Bolívar trata de olvidar las penas que le genera la Copa Libertadores de América a punta de triunfos y goles en el torneo Apertura.Como en los viejos tiempos, cuando ganar y golear a los equipos chicos en condición de local era un mero trámite, el cuadro celeste paceño dio cuenta ayer de Real Mamoré, encajándole media docena en el Hernando Siles.
Lo curioso es que Bolívar empezó perdiendo y acabó goleando, aprovechando la debilidad del rival, la expulsión de uno de los zagueros benianos antes del descanso y las dificultades que tienen los equipos orientales para mantener el ritmo de juego en la altura.
El trago amargo de la Copa Libertadores pasó al olvido. Ayer todo fue mucho más dulce y más fácil: ganó sin dificultades, los brasileños Da Rosa y Da Silva, que no dan pie con bola en el torneo internacional, aportaron con goles (Da Silva incluso reeditó su bailecito (?) para festejar el tanto), y el uruguayo Ferreira volvió a ser el rompe redes del fútbol boliviano, con tres conquistas.
Así son los grandes de nuestro fútbol, torazos en rodeo propio cuando de campeonato casero se trata.
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