martes, 17 de enero de 2012

YA NO MANDA CAPITÁN

DSC09625El capitán del equipo. Hace unos días, en Blooming se generó una especie de polémica en relación a quién debería llevar en cintillo de capitán en el campeonato que se avecina.
El tema fue puesto en consideración en facebook y los hinchas celestes que participaron se inclinaron por el colombiano Diego Valdez, en segundo lugar quedó el argentino Hernán Boyero y tercero José Luis Chávez.
Pregunto, ¿es tan importante para un equipo la figura del capitán en esta época? Si es así, ¿cuál es su importancia? Para mí, hoy no es lo mismo que antes. Se ha convertido en un mero representante que no incide en el equipo.
En otras épocas, el capitán era un personaje muy importante en un equipo de fútbol. Era el líder indiscutido del plantel y también casi un entrenador dentro de la cancha.
Cuando uno recuerda a grandes equipos de clubes o selecciones, asocia de inmediato el nombre de sus caudillos, especie de guerreros, héroes de grandes gestas que tenían influencia tanto en lo futbolístico como en lo anímico. Era quien debía dar la cara y ponerse el equipo “al hombro” cuando hacía falta.
En la actualidad, me da la impresión que para algunos jugadores la importancia tiene que ver con el ego y su afán mediático, y no con el verdadero rol de representante y de especie de guía cuando se pierde la línea.
Seguramente habrá otros que podrán cumplir el rol de capitán a cabalidad, despojados de perniciosas egolatrías. Por eso habrá que elegir bien y no confundirse con ciertas posturas que son engañosas
Porque, ojo, hay quienes se valen de posturas demagógicas para ganarse a la gente, confundiendo liderazgo y personalidad con malacrianza y berrinche. A estos es fácil identificarlos porque se besan el escudo de la camiseta cada dos por tres o quieren comerse “crudos” a indefensos jueces de línea por un supuesto error. La nueva jerga futbolera los define muy bien como vendedores de humo.
¿Cómo se debe elegir un capitán? Según los entendidos, pueden ser tomados en cuenta distintos aspectos, como el liderazgo, la experiencia, el tiempo que está en el club, su identificación con el equipo, la relación con sus compañeros, su actitud y personalidad.
El entrenador es, por lo general, quien define, aunque también delega la responsabilidad al plantel, para que elija su representante.
En el caso Blooming, por ejemplo, Boyero reúne las condiciones para ser capitán. Sin embargo, el entrenador Malvestiti decidió que sea el colombiano Valdez.
En realidad, estoy convencido de que lo más importante para un equipo es que encuentre el funcionamiento que le permita jugar bien y tratar de ganar partidos. Y que, a diferencia de otras épocas, el capitán es lo de menos.

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