A Oriente le fue de mal en peor en esta semana de fútbol liguero. El empate con The Strongest en el estadio Tahuichi Aguilera el miércoles pasado y la goleado sufrida ante Nacional Potosí ayer, en la Villa Imperial, sembraron dudas y deslucieron su inicio en el torneo Apertura.
El rendimiento frente al Tigre de Achumani fue muy flojo, con actuaciones individuales muy bajas y un redimiento colectivo deficiente. El que se llevó las mayores críticas en la inesperada igualdad fue el entrenador Carlos Ramacciotti, a quien desilusionados y enfurecidos hinchas le pidieron que se vaya.
Ramacciotti terminó por poner a los hinchas en su contra con algunas variantes consideradas descabelladas, como el cambio de Arce por Peña, autor del gol, poco después del tanto del empate logrado por The Strongest. A favor del entrenador habrá que decir que consultó al delantero, que horas antes había jugado en La Paz para la Selección nacional ante Perú, si podía seguir en la cancha y éste le pido el cambio.
Oriente se había mostrado como un equipo totalmente desorganizado, apurado, inseguro y sin muchas ideas, incapaz de mantener la diferencia lograda frente a un adversario sin mucha más ambición que el empate.
Ayer, primero fue víctima de groseros yerros arbitrales que lo perjudicaron (un par de penales a favor no sancionados) y luego de la voluntad ofensiva de Nacional Potosí, que acabó imponiéndose en forma merecida.Los resultados negativos generan un ambiente nada propicio para Ramacciotti, ahora obligado a que Oriente no solo gane, sino que también juegue mejor que en esta semana crítica.
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