lunes, 24 de noviembre de 2014
FELICIDAD SE ESCRIBE CON FE
La Academia se sacó de encima esa pesada carga de no poder ganarle a su rival de toda la vida de la manera que más se disfrutan los triunfos y más se sufren derrotas, remontando un resultando y sellando la victoria en los descuentos.
Bastaba ver la reacción de los celestes en las tribunas para darse cuenta de lo que representan estos duelos y lo que significaba para ellos estar tanto tiempo para gritarles en la cara a sus archirrivales el sabor del triunfo.
Era una herida abierta que parecía no sanar nunca, mucho más después de ese terrible primer tiempo que jugó Blooming, de los peores de mucho tiempo a esta parte, y en el que estuvo expuesto a que Oriente Petrolero definiera el partido sin dejarle la mínima posibilidad de cambiar la historia.
Mojica aplicaba una vez más la ley del ex y le echaba sal a la herida con su sapiencia y fortuna futbolera. Explotaba la media cancha y ponía en evidencia su apetencia goleadora.
Blooming era víctima de la jerarquía de Mojica, pero también de la mala actuación de Gutiérrez, Marrone y Torrico en el mediocampo, y los errores de Hurtado y Tordoya en la zaga. No hizo pie en el primer tiempo y lo pagó caro.
Pero el fútbol tiene esas cosas que a veces resultan difícil de explicar. El entretiempo los cambió a los dos equipos. A Blooming para bien y a Oriente para mal.
Blooming se llenó de fe y Oriente de inercia. Y, como para dar crédito a la sentencia religiosa, la fe movió la montaña. Joselito Vaca fue Lázaro, pero no resucitó el solo, revivió a su equipo. De su mano, Blooming hizo posible el milagro.
Joselito empujó a su equipo y arrastró a Marrone, a Almirón, a Hurtado, a Morales Salinas, a Pereyra y a Salinas, el artífice de la levantada a punta de goles.
Si Villegas prefirió especular con el resultado a favor, Mauricio Soria se las jugó con cambios que denunciaban su intención de ganar y su fe en el triunfo, con modificaciones tácticas y cambios claves, como el de Minadevino, en el momento preciso.
Minadevino fue el complemento ideal para Joselito en el tramo clave del partido y acabó siendo el héroe con una definición precisa y fría en un momento caliente.
Blooming acabó con su mala racha ganando un partido que marca por la forma en que lo consiguió. Se tuvo fe y lo logró.
EL FIN DE LA ALEGRÍA
Cayó ante Blooming en este encuentro tan especial y llenó de signos de interrogación su recta final en el torneo, en el que lucha por quedarse con el título.
Oriente supo ganar muchas de estas batallas, pero la de ayer, las más importantes de los últimos tiempos quizás, no supo ganarla, y acabó mordiendo el polvo de la derrota.
De puntero pletórico, solitario y gran candidato pasó a ser un líder triste y preocupado que comparte tal condición, aunque con peor diferencia de gol y un partido más que Bolívar, que es quien le disputa la gloria.
Oriente fue de mayor a menor en el partido y pasó, abruptamente, de la alegría inconmensurable a la tristeza sin remedio, presa, en el segundo tiempo, de un inmovilismo que le dio vida a Blooming.
En el primer tiempo abrumó a Blooming sacando provecho del total descontrol celeste en el mediocampo y la zaga, gracias a Mojica, que con inteligencia, jerarquía y, porqué no, fortuna, marcó una diferencia de dos goles que pudo haber sido mayor.
Mojica, que entró en la historia por igualar al argentino Raúl Horacio Baldessari como máximo goleador de los clásicos (17 goles), con una salvedad que engrandece lo suyo, él es volante mientras que “La Bruja” era centro delantero, fue vital durante media hora.
Pero Oriente fue “otro” en el complemento. Se dejó estar, dejó crecer a Blooming, no reaccionó nunca y se vino abajo. Prefirió especular, cuidar la ventaja, que seguir yendo al frente. ¿Una muestra? Villegas incluyó al volante Saucedo por el atacante Estigarribia.
No aguantó el entusiasmo de Blooming y se vio superado anímica y futbolísticamente todo el segundo tiempo, hasta morder el polvo de la derrota, con el peor de los epílogos, un gol sobre el final.
Oriente perdió algo más que tres puntos en el peor momento, se llenó de dudas y pasó de la felicidad a la amargura.
viernes, 12 de septiembre de 2014
POR QUÉ PIERDE BLOOMING
Hace un buen rato que la academia no puede vencer al cuadro albiverde, trece partidos que en tiempo son más de tres años, y que incluyen como siete derrotas y seis empates. Mucho, demasiado para cualquier hincha, sea del equipo que fuere.
El último clásico Blooming lo perdió porque fue una especie de flan casero por los laterales, en los que Hurtado y Morales resultaron una invitación a vulnerar la zaga celeste. Sin marca ni oficio, acabaron dinamitando las intenciones de su equipo desde un inicio.
Pero Blooming no tuvo sólo ese problema, también sufrió por la falta de jerarquía que mostraron varios de sus jugadores en un partido en el que hay que poner muchas cosas para ganarlo: ambición, determinación y seguridad.
Los laterales nombrados, más Didí Torrico, Manzano y Salinas no estuvieron a la altura del clásico y de lo que exige un equipo puntero y con historia como Blooming. Por eso, cuando Oriente cedió terreno e iniciativa, el equipo de Soria no encontró la manera de sacarle ventaja a la situación.
Entonces, este, el de la falta de jerarquía, un problema que la academia soporta hace un par de años y que esta temporada intentó resolver, pero lo hizo a medias, le impide ser un equipo totalmente confiable y lo hace trastabillar en partidos duros como son, justamente, los duelos entre celestes y albiverdes.
Esa y no otra es la razón por la cual el clásico cruceño tiene un mismo ganador hace tanto tiempo, y por la que los hinchas de Blooming continúan con la larga espera.
POR QUÉ GANA ORIENTE
Alejados de la euforia que rodea siempre a esos partidos, queda por decir que Oriente se quedó una vez más con el duelo eterno de los cruceños porque fue mucho más contundente y agresivo en su intención futbolística.
La pregunta que queda flotando en el aire tras este encuentro, es ¿por qué Oriente le gana hace trece partidos a Blooming? ¿Cuál es la razón para que se de esa supremacía?
Hay razones simples. Por ejemplo, una que es fundamental, Oriente arma mejores planteles que Blooming. Por lo tanto, cuenta con individualidades de jerarquía que inclinan la balanza en los momentos claves.
Hagamos un poco de memoria. Raldes antes, Mojica después, Meleán ahora le dieron las últimas victorias.Todos jugadores de selección…El albiverde viene contando con ese plus que no tiene su rival y lo hace valer.
Recordemos el anterior clásico, cuando Oriente estaba en desventaja en el marcador y con dos jugadores menos. Ahí apareció Mojica para la levantada memorable que acabó en triunfo inolvidable.
Y los triunfos, mucho más si son conseguidos con ribetes épicos, engolosinan, entusiasman, acostumbran, dan confianza, seguridad, y con estos condimentos, todo es más fácil y llevadero.
No por nada se dice que el fútbol es un estado de ánimo. Es por todo eso que Oriente, los clásicos, si no los gana los empata.
sábado, 30 de agosto de 2014
EL FÚTBOL HECHO PELOTA
Acusaciones por acá, insultos por allá, propuestas por ningún lado, y el fútbol hecho pelota por quienes dicen querer sacarlo adelante y que, en realidad, lo único que hacen es disputarse el poder como niños que se pelean por un dulce.
