Pablo Repetto se presentará hoy en el entrenamiento de Blooming, aunque sabe que no hay vuelta atrás. Sólo pretende cumplir con su obligación, asistir a lo que aún considera su fuente de trabajo, aunque los dirigentes celestes opinen lo contrario, para que le cumplan económicamente tal como estipula el contrato.
No hubo acuerdo para la rescisión del contrato y cada una de las partes se mantiene firme en su posición. Repetto quiere 30.000 dólares para marcharse, en tanto que en Blooming sostienen que no tienen ese dinero y además ahora lo acusan de haber incumplido el contrato por no dedicarse a las divisiones, motivo por el cual le mandaron una carta de despido.
El entrenador uruguayo recurrirá a la FIFA para que le paguen y los directivos celestes lo demandarán al Tribunal de Resolución de Disputas por el mencionado incumplimiento de contrato.
Todo un lamentable culebrón. Repetto está dolido y molesto por el desenlace que tiene su alejamiento de Blooming, y los dirigentes de Blooming lo consideran un "caprichoso" porque no quiere llegar a un acuerdo económico que esté al alcance del club.
Lo cierto es que de un tiempo a esta parte, Blooming, sus dirigentes, modelo de conducción en el fútbol boliviano hasta hace poco, han actuado de una manera incorrecta, perjudicando la buena imagen de su institución, e incluso y poniendo en riesgo y en tela de juicio el prestigio bien ganado en los últimos años.
Nunca es tarde para darse cuenta de los errores cometidos. Es una muestra de humildad y grandeza, lo contrario, es soberbia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario