Blooming le amargó la vida a Oriente Petrolero otra vez. En una semana le sacó seis puntos del bolsillo en dos ocasiones y lo mandó a la ronda de perdedores del Play Off, remontando dos partidos que le eran adversos.
Como si quisiera revelarse al mote de gallinas que le quieren endilgar los orientistas, Blooming remontó los dos encuentros de esta serie eliminatoria, primero igualando 3-3 tras estar en desventaja por dos goles, y luego, ayer, dando vuelta el resultado, pasando del 0-1 al 2-1, demostrando enjundia ganadora.
Blooming volvió a tomarse su tiempo. Se dejó estar en la primera parte, no se acomodó al partido y terminó en desventaja. En el complemento se mostró diferente, mucho más comprometido con el juego y acabó dando vuelta el marcador, con el aplomo de los equipos que se sienten seguros de si mismos. Como si todo fuera cuestión de tiempo. Esperó su momento, no se desesperó y liquidó el pleito.
Oriente, a su vez, volvió a exponer sus serias deficiencias colectivas, fue perdiendo el control del partido paulatinamente y terminó superado por su rival. Sus individualidades no le dieron la mano al conjunto. Jhasmani Campos como Limberg Gutiérrez no gravitaron en la creación, Itacaré y Maraude fracasaron en el ataque, y la defensa tuvo altibajos.
Blooming dio vuelta la historia empujado por el temperamento de Alejandro Gómez, el desequilibrante accionar de Joselito Vaca y Luiz Carlos Vieira, y el oportunismo goleador de Carlos Saucedo.
Hoy, Blooming disfruta y Oriente sufre. Y, se sabe, la felicidad y la amargura, cuando de clásicos se trata, siempre tienen un plus.
*Foto: El Deber
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