Toda la vida la misma historia. Primero, años 50 y 60, la pelea fue entre paceños contra cochabambinos, cuando en el fútbol boliviano todavía no daba señales de vida el fútbol oriental, y vallunos y altiplánicos se disputaban el mando.
En esos tiempos, Bolivia ya caminaba como el cangrejo, hacia atrás. Si embargo lograría su único título internacional de selecciones. La conquista del Campeonato Sudamericano de 1963 fue un oasis en el desierto.
Después, en los años 70, con el emergente fútbol cruceño abriéndose campo gracias al talento de su inagotable cantera, fue “collas” contra “cambas” y viceversa, a partir de la llegada de Edgar Peña (y luego Rómer Osuna) a la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol.
Una década que arrancó con la ignorada conquista de la Recopa sudamericana por Mariscal Santa Cruz, único logro internacional de un equipo nacional. Otra golondrina pasajera en un fútbol al que le costaba modernizarse y andaba de crisis en crisis.
La “casi” clasificación al Mundial de Argentina 78 fue otra brisa de aire fresco que duró muy poco. Una serie de despropósitos organizativos desaprovecharon una gran generación de futbolistas que acabó transformando el sueño en pesadilla en la triste Liguilla de Cali.
Los cinco goles que recibidos de Perú y los ocho de Brasil hicieron trizas la autoestima futbolística nacional, trauma que duró cerca de quince años.
El golpe fue tan duro y destructivo que produjo un “crack” y acabó creando un monstruo de tres cabezas. Nació la Liga del Fútbol Profesional para formar parte de una debilitada estructura conformada por la Asociación Nacional de Fútbol y la Federación Boliviana de Fútbol.
Fue un momento de promesas y traiciones que resquebrajó para siempre al fútbol nacional. Las asociaciones se debilitaron a tal punto que sus equipos apenas subsisten. El cambio estructural acabaría no siendo el mejor remedio para un fútbol enfermo.
A fines de los 80, el fútbol volvió a ser manejado por la dirigencia del occidente del país (Salazar Rivas, Saavedra Banzer, Guido Loayza y Sergio Asbún) hasta el 2000.
A la mitad de esa etapa, bajo el mandato de Loayza, Bolivia consiguió su mayor éxito de la historia. Clasificó al Mundial de Estados Unidos 1994 por mérito propio. Antes lo había hecho por invitación. Cuarenta y cuatro años que no asistía a una Copa del Mundo.
Era el momento del despegue para el fútbol nacional con una generación dorada (los Etcheverry, Melgar, Platiní Sánchez, etc, etc) . Al menos, eso parecía. Sin embargo, fue otro momento pasajero que acabó dando paso a un pasado conocido, lleno de frustraciones.
En 2000 volvió la dirigencia oriental, con dos cruceños, a comandar el fútbol, primero Walter Castedo y después Carlos Chávez, quien ostenta el mando hace ocho años.
La realidad indica que ni unos y ni otros ayudaron a este fútbol que pide cambios desde siempre. Hubo uno que otro logro, pero ninguna transformación que valga la pena.
La disputa mezquina continúa, como antes, como siempre, mientras tanto, el fútbol boliviano sigue hecho pelota.
jueves, 28 de agosto de 2014
CUCHUQUI Y MARRAQUETA
Año 1982. Blooming y Oriente Petrolero a la cancha. El anuncio del partido muestra a Jorge “Marraqueta” Lattini perseguido por el incansable José Luis “Cuchuqui” Valverde. El clásico cruceño otra vez a escena en el Tahuchi Aguilera.
Lattini hizo un gol, el del triunfo de la academia, lo acompañó con un corte de manga a los dirigentes e hinchas celestes ubicados en la tribuna de Preferencia, que lo insultaban por su escasa habilidad con la pelota, y su fue.
Valverde vistió por muchos años la casaca albiverde y quienes lo vieron jugar no lo olvidan y recuerdan su oficio y voluntad al servicio del equipo.
AFERRADO AL PRESENTE
La academia trata de no mirar atrás ni pensar en los últimos partidos ante Oriente Petrolero, porque los recuerdos no son buenos, y se enfoca en el presente exitoso, con un onceno que no tiene nada que ver con el de anteriores temporadas.
Mauricio Soria armó el equipo a gusto y paciencia, y el arranque no pudo ser mejor en cuanto a resultados, mostrando, además, un semblante futbolístico distinto y una actitud diferente, saludables, en comparación al del campeonato pasado.
Hoy la academia es un cuadro mucho más vital, con valores importantes como el experimentado arquero Suárez, el recuperado Joselito, el habilidoso Minadevino y el goleador Almirón.
Blooming llega bien, queda dicho, aunque con cosas por mejorar como equipo porque Oriente puede sacar ventaja si no las corrige, por ejemplo, el retroceso de los laterales, que en su afán de atacar, desprotegen a los zagueros centrales.
Es el precio de ser ofensivos dirá alguien, y es verdad, porque Blooming arriesga mucho en busca del gol, pero también es cierto que en el fútbol es tan importante atacar como saber defender.
¿Le pesará la racha adversa ante Oriente? Puede que sí, puede que no. ¿De qué depende? De la madurez como equipo. Porque si no arranca bien y pierde la línea, no podrá cambiar la historia.
Así llega Blooming al clásico cruceño, con la gran motivación de estar puntero y acabar con la seguidilla albiverde.
LOS NÚMEROS PESAN
Una docena de partidos con la mitad de empates y victorias albiverdes que relegan a un segundo plano el inicio en el torneo Apertura, en el que Oriente sumó un triunfo, un empate y una derrota.
Si el fútbol es un estado de ánimo, el refinero llega muy bien a este partido aparte frente a Blooming, a jugarse el domingo, aferrado a ese largo tiempo sin sufrir un traspié.
Oriente sacó ventaja considerable ante un Blooming que vivió en permanente crisis, dentro y fuera de la cancha, durante un buen tiempo, y ganó partidos que parecían imposibles de ganar, como el último, en el que con dos hombres menos, dio vuelta el marcador.
También es cierto que cada partido es una historia en sí mismo y que si bien los números pueden dar tranquilidad, no hay que dormirse en los laureles.
Hoy, Oriente tiene cosas por corregir. La caída ante Wilstermann, en Cochabamba, mostró a un equipo vulnerable en zaga pese a recibir pocos goles hasta la fecha y poco claro a la hora de generar situaciones de gol.
Eduardo Villegas se aferra a la experiencia de Raldes para acomodar la zaga y a la sapiencia de Mojica para tener más variantes de media cancha hacia adelante, y de esa manera contar con un equipo equilibrado.
Como siempre, hay un partido con resultado incierto, en el que estarán frente a frente, Oriente con su pasado ganador y Blooming con su presente exitoso.
miércoles, 20 de agosto de 2014
PASO A PASO
Esta vez superó a Petrolero de Yacuiba, con mayor dificultad que a Nacional Potosí, a raíz de su falta de contundencia, pero con la misma convicción que en el partido del debut.
Volvieron a ser importantes Joselito Vaca y Minadevino, la zaga central logró conservar en cero el arco de Suárez y se sumó Sergio Almirón para apuntalar un poco más a la idea de equipo que tiene Mauricio Soria.
Almirón volvió a ponerse la camiseta celeste y le bastaron cuarenta y cinco minutos para ratificar que es clave en el ataque y que sin estar en la plenitud física, es necesario.
El argentino corrigió lo que que había hecho mal el cochabambino Castellón en el primer tiempo, anotó el segundo penal de la noche y le dio la ventaja a la academia que terminó ganando con ese gol.
