Ayer, 6 de junio, el Día del Maestro. Un reconocimiento a nuestros apreciados profesores del colegio. Pero en en este caso nos referimos a otro tipo de maestros, los del fútbol, aquellos que dictaron cátedra en las canchas del país en distintas épocas.
Hace un tiempo, en este blog, realizamos un homenaje a quienes deleitaron con su habilidad y talento, los “maestros” del fútbol boliviano, Víctor Agustín Ugarte y Erwin “Chichi” Romero, y a otros grandes jugadores como Ovidio Messa, Carlos Aragonés, Milton Melgar, Erwin Sánchez, Marco Antonio Etcheverry y Julio César Baldivieso.
Hubo otros, extranjeros ellos, que también forman parte de esa nómina, como Carlos Ángel López, Carlos “Lalo” Huguenet, Sergio Luna, Celio Alves y Jairzinho, por supuesto.
Hoy nuestro reconocimiento es a los goleadores que tuvo Bolivia. Cada uno en su época, aunque hay algunos pueden ser considerados de todos los tiempos por la cantidad de goles y la calidad de su juego.
La elección es muy subjetiva, caprichosa si se quiere, (e injusta porque por falta de memoria quedarán algunos en el olvido), porque se reduce a lo que uno vio y ve en el fútbol boliviano desde que tuvo uso de razón. Al fin al cabo, es un simple ejercicio de memoria y un juego en agradecimiento a quienes nos deleitaron con sus goles.
El gran Víctor Hugo “Tucho” Antelo, máximo artillero de todos los tiempos en nuestro fútbol. Convirtió 350 goles en su carrera y ocupa el puesto veinticinco entre los goleadores históricos del fútbol mundial.
El formoseño Juan Carlos Sánchez (263). Hombre-récord, convirtió siete goles en un partido de la Liga (Blooming venció a 1º de mayo de Potosí 13-0) y cinco en otro de Copa Libertadores (Blooming superó a Deportivo Italia de Venezuela 8-0).
Otros como el chapaco Fernando Salinas (201), Jesús Reynaldo (196) y el cordobés Horacio Raúl Baldessari (161), también dejaron su marca imborrable.
Contemporáneos como José Alfredo Castillo y Joaquín Botero, goleadores del mundo como Tucho, que superaron la barrera de los cuarenta tantos en una temporada. Botero es el mayor anotador de la Selección nacional de 1926 a la fecha.
Todos ellos forjaron su historia en la Liga del Fútbol Profesional. Sin embargo hubo otros, los de antes, cuando las asociaciones eran fuertes y presentaban a sus representantes en el campeonato nacional.
Fueron tiempos de otros recordados goleadores que conocimos más a través de los diarios o los relatos de las transmisiones radiales que por haberlos visto mucho, como Adolfo Flores, Juan Américo “El Tanque” Díaz y Limberg Cabrera Rivero (que llegaron a jugar en la Liga). El brasileño Dedé, Ismael Revollo, a Remberto Gonzales.
Algunos se acordarán incluso del argentino Roberto Caparelli, implacable atacante de equipos paceños. Los hinchas atigrados capaz que reclamen a Jorge Lattini, los de Blooming a Daniel Castro, los cochabambinos a Arturo López y William Ramallo.
Nombres más, nombres menos. Gracias a todos ellos, y también a los que quedaron en el tintero.
1 comentario:
Que tal, escribo de México para ver si me pudiesen dar una reseña del jugador Ricardo Pedriel, disculpen la ignorancia pero no solemos observar fútbol boliviano desde mi país, así que desconozco como se desenvuelve este delantero.
De antemano, muchas gracias
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