Lo que nos dejó la primera fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. Cada cual con lo suyo.
La efectividad de Argentina, de la mano de la capacidad goleadora de Higuaín, el talento ede Messi y la habilidad desequilibrante de Di María.
Los albicelestes no solucionaron sus problemas defensivos (gruesos errores no aprovechados por Chile), tampoco mejoraron en el mediocampo, pero fueron letales cada vez que pisaron el área contraria.
El desorden de Chile. No hizo pie firme en defensa con una línea de tres zagueros que ofreció ventajas y espacios, el mediocampo generó poco juego pese a tener volantes de buen manejo, y en ataque pecó de inefectividad.
La convicción de Perú. El cuadro incaicó se mostró sólido y buscó el arco contrario con determinación, apuntalado por la experiencia de Guerrero, Farfán, Pizarro y Vargas.
El bajón de Paraguay. Los albirrojos mantienen el bajo nivel futbolístico mostrado en la Copa América. Perdió seguridad defensiva, no tiene jugadores de creación en el medio y es inoperante en ataque.
La recuperación de Ecuador. Tras una floja actuación en la Copa América, impuso su ritmo de juego como local, aprovechando la potencia y velocidad de sus jugadores.
La impotencia de Venezuela. Los de la vino tinto, que presentaron un equipo alternativo pensando en la segunda fecha, no pudieron con la fuerza y la rapidez de los ecuatorianos.
La vigencia de Uruguay. No es vistoso pero si efectivo. El seleccionado uruguayo saca ventaja de sus fortalezas, como el juego aéreo, la jerarquía de sus atacantes y la mística como equipo.
Las debilidades de Bolivia. El equipo nacional no tiene convicción a la hora de defender y le cuesta mucho llegar al gol.
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