Blooming ganó, además, con el apoyo de su gente, que empieza a confiar en el equipo, lo demostró ante Petrolero, asistiendo en buena cantidad al Tahuichi, un poco más de diez mil.
Cada partido es un desafío y esto recién empieza, es cierto, pero avanzó otro poco en este largo camino. De eso se trata, de ir paso a paso.
lunes, 18 de agosto de 2014
VARGAS CÁTERIN
Tras estar un tiempo en el olvido, Vargas recuperó un lugar en el ataque albiverde y empezó a responde con efectividad y habilidad a la confianza que le brinda Eduardo Villegas, en busca de un ataque que aún no tiene titulares indiscutidos.
Ayer, ante el benjamín Universitario de Pando, Varguitas abrió el camino a la victoria con un frentazo y luego, tras gran acción personal en la que dejó mal parado a su marcador, con caño incluido, ayudó a consolidar el triunfo con un pase perfecto para que el debutante Estigarribia, como buen paraguayo, logre, con otro cabezazo, el 2-0.
Con su aporte se sacó de encima a un equipo pandino que empezaba a convertirse en un incordio en el partido, y que le hizo pasar un par de sofocones, incluido un pelotazo que devolvió el poste.
Así marcha Oriente en el campeonato, acomodando la carga en el camino. Sigue sin recibir goles y encontró el triunfo. Ideal seguir alimentando sueños.
martes, 12 de agosto de 2014
CELESTE ESPERANZA
El comienzo en el Apertura, ante Nacional Potosí, fue, por lo menos, alentador. Arrancó ganando y mostrando individualidades que lo pueden ayudar a jugar mucho mejor de lo que lo hizo en los últimos tiempos.
El argentino Minadevino y su hábil zurda (autor de un golazo, el primero de la noche); el recuperado Joselito, vital y talentoso; Tordoya y su fuerza y entrega en la zaga; más el espíritu batallador de Helmut Gutiérrez en el medio (ingresó en el entretiempo), pueden ayudarlo a consolidar un equipo interesante.
El domingo fueron los más rescatables de la academia en un encuentro en el que no tuvo dificultades para ganarlo por algunas cosas buenas, como la actitud y el desequilibrio de Joselito y Minadevino, pero también por la debilidad del rival.
Mauricio Soria tendrá que ajustar los laterales para no desarmarse tanto en defensa como le ocurrió por momentos ante los potosinos y revisar sus coberturas para no quedar tan vulnerable, ya que por querer ser ofensivo acabó siendo imprudente en jugadas de pelota detenida en el área contraria, al defender sólo con un jugador. Otro rival le pudo dar más de un dolor de cabeza.
El medio tuvo muchos altibajos porque el argentino Marrone fue irregular y Didí Torrico se cansó en el complemento tras una buena primera etapa (lo reemplazó Gutiérrez). Marrone puede ser importante en el trabajo de obstrucción si no se equivoca tanto en las entregas y presiona un poco más.
Otro punto flaco en el debut fue el ataque. El argentino Manzano, que anotó de penal el segundo gol, no engranó nunca con sus compañeros, en tanto que Castellón no encontró una posición difícil de descifrar (¿delantero, volante, lateral-volante…?).
Claro que le faltan jugadores que pueden ser fundamentales, como el zaguero Aguirre y el atacante Almirón. Con ellos puede aumentar mucho su potencial en la zaga y el ataque.
Así arrancó Blooming esta nueva temporada. Con buenos indicios, pero bastante por corregir. No estuvo mal para ser el debut.
PUNTO ALTO
Arrancó poniendo en práctica la idea en su visita a Real Potosí, con el que igualó sin goles en un partido en el que hizo negocio si se tiene en cuenta que el local tuvo varias chances para convertir y le expulsaron al golero Carlos Arias.
Arias vio la roja por pedir una falta contra él que no existió. Y se equivoca si piensa que “el área chica es del arquero” o que “al arquero no se lo puede ni mirar” en el área chica. El golero es un jugador más, con la diferencia que puede usar las manos, pero está sujeto al mismo reglamento que el resto.
Villegas empezó a mostrar su idea de contar con equipo firme, sólido, que cierre los caminos a su arco, que sea contundente y efectivo. La primera etapa va bien encaminada, ya que desde que asumió, Oriente no perdió.
Resta que el entrenador consiga el funcionamiento ofensivo que le permita ganar más seguido porque bajo su mando van más empates que triunfos.
No perder fuera de casa es un buen negocio y si es en la altura de Potosí, mucho mejor. Oriente cumplió su objetivo. Para empezar, no está mal.
viernes, 30 de mayo de 2014
EL FRACASO CELESTE
Su participación en el torneo Clausura fue totalmente negativa: 6 triunfos, 16 derrotas y ningún empate. Sumó menos puntos que partidos disputados, apenas 18 en 22 encuentros; y fue, por mucho, el equipo que más goles recibió, 50 en 22 cotejos.
El uruguayo Gustavo Díaz no logró armar un equipo sólido, al contrario, formó un cuadro débil en todas sus líneas, y el cochabambino Mauricio Soria, su reemplazante en el cargo, no logró corregir nada y la situación empeoró.
Díaz lo dirigió doce encuentros y Soria nueve. El suizo Denis Pilet, interino, un cotejo. Con el uruguayo ganó cuatro partidos, perdió ocho y recibió veintidós goles. Con Soria, ganó dos y cayó en siete ocasiones, pero recibió veinticinco goles.
Lo único rescatable para la academia en el segundo torneo fue la efectividad de su ataque, que, gracias a la capacidad goleadora del argentino Almirón, logró treinta y dos goles.
Los números son contundentes y reflejan lo ocurrido. Blooming tuvo una pésima defensa, un mal mediocampo y una regular delantera. Además, a la suma de males hay que agregar que no tuvo una idea definida de juego.
La mayoría de los refuerzos rindieron a cuenta gotas, como el español Koke (sólo juega partidos de local…), el paraguayo Ayala y Salinas; y otros resultaron un fracaso, como el uruguayo Iturralde y el argentino García en la zaga. Sólo se salva Almirón. Y Chávez, que una vez recuperado de su lesión empezaba a darle vitalidad a un mediocampo flojo.
Pero al hablar de refuerzos hay que ir un poco más atrás. La dirigencia celeste se equivocó de un principio al apostar por jugadores veteranos que aportaron poco y nada como Loaiza, Joselito Vaca, Gómez, Ortiz y Jiménez.
Otros como Escalante y Rea, no se adaptaron ni pudieron ganarse un lugar, y Valverde fue despedido por indisciplina. Para colmo, contrató a Diego Suárez y no jugó nunca por una lesión.
Hoy, al parecer, van en busca de más veteranos a pedido del entrenador, corriendo el riesgo de traer, nuevamente, jugadores del interior, pese al antecedente que en Santa Cruz, por lo general, fracasan.
Si de algo sufrió la academia cruceña en el último tiempo es de la falta de identidad y jerarquía, producto de una llamativa carencia de sentido común de quienes armaron sus planteles.
Lo cierto es que la actual dirigencia está en deuda. Se hizo cargo del club con un mensaje renovador, pero Blooming fue de mal en peor en todo sentido.
EL SUEÑO INCUMPLIDO
Oriente no pudo cumplir con sus objetivos pese a realizar una importante inversión económica y está obligado a volver a intentarlo en el próximo torneo, así se lo exigen sus hinchas y su historia.
El porqué del fracaso tiene que ver con que el equipo como tal nunca se encontró. Sus individualidades no engranaron, y como no tuvo un buen funcionamiento colectivo, acabó dependiendo de los chispazos de algunos jugadores, aunque demasiado intermitentes.
