Wilstermann y Guabirá son, en estos momentos, como el hambre y las ganas de comer, dada su ubicación en la tabla de promedios del descenso, uno más complicado que el otro, es cierto, y su necesidad imperiosa de sumar y sumar. Anoche, el hambre sufrió ante las ganas de comer. Sí, porque este Wilstermann urgido de unidades para no caer en zona de descenso directo y esperanzado en escaparle al descenso indirecto que lo agobia, perdió de ganar dos puntos en su reducto y le cedió uno valioso a un Guabirá, que como La Paz FC y Mamoré, es un rival directo en la lucha titánica por evitar el destierro asociacionista.
Guabirá necesita sumar y suma, aunque sea de a poco. Wilstermann también requiere conseguir unidades, en lo posible sumar de a tres en cada fecha, pero no lo hace muy seguido y se complica cada vez más.
Los azucareros salieron contentos del Félix Capriles por haber amargado a los aviadores. La verdad que, como están las cosas, no se pueden dar el lujo de endulzarle la vida a nadie.
* Foto Los Tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario