juego, pero ante la dificultad de ejercer superioridad futbolística puso en cancha otro atributo valedero en cualquier disciplina, la entrega, el temperamento, la fe y los deseos de ganar.
Fue así como Oriente le emparejó el juego al dinámico equipo colombiano que lo incomodó con la rapidez de sus jugadores y lo complicó, por momentos, con el vértigo de los volantes y la velocidad de sus atacantes.
Peleó todas las pelotas con mucho ímpetu y ante la imposibilidad de desbordar a la zaga del Tolima optó por el juego aéreo, especialmente en jugadas con pelota detenida, en busca de la cabeza salvadora de alguno de sus buenos cabeceadores, la del uruguayo Peinado, la de los argentinos Caamaño y Schiapparelli, o la de Hoyos.
En esa búsqueda incesante, apareció Mauricio Saucedo, con un recurso que no es su fuerte, sin las sutilezas que acostumbra pero con la determinación que hacía falta. Se anticipó a todos los cabeceadores y metió el testazo en el primer palo ante la sorpresa de propios y extraños.
Como el que busca encuentra, Oriente consiguió el gol y sacó la ventaja necesaria para esperar un poco más tranquilo la revancha. Fue, en verdad, un premio a la persistencia.

* Foto El Día.