A raíz de esa falta de solidez como equipo, los jugadores no le dieron lo que se esperaba de ellos, aunque en este punto se podría llegar a una discusión interminable, de si fueron los jugadores quienes no ayudaron a armar el equipo o la falta de identidad del equipo perjudicó a los jugadores.
Lo cierto es que Arias no ofreció la seguridad de otros tiempos, Raldes no fue el mariscal del área que se esperaba, Mojica tampoco ofició como el director de orquesta que se pretendía, el español Quero no fue la joya de la corona y acabó siendo una lentejuela, y, por último, Duk extravió al goleador que ilusionó a los hinchas al principio.
El uruguayo Tabaré Silva también tiene su cuota parte en este intento fallido de ser gran protagonista, al no darle una fisonomía definida al equipo albiverde. Los buenos partidos de la Copa Libertadores fueron nada más que una golondrina que no hizo verano.
El entrenador charrúa se fue antes de lo esperado y dejó un equipo con cara de ciclo cumplido y la necesidad de renovación para volver a empezar con el intento de ser campeón.
La gran decisión tiene que ver con el nuevo entrenador. Eduardo Villegas está cerca. Es la prioridad por su exitosa campaña al frente de The Strongest.
Mientras esperan a Villegas, la operación rearmado ya arrancó. Llegó el volante argentino Matías García, ex Guabirá, como primer refuerzo. Un mediocampista organizador de juego, algo que no tuvo y necesitó.
El sueño de verano terminó en invierno convertido casi en una pesadilla. Pero empieza otro. Así es el fútbol.
lunes, 26 de mayo de 2014
UNIVERSITARIO ES EL MEJOR
La “U” demostró que sin estridencias, con humildad, sencillez, sentido común, un poco de fortuna y una conducción coherente, se puede puede llegar lejos en el fútbol.
La U no necesitó de grandes contrataciones ni millonarias inversiones para convertirse en el mejor equipo de un torneo en el que el más regular terminó siendo el campeón, y en eso tuvo mucho que ver el entrenador Javier Vega, un hombre de la casa, el camireño en quien se refleja su equipo.
Sin la billetera de Bolívar, el historial de The Strongest, el apoyo de San José, ni las contrataciones de Oriente Petrolero, Universitario fue creciendo partido a partido, no perdió con ninguno de los que también aspiraban al título y acabó bien arriba.
Fue, también, fuerte anímicamente. Lo demuestra el hecho de haber superado rápido un inesperado traspié, la caída por goleada ante Blooming en la recta final del torneo. Se recuperó, vapuleó a San José, un contrincante directo por el título, al partido siguiente, y no aflojó hasta dar la vuelta olímpica en Warnes.
Con la seguridad de Robledo en el arco, el buen fútbol del español De la Cuesta y Mauricio Saucedo en el medio; más el aporte goleador de Pinedo, Palavicini y del argentino Federico Silvestre, la "U" impuso lo suyo, un juego simple y efectivo.
El heredero de la plaza liguera chuquisaqueña que en su momento ocuparon Stormers, Magisterio Rural e Independiente Petrolero, volvió a festejar después de seis años de espera.
Y gracias a ello Sucre será también capital del fútbol, por ser la casa de la “U” y porque próximamente será escenario de la Copa Libertadores de América y la Copa Sudamericana.
Todo por Universitario, un merecido y flamante campeón.
viernes, 16 de mayo de 2014
UNA BUENA IDEA
Doce equipos en un torneo, son pocos, por eso, sería bueno aumentar el número, a catorce como se pretende, aunque mucho mejor serían dieciséis, como cuando nació la Liga.
¿Que no hay clubes fuertes para subir a la Liga? Todos los campeonatos del mundo tienen equipos fuertes y débiles, es como una ley del fútbol; además, será difícil que un club crezca compitiendo eternamente en las asociaciones.
En la cultura boliviana se cree que todos los equipos tienen que tener el mismo poderío, por eso, descender es como morir. Los dirigentes del club que desciende, por lo general, son los primeros en desanimarse, en vez de tomar impulso para retornar cuanto antes. Descender es parte del juego, tanto como ser campeón.
Aumentar de equipos es buena idea. Lo negativo de la iniciativa que proviene del presidente de la FBF, Carlos Chávez, es el momento en el que se la quiere implementar. Hacerlo ahora, ya nomás, una vez culminada la temporada 2013/2014, sería beneficiar a un par de equipos que están involucrados con descenso.
La Liga tiene que velar por su salud y la de los campeonatos, por lo tanto, debería tener cuidado en quitarle el “encanto” a los torneos, porque así como tienen premios, también deben tener castigos. Es parte de la sana competencia.
Todo tiene que hacerse en base a competencia y a méritos. Por ejemplo, el campeón y subcampeón del Nacional B, tiene un mérito indiscutido porque lo ganaron en cancha.
En cambio, los ligueros que están en el último y penúltimo lugar tendrían que ganarse ese derecho de permanecer en la Liga, y la única manera de hacerlo sería disputando con otros equipos los lugares restantes.
Por ejemplo, ¿por qué no armar una liguilla con un equipo representativo de cada región, aprovechando el receso del Mundial, y que los dos primeros se sumen a Universitario de Pando y Petrolero de Yacuiba entre los nuevos ligueros?
La Liga necesita de más equipos, pero tendría que aumentar el número de otra manera a la que se piensa hacerlo.
BOLÍVAR SE FUE DE COPAS
Sorbo va, sorbo viene, y ya está en semifinales, con la ilusión y convicción de llegar mas lejos en este mítico certamen sudamericano, como es la Copa Libertadores de América.
Dejó a Lanús a un lado en cuartos, como antes lo había hecho con los renombrados Flamengo, Emelec y León, dos veces, para meterse en las semifinales de un torneo que le es familiar por la cantidad de participaciones (30), y en el que además ocupa el octavo lugar en la tabla histórica de asistencias y puntajes.
Bolívar volvió a ser el Bolívar de otros tiempos, recuperó la mística de equipo ganador que mostró en distintas décadas y empezó a transitar esta versión de Copa Libertadores de América con aplomo, tras superar un arranque inseguro, y comenzó a escribir esta historia de manera distinta, con triunfos y empates valiosos que alegran a todo un país.
Mucho tiene que ver Xabier Azkargorta en ese cambio, del equipo inseguro y desorientado a este que reboza confianza y seguridad, porque recuperó a un plantel de jugadores importantes que ayudaron a construir esta ilusión.
El zapatazo espectacular del uruguayo Ferreira en el partido de ida en Lanús y la gran jugada de Yecerote que culminó el Conejo Arce grafican lo que es Bolívar, un equipo solidario en el que todos aportan, desde el arquero, pasando por el lateral y terminando en los atacantes.
Se viene San Lorenzo, el equipo del papa Francisco, en semifinales, pero para referirse a ello habrá tiempo de sobra, porque se jugará después de la Copa del mundo, a fines de julio. Ahora, a disfrutar lo conseguido hasta la fecha.
Bolivia festeja con Bolívar, el sibarita. ¡Salud!
*Foto diario Jornada
lunes, 5 de mayo de 2014
COMO SABE MEJOR
Esta vez se quedó con el duelo cruceño por excelencia remontando el marcador pese a la desventaja numérica en el marcador y en la cantidad de jugadores que tuvo durante un buen rato en el encuentro.
Lo ganó porque lo tiene a Mojica, un buen lector de momentos y situaciones del partido, que asumió el liderazgo y manejó los hilos ante un rival que se confundió con tantas cosas a su favor.
