No fueron los 19 días y 500 noches de las que habla Joaquín Sabina en su canción. Ni tardó "lo que duran dos peces en un whisky on the rocks". Pasó mucho más tiempo para que The Strongest le volviera a ganar a Bolívar. Fueron 43 días y 730 noches de espera para que los atigrados volvieran a cantar victoria en el clásico paceño.
Después de esa casi eternidad y 13 duelos mano a mano que The Strongest se impuso. Rompió lo que parecía una interminable racha adversa con la misma receta que su archienemigo lo había liquidado muchas veces: contundencia.
Ayer, con un rejuvenecido Percy Colque, un entusiasta Thiago Leitao, un generoso Chumacero y un entonado Chavo Rivero, hizo los goles (Thiago, Colque y Saucedo) en los momentos que los necesitaba para cambiar ansiedad por tranquilidad, y cuando alcanzó la ventaja aguantó, se defendió, enredó a Bolívar y acabó celebrando su merecida victoria.
Bolívar es un equipo más ordenado y compacto que su rival, sin embargo no estuvo firme en defensa y careció, como muchas otras veces, de profundidad. Después de la igualdad (Da Silva) transitoria, merodeó el área rival sin lastimar, y así le fue.
The Strongest sigue en carrera con el ego reconfortado, y Bolívar con la certeza que nada es para siempre.
* Foto Jornada.
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