A The Strongest le falta muy poco, casi nada, para volver a ser campeón y entrar en la historia de la Liga por ganar el título tres veces en forma consecutiva.
Fue una tarde redonda para el Tigre que le ganó a Blooming y San José dejó escapar de la manera increíble una victoria que se encaminaba a goleada y empató en Oruro, el escenario de sus grandes decepciones y amarguras.
The Strongest tuvo todo para acercarse al tricampeonato, capacidad de gol, un público que llenó el estadio Hernando Siles para darle su apoyo, entusiasmado con verlo dar una vuelta olímpica, que se postergó porque San José no perdió (de milagro…).
Ah! y también contó con un árbitro complaciente, sospechosamente localista como el “casi” mundialista Raúl Orozco que compró todo a favor del atigrado y se hizo el de la vista gorda en jugadas claves a favor de la academia cruceña.
Un par de ejemplos. No sancionó una falta de Barrera a Hugo Bargas en el área atigrada y tampoco cobró el empujó del colombiano Reina que dio origen a la jugada en la que el árbitro vio penal al delantero, estando un poco lejos y tapado.
Quizá The Strongest hubiese ganado igual si Orozco hubiese aplicado el Reglamento imparcialmente, como seguramente se esmerará en hacerlo en las pruebas selectivas para el Mundial de Brasil, porque es difícil para los equipos cruceños mantenerse firmes hasta el final y aguantar el ritmo del local.
Fue un buen partido el que se jugó en el estadio Siles, atractivo, con situaciones de gol, varios tiros en los postes y buenas atajadas de los arqueros (aunque otra vez una falla de Galarza, estigmatizado por sus errores en partidos claves, le costó caro a Blooming).
Me hizo acordar a un duelo entre ambos rivales en el año 78 en el mismo escenario, que definía el pase a la final. Fue 3-2 a favor del Tigre, que perdía hasta el minuto 43 del segundo tiempo, y hubo triangular en Cochabamba (Blooming, San José y The Strongest). Frey le atajó un penal al paraguayo Cañelas (en esta ocasión Galarza no pudo con el ejecutado por Escobar). Y acabó también con diez: entonces Edgar Vaca y ayer Rivero (por tonta reacción). El arbitraje del potosino Freddy Flores fue tan discutido como el de Orozco, por razones parecidas.
Ayer, Blooming jugó mucho mejor que otras veces, pero The Strongest fue más contundente.
La consagración de The Strongest es cuestión de tiempo. Si hasta puede dar la vuelta olímpica perdiendo.
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