Al influjo de Mojica, Oriente disimuló muy bien las ausencias del Colorado Hoyos y el Gato Zabala (que había ingresado provocando un escandalo de Quero), expulsados en jugadas calcadas por agresión a Maldonado.
Manejó la pelota, le quitó ritmo y el control de la pelota a Blooming, no se desesperó ni se desmoralizó y fue al frente, conocedor de las limitaciones que tiene su rival a la hora de defender.
El descuento logrado por Meleán, poco antes del descanso, fue clave también, porque desconcertó a un Blooming eufórico, golpe del cual no se repondría, como se evidenciaría después.
Y un segundo tiempo inimaginable. expulsado el Gato Zabala, Blooming parecía tener todo a favor, pero se asustó ante tanta abundancia, no supo qué hacer, y ahí apareció Mojica.
El volante, que pasó de villano a héroe en una fecha, anotó el empate de tiro libre, ante craso error del golero Vaca (y van...) que sólo le puso tres hombres en la barrera a un gran ejecutor de pelotas detenidas.
Blooming se desarmó totalmente, perdió la línea y jugadores; se fue expulsado Pedraza al cometer un penal que le dio a Mojica la posibilidad de poner a Oriente al frente.
Luego el entrenador Soria aumentó el descontrol celeste sacando volantes y defensas (Chávez y García) para dar lugar a delanteros y volantes ofensivos (Ayala y Koke); desarmó toda la defensa, y Oriente, con muchos espacios en ataque a disposición, amplió el marcador contragolpeando.
El final tuvo a un Blooming con un gol más y un jugador menos (Gómez) y Oriente tratando de que pase rápido el tiempo para asegurar el triunfo que lo ayudará a disimular muchas cosas por unos días.
miércoles, 30 de abril de 2014
LA ACADEMIA NO DIO CÁTEDRA
Blooming en la última década, pocas satisfacciones y muchos sinsabores. Hoy cumple una de sus peores campañas en la Liga.
Apertura 2004: Penúltimo
Clausura 2004: Penúltimo en el octogonal final
Adecuación 2005: Quinto lugar
Apertura 2005: Campeón
Apertura 2006: Quinto lugar
Clausura 2006: Penúltimo en el hexagonal final
Apertura 2007: Sexto lugar
Clausura 2007: Tercero en el hexagonal final
Apertura 2008: Quinto lugar
Clausura 2008: Subcampeón
Apertura 2009: Noveno lugar
Clausura 2009: Campeón
Apertura 2010: Último en torneo de series
Playoff 2010: Eliminado en segunda ronda tras avanzar como mejor perdedor
Clausura 2010: Sexto lugar
Adecuación 2011: Quinto lugar
Apertura: Último en torneo de series
Clausura 2012: Quinto
*Tabla general de los tres últimos torneos (para promedios): Octavo lugar
Apertura 2012/2013: Cuarto lugar
Clausura 2012/2013: Octavo lugar
*Tabla general 2012/2013: Octavo lugar
Apertura 2013/2014: Noveno lugar
BLOOMING NO RETOÑA
Un motivo para festejar es, justamente, la visión y empuje de aquellos jóvenes que unidos consiguieron convertir a un club de amigos en una institución grande.
Otro, la fidelidad que han demostrado lo hinchas en los últimos tiempos de grandes decepciones y muy pocas satisfacciones, respondiendo favorablemente para poner el hombro con la intención de ayudar a su club a superar una grave crisis económica.
Para lamentar tiene varias cosas, empezando por la gran división que existe hoy entre pretender dirigirlo. Justamente, los unos y los otros, los bandos opuestos que hoy lastiman a su equipo, se alejaron del principal legado de sus antecesores, la unidad para ser más fuertes.
Como dice don Marcelo Rivero en el El Deber, a los celestes les toca vivir una “dolorosa realidad” porque “no hay luces para conducir el club, que requiere iniciativas, buen criterio”, ni “hay desprendimiento, como lo constaté hace un año en una asamblea: abundó la lata y escaseó la generosidad que otrora mantuvo al club a la vanguardia”.
Peleas intestinas y mezquinas han convertido un club ejemplo en una institución autodestructiva, débil, conflictiva y vulnerable por donde se la mire.
Su economía tiene los números en rojo; su equipo da pena y tampoco le cierran los números (apenas para salvarse del descenso, por el momento…); y su sede, de la cual hablan orgullosos, tiene el área social abandonada y convertida en vivienda.
Eso es Blooming hoy. El presente tiene que mucho ver con el pasado inmediato, que nadie se haga el distraído. Los que lo dirigieron hace poco lo dejaron hecho trizas y los que llegaron recién se están equivocando bastante.
Que la historia, su propia historia, les sirva de algo. Divididos no llegarán lejos, unidos puede que recuperen la mística y la pujanza que los hizo grandes.
martes, 29 de abril de 2014
DE JOYA A BARATIJA
El retorno de Raldes para comandar la zaga, el regreso de Mojica para que maneje la batuta en el mediocampo, la incorporación del español Quero como solista destacado y los goles que parecía tener Duk en las alforjas, inflamaron el optimismo.
Además, contrató a un entrenador uruguayo, Tabaré Silva, que había sido campeón en su país dirigiendo a Defensor Sporting, por ende conocedor del fútbol charrúa, con la idea de arrancar con todo y dar el batacazo en la Copa Libertadores dejando en el camino al histórico Nacional de Montevideo.
La apuesta era fuerte para recuperar protagonismo y obtener, de paso, los dólares que se estaban invirtiendo: Pasar de ronda en la Copa y ser campeón o a lo sumo subcampeón del torneo liguero para volver a la Libertadores la próxima temporada, lo que permitiría ingresar más de un millón de dólares.
Había un optimismo casi desmesurado que se disparó mucho más con el buen inicio en la Copa Libertadores. Hasta que, colorín colorado, el sueño se acabó.
Oriente, conforme pasaron los partidos, dejó de ser la joya que todos pensaban que era y se fue convirtiendo en una baratija. Es que no todo lo que brilla es oro.
Tabaré Silva no logró hacer funcionar al equipo, no pudo transmitirle una idea clara de juego y, lo que es peor, dejó que las individualidades se fueran diluyendo de a poco.
Hoy, Oriente trata de asegurarse por lo menos un lugar en la Copa Sudamericana, porque aspirar a la Copa Libertadores o al título parece algo más que un sueño de locos.
Se fue Silva y llegó Barrero. Un marco para un cuadro que no está para colgarlo en la pared. Al menos tratará de que se vea algo mejor. El clásico que se viene lo puede ayudar.
lunes, 28 de abril de 2014
NO TIENE CURA
La academia tocó fondo en todo sentido. No encuentra el camino futbolístico y tampoco tiene reservas anímicas para afrontar el pésimo momento. Esto quedó a la vista ayer, en su derrota ante el casi descendido Aurora.
El equipo cochabambino desnudó sus flaquezas y demostró que, a veces, con ganas se pueden suplir muchas cosas, disimular limitaciones, es posible ganar y hasta soñar con salvarse del descenso.
Lo peor de todo es que Blooming no puede ganar ni en casa porque los que juegan mal desde hace tiempo empezaron a contagiar a los que antes lo salvaban de vez en cuando, y, además, Mauricio Soria, cambia, busca opciones, pero todavía no dio en la tecla.
El equipo celeste fue víctima, principalmente, de lo mal que juegan sus centrales, el uruguayo Ithurralde y el argentino García, responsables del primer gol de Aurora, en complicidad con el arquero Vaca, que en los últimos partidos cometió muchos errores.
Ayer, Vaca le regaló el primer palo al atacante Díaz en vez de cubrirlo, luego que Ithurralde pifiara en su intento de rechazar una pelota y la actitud displicente de García dejara que el ex Blooming maniobrara con total libertad.
De mal en peor. En el primer tiempo todo se le hizo cuesta arriba a la academia. Se lesionó Chávez temprano, que estaba jugando un buen partido; se hizo expulsar el inoperante paraguayo Ayala; y la zaga regaló la apertura.
Después, al iniciarse el complemento, Almirón falló un penal. Todo andaba mal, sin embargo, a Blooming le cayó del cielo una chance y Salinas no la desaprovechó.
Pero Blooming es hoy el peor equipo del torneo, y si no lo es, pasa raspando. Defiende mal, no tiene reservas físicas para luchar ni recursos futbolísticos para buscar el triunfo y se cayó a pedazos, como Gómez, que dio todo lo que tiene (no se guardó nada) y se fue de la cancha lastimado por su esfuerzo y el deseo de darle una mano a su equipo.
Gómez, criticado casi todo el año, ayer fue lo mejor de la academia. Las limitaciones que la factura de la edad le van pasando podrán impedir una mejor versión suya, sin embargo fue un ejemplo de entrega, actitud y convicción. La contracara fue García, que en el entretiempo acusó una lesión y se quedó en el vestuario.
Y el resto. Vaca mal en el primer gol; Ithurralde se acordó tarde de que la cosa va en serio; Pedraza aceptable; Maldonado sin ideas; Ortiz no pesó en el medio; Joselito no tuvo con quien jugar; Salinas, el gol y punto; Almirón se vino abajo tras el penal y fue una sombra; Gonzáles (reemplazó a García) inseguro; Ayala, flojísimo. Una pregunta. ¿El paraguayo es más que el juvenil Pinto, que ingresó al final? Creo que no, al contrario.
Así va Blooming, cada vez peor, y sin posibilidad de curar sus males.
viernes, 25 de abril de 2014
¡FUERA SATANÁS!
Los dirigentes de los “Diablos Rojos”, en su aflicción por lograr cambiar su suerte, decidieron recurrir a la religión en busca de ayuda para que se consigan los resultados que necesitan para evitar la pérdida de categoría.
Con esa intención solicitaron a un sacerdote realice una misa en el estadio Gilberto Parada, donde juega como local, y que, vaya casualidad, es conocido como “La Caldera del Diablo”, en la que participó todo el plantel azucarero.
El cura bendijo a todos deseándole el bien a este equipo que necesita puntos para escaparle, por lo menos, al descenso directo, situación que disputa con Aurora.
La superstición también hizo presa de los azucareros, que a partir de ahora no quieren saber de apelativos como “Diablos Rojos” o “La Caldera del Diablo” para alejar las malas vibraciones o energías negativas.
No es la primera vez que un equipo recurre a misas y bendiciones. Lo hizo Blooming en una situación similar, y, sin querer ser agorero, no logró evitar el descenso.
Racing Club de Argentina fue más lejos. Atravesaba una grave crisis institucional que podía acabar en su desaparición, y sus dirigentes organizaron una procesión hasta su estadio, el Cilindro de Avellaneda, donde se ofició una una misa y se bendijo las instalaciones y a los jugadores.
Los de Racing de Avellaneda lo llamaron un acto de fe, los rivales, un excorcismo. Lo cierto es que, en este caso, la Academia se salvó de milagro.
La relación fútbol y religión es vieja, pero se ha estrechado en los últimos tiempos. Es común ver mensajes religiosos en las camisetas, santiguarse al ingresar y salir de la cancha, oraciones y otras muestras de fe.
También están a la orden del día las supersticiones, como ingresar al campo con el pie derecho, ya que, existe la creencia, que de lo contrario les puede ir mal; ponerse una hoja de ruda dentro de la media, repetir indumentaria.
Todo sea en pro de los buenos resultados. En este caso, Guabirá vale una misa.
miércoles, 23 de abril de 2014
LA SIESTA CRUCEÑA
Hoy, el panorama es triste y, en ciertos casos, sombrío. Oriente Petrolero y Blooming, los buques insignia de esta región, van de mal en peor en el torneo Clausura de la Liga, y Guabirá, que pretendía recuperar un lugar protagónico en el contexto futbolero nacional, lucha por no descender.
El novato Sport Boys de Warnes saca la cara, aunque en realidad comparte con Oriente el sexto lugar en la tabla de posiciones. Lo suyo es considerado bueno, siendo regular, porque es su primera experiencia en la Liga.
Mientras tanto, los paceños disfrutan de un presente inolvidable en la Copa Libertadores de América con Bolívar y The Strongest, con el plus de que pueden ganar el torneo en la Liga; los orureños están entusiasmados con la posibilidad de que San José sea campeón, lo mismo que los chuquisaqueños que se ilusionan con Universitario, y los potosinos que aún sueñan con un batacazo de Real Potosí.
Los cruceños achicaron sus pretensiones. El objetivo es terminar “entre los siete primeros” para conseguir un cupo en un torneo internacional. ¿Ser campeón? Ni pensar, hoy son palabras mayores.
Oriente arrancó el año con la idea de ser campeón invirtiendo mucho dinero y con el pecho inflado por ser el equipo más caro de Bolivia, pero se desinfló al compás del rendimiento de sus jugadores estrella que no aportan lo esperado.
El uruguayo Tabaré Vásquez no conduce bien lo que para algunos era “la Ferrari boliviana”, chambonea y da la impresión que en cualquier momento se estrella porque el fracaso anda cruzándosele en el camino.
Al parecer, sólo un milagro cambiará el final de esta historia. Si no logra clasificar a la Copa Libertadores puede debilitarse de cara al futuro por falta de respaldo económico.
Blooming, sin un objetivo claro ni definido, con equipo casi remendado, rearmado con jugadores que hace más de una temporada que no rinden, y, en su mayoría, sin la jerarquía necesaria para aspirar a algo importante, está a punto de tocar fondo otra vez.
El uruguayo Gustavo Díaz lo dejó peor de lo que estaba cuando llegó, mal armado, sin recambio, mal físicamente y peor anímicamente. El cochabambino Mauricio Soria lo reemplazó y sufre las consecuencias.
La academia invirtió mal lo poco que tenía y tampoco parece contar con mucho respaldo económico para realizar la revolución futbolística que necesita a futuro.
Guabirá empezó varios proyectos en una misma temporada a raíz de los pobres resultados. Sus dirigentes creen tener más de lo que dicen los números, por eso cambian de entrenadores cada rato, receta que casi nunca cura males, urgidos por resultados. Hoy apuestan a Álvaro Peña como salvador.
Los azucareros carecen de una estructura de club, siguen siendo un equipo que se maneja con mucha pasión, sin el tiempo ni la paciencia necesarias para consolidarse como institución que lo ayude a crecer.
Sport Boys aparece como el chico bonito del fútbol cruceño, ayudado por lo mal que anda el resto. Sin embargo aún lucha por alejarse de la zona del descenso y lograr un lugar en una copa internacional.
Es una especie de capricho y, como tal, se maneja de una manera distinta, que no se encuadra en un club de características normales, con estructura consolidada, pero tiene a mano recursos que lo ayudan a mantener una ilusión que no se sabe si será pasajera o duradera.
A este panorama negativo se suma el hecho de que los clubes de la Asociación Cruceña de Fútbol se debilitan cada vez más y no ayudan al recambio de jugadores como ocurría en otras épocas. (Callejas está último en el hexagonal del Nacional B).
Curiosamente, los clubes del interior, que no cuentan ni por asomo con una cantera como la cruceña aún en su peor momento, hoy tienen mejores valores jóvenes en sus planteles. La razón es sencilla, los buscan en todas partes, algo que los clubes no hacen.
El fútbol cruceño necesita volver a las fuentes, recuperar la vitalidad, el ingenio, la visión y la jerarquía que le dieron un lugar en el contexto nacional a partir de los años 70. De lo contrario, seguirá siendo un vagón de cola.
UN BUEN MOMENTO
Algo tendrá este Bolívar que eliminó al ponderado León, considerado por algunos el mejor y por otros uno de los mejores equipos de la primera fase de la Copa. Lo cierto es que dejó fuera de competencia a un buen rival.
La presencia de Xabier Azkargorta tiene mucho que ver, sin duda, porque hay un antes y un después del vasco. Antes, era un equipo sin rumbo, deslucido, irregular; hoy, muestra un libreto definido y mucha seguridad en su propuesta.
No hay un buen conjunto sin el aporte individual, y los jugadores mejoraron mucho su rendimiento bajo el mando de Azkargorta. Los españoles Capdevila y Callejón empezaron a aportar, reapareció la capacidad goleadora del uruguayo Ferreira, que además genera juego; y se afirmó el paraguayo Cabrera en la zaga.
Los nacionales son un capítulo aparte. Crecieron todos y son fundamentales en la estructura del equipo. Quiñones es totalmente confiable en el arco, Eguino recuperó un lugar, Gutiérrez está firme, Flores hace bien el trabajo sucio, Miranda no luce pero es clave como rueda de auxilio y Arce juega mucho más para el equipo.
Este Bolívar empieza a parecerse al Bolívar de los años 90, en su estilo y en su mística ganadora. Está siempre del gol cuando juega de local y es contundente cuando actúa de visitante.
Veremos hasta donde llega. De todas maneras, ya cumplió. Alegró al futbolero boliviano.
miércoles, 9 de abril de 2014
RUGE EL TIGRE
El Tigre hizo notar que Atlético Paranaense no es la mejor expresión del fútbol brasileño, al contrario, y le ganó el partido que no podía perder, ni siquiera empatar, para continuar en carrera, rompiendo un malefició de veinte años.
Eduardo Villegas tiene mucho que ver en este reconfortante logro que llegó en el momento justo, cuando celebraba su cumpleaños número 106, como para agradecer el apoyo incondicional de sus hinchas que llenaron el estadio Hernando Siles.
El entrenador lo armó con paciencia este equipo, sin recurrir a grandes gastos, dando oportunidad a muchos jóvenes, confiando en ellos y apuntalándolos con el vital aporte de dos veteranos que encarnan la mística atigrada: Pablo Daniel Escobar y Daniel Vaca.
Villegas creyó en chicos como Wayar, Castro (una verdadera revelación), Soliz, Chumacero, Bejarano y Chávez, que le respondieron sin complejos en partidos claves de esta Copa.
Le dio un norte a su equipo y juegue quien juegue mantiene una línea, una manera de jugar muy práctica, hasta utilitaria, en el que cada jugador desarrolla su potencial con confianza y seguridad.
Villegas les transmitió eso, confianza y seguridad, se nota, y eso ayuda a mantener una regularidad que distingue y hace fuerte a este The Strongest que avanza en la Copa y pelea por el título en el torneo Clausura.
Ayer fue Nelvin Soliz el héroe por su participación en los goles, pero también fue importante el resto, sosteniendo un partido que manejó casi siempre.
The Strongest se hizo fuerte en casa, como deber ser, y festejó el día de su cumpleaños. Bien merecido lo tiene.
sábado, 5 de abril de 2014
SE ACABÓ LA PACIENCIA
Parece un hecho que el uruguayo no seguirá. Pero en su caso, este Chavo, a diferencia del personaje del mexicano Chespirito, no se puede quejar de que no le tienen paciencia, ya que le tuvieron y mucha.
En los medios se comenta que la actual directiva estaría por emular al directorio que comandó Pimpo Bendek e ir en busca de un “hombre de la casa” como sustituto del Chavo.
Pimpo Bendek apostó por Víctor Hugo Andrada hace unos años, cuando reemplazó a Pablo Repetto, y le dio resultado, salió campeón. Aquello fue en una coyuntura especial, y Copito venía de campañas interesantes en otros equipos, aunque poco después fue despedido por malos resultados.
En este momento, buscar reemplazante por el lado afectivo, sin tener en cuenta la trayectoria y los resultados, sería lo peor que podría hacer la academia.
La situación de Blooming no admite experimentos. Los dirigentes deberían elegir con la cabeza, razonando fríamente, sin dejarse llevar por el sentimentalismo, ver las últimas campañas realizadas por los candidatos, y nombrar a alguien que le haya ido bien, para achicar el margen de error.
Además, ya les fue mal al caer en la nostalgia, creyendo en jugadores que en algún momento fueron importantes y hoy no saben cómo sacárselos de encima porque son una carga y una causa de este pobre presente.
Blooming se debilitó en los últimos tiempos por la falta de jerarquía en su plantel. Si hoy, a la hora de elegir a su nuevo entrenador, repite el error, puede pagarlo muy caro.
viernes, 4 de abril de 2014
OTRO MAL DÍAZ
Gustavo Díaz no lo puede sacar a flote pero se mantiene a salvo porque los dirigentes creen que la culpa de esta mala campaña no es del entrenador y sino de los jugadores: ganó 4, perdió 8, tiene una de las vallas más vencidas (22 goles en contra), y uno de los ataques menos efectivos (con 14 tantos).
Que se sepa, a todo equipo lo arma el entrenador, por lo tanto Díaz es tan responsable como los futbolistas. Díaz sigue incluyendo jugadores que no rinden, en algunos casos los expone, como en el de Loayza, quien nunca se pudo adaptar a la academia, juega mal y los hinchas se la agarran con él.
El uruguayo también utiliza de lateral a Bejarano, que es volante y no tiene capacidad de marca ni velocidad. E insiste con Ortiz y Gómez, que también tienen la tribuna en contra por sus constantes desaciertos.
En su defensa hay que decir el banco de suplentes no le ofrece muchas variantes, aunque el retocó el plantel a mitad de temporada y tampoco encuentra alguna alternativa en las divisiones menores.
Asimismo, deja dudas en el planteamiento de los partidos. Ayer, según dicen, hizo regar la cancha y cortar bajo el césped con la intención de tener un equipo veloz. Sin embargo, dejó en el banco al jugar más rápido que tiene, Ayala, quien podría haber explotado muy bien los huecos que ofrece Bolívar atrás al defender con tres centrales. El paraguayo jugó quince minutos y se hizo sentir…
Bolívar le ganó sin problemas, con un lindo gol del uruguayo Ferreira (derechazo desde el borde del área que se metió junto al palo), y pudo haber ampliado la cuenta ante el desorden defensivo de Blooming cuando salió a buscar la igualdad en forma desesperada.
En el gol, el zaguero argentino García, en vez de salir a tapar a Ferreira, se quedó haciendo doble marca con Ithurralde a Pedriel, quien, sin embargo, pivoteó cómo para el goleador uruguayo.
Acá hay que remarcar que uno de los tantos problemas que muestra este equipo del Chavo Díaz es que no marca en defensa ni en el medio, sólo acompaña, hace sombra, y así le va…22 goles en contra en doce fechas.
Blooming no pudo con la jerarquía individual de Bolívar, pero, sobre todo, no puede con sus propios males, aquellos a los que su entrenador no les encuentra remedio.
miércoles, 2 de abril de 2014
A MEDIO CAMINO
Tiene dos alternativas por delante en los once partidos que le tocan disputar, diez de la segunda rueda y el pendiente de marras, que lo jugará mañana en el Tahuichi Aguilera.
La buena noticia es que puede meterse en la lucha por un premio que le permita ingresar algunos dólares y disputar un torneo internacional, algo que se debe por historia y por el apoyo incondicional que le brindaron sus hinchas en los malos momentos.
La mala noticia es que si no hace buena letra desde el partido con Bolívar, puede sufrir mucho y vivir lo que resta del torneo mirando de reojo lo que ocurre con la tabla de promedios y atento a la suerte de aquellos que luchan por no estar involucrados con el descenso.
Esa es la realidad de este Blooming que hoy está décimo en la tabla del torneo Clausura, pero que si se queda con los tres puntos puede escalar al séptimo lugar.
Todo está en sus manos, en la de los jugadores y el cuerpo técnico, los dirigentes no pueden hacer nada porque ya hicieron lo suyo y aquellos errores cometidos a la hora de rearmar el plantel, ya no tienen vuelta a atrás.
El Chavo Díaz está obligado a encontrar agua en el desierto, armar un medio campo como la gente que le permita pelear con chance los partidos de local y visitante. Necesita más presencia y marca delante de la zaga central, lo demuestran los números: recibió dos goles por partido. Gómez y Sandoval son demasiado lentos y les cuesta recuperar la pelota.
Además, está obligado a sumarle, sí o sí, a Chávez a la intermitencia de Koke y encontrar un par de guerreros que equilibren el sector. La presencia de Loayza en este momento es contraproducente porque atraviesa un mal momento. No le aporta creación y tampoco vitalidad, es casi uno menos, y eso es demasiado.
Díaz debería dejar de seguir dando cabida a los “buena gente” y armar un equipo con mística que rinda en la cancha, de lo contrario le seguirá yendo mal.
Blooming tiene por donde empezar, cuenta con un buen arquero como Vaca, con el oficio del uruguayo Ithurralde y un goleador como Almirón. Ahora debe completar el equipo.
lunes, 31 de marzo de 2014
CON SABOR AMARGO
A Oriente le quedó un gusto amargo al dejar escapar dos puntos en casa que lo frenen en su intento de acercarse a los líderes, porque apenas pudo empatar y con un penal que llegó tras una falta discutida y polémica en el área del cuadro rojo.
A Guabirá no le valió nada ser azucarero porque también terminó compartiendo el sabor amargo al haber desaprovechado la oportunidad de ganar y empezar a tomar impulso en la segunda rueda para salir del fondo en los promedios y ubicarse mejor en la tabla del Clausura.
Alvaro Peña plantó en cancha un equipo seguro de sí mismo, decidido, concentrado, que le peleó sin complejos el partido a Oriente. Guabirá se paró firme y lo tuvo en jaque todo el primer tiempo con un buen desempeño colectivo, en el segundo tiempo aflojó pero igual pudo haber ganado.
Táctica y estratégicamente también fue bueno lo de la primera parte para los azucareros. Ríos y y Torrico tapando y ganándoles las espaldas a los laterales albiverdes en sus proyecciones, los volantes presionando lejos de su arco y apoyando en ataque.
El Oriente del uruguayo Tabaré fue la contracara, un equipo sin ideas, indeciso, desorientado, con individualidades por debajo de su nivel, inseguro en defensa, nublado en el medio y con escaso poder ofensivo, que se dejó llevar por delante por Guabirá.
La inclusión de Duk le aportó presencia arriba y, junto al uruguayo Martínez, fue referencia y alternativa de ataque, como opción para el juego aéreo.
Guabirá lo tenía en sus manos el triunfo, pero se quedó un poco al final, y Oriente presionó hasta que llegó a la igualdad de la mano de la polémica.
jueves, 27 de marzo de 2014
EL MÁS QUERIDO
Quero y Mojica, el más querido y el más respetado, activaron el despertador, madrugaron en el partido y temprano se pusieron a trabajar para conseguir una victoria que ayuda a seguir escalando en la tabla y también fortalece la confianza.
Oriente tuvo en ambos a un excelente creador de situaciones de gol y a un gran definidor que le sacó el máximo provecho a jugadas de ataque que encontraron mal parada a la defensa rival.
El español fue clave con su capacidad para tomar decisiones acertadas con la pelota en los pies y habilitar a sus compañeros de la manera correcta. Lo hizo en el centro que Peña transformó en gol a los 50 segundos y posteriormente en las acciones que Mojica mostró su chapa de definidor.
Bolívar jugó mal pero Oriente lo hizo todo más fácil con la contundencia que ayudan a edificar victorias en partidos que aparentan ser muy complicados, como el del domingo.
Mojica ya se ganó el respeto hace tiempo por su valioso aporte, pero esta vez la gente adoptó al diminuto Quero.
Los hinchas reconocieron y agradecieron al español su cuota de un talento que escasea, coreando su nombre. Hoy por hoy, Quero es el jugador más querido en un Oriente que va de su mano.
martes, 25 de marzo de 2014
TAPAN EL SOL CON UN DEDO
Lamentablemente, pareciera haber una confabulación para convertir en culpables a los futbolistas de la academia cruceña y en unos pobres e inofensivos muchachos a los hinchas atigrados que acorralaron e insultaron al entrenador de Blooming, Gustavo Díaz.
Si la provocación y el amedrentamiento a una persona por parte de un grupo no es considerado un abuso, estamos mal.
Todo llamativo en los medios. Muy pocas fotografías del escándalo, referencias que distan mucho de lo que se vio en las imágenes de televisión y calificativos como los de “delincuentes” en relación a los jugadores, llaman la atención.
“Gómez se queja que los policías los trataron como delincuentes… ¿cómo querían que los traten?”, dijo muy suelto de cuerpo un presentador de un programa deportivo en el canal estatal.
Decir que “la reacción de la Policía y la calma de los aficionados impidieron que la situación llegara a mayores” como indica un matutino, es faltar a la verdad, porque en realidad lo que se observó es que la Policía fue agresiva con los jugadores de Blooming y complaciente con los hinchas que insultaban e intentaron agredir al entrenador.
Además se señala que “el escándalo protagonizado por el ayudante de campo de Blooming y el técnico Gustavo Díaz con algunos hinchas del equipo local no llegó a empañar la victoria del Tigre, aunque causó indignación entre los aficionados”.
El entrenador de Blooming, se ve en las imágenes, lo único que hacía era tratar de calmar a sus jugadores, sin embargo se lo acusó de ser un provocador… ¿Será por eso que se pasa por alto lo hecho por hinchas?
En ningún momento se censuró la actitud de los seguidores atigrados que acorralaron al Chavo Díaz, situación que provocó la reacción los jugadores de Blooming, quienes, ante la pasividad policial, descontrolados, fueron en ayuda de su entrenador, forzando la reja que divide las graderías del campo de juego.
La Policía no le prestó mayor atención a lo hecho por los hinchas y simplemente se ocupó de los futbolistas, hasta utilizaron gases en el intento de aplacar su reacción y, finalmente, detuvieron sólo a una persona…al arquero suplente de Blooming, Braulio Uraezaña, de 18 años.
La reacción de los jugadores de Blooming no es aceptable porque hay normas que respetar, aunque se puede entender que en una situación similar (por lo que le sucedía a su entrenador) existe una reacción solidaria.
Hay una historia mal contada. Lo sucedido fue un acto de cobardía. Y los villanos no son otros que aquellos que los que algunos socapan y no se animan a señalar.
* Foto Página Siete