Ante Wilstermann, los más de treinta mil hinchas del cuadro celeste ubicados en las tribunas del Tahuichi Aguilera, le brindaron su agradecimiento y reconocimiento coreando a voz en cuello ¨Boyero, Boyero¨. El argentino, un creyente confeso, miraba al cielo, agradecía a Dios por su efectividad y luego al público, aplaudiendo.
Sus goles y su sencillez le brindan este lugar de privilegio en el afecto de los bluministas, siguiendo una dinastía de grandes goleadores que vistieron esta camiseta, como sus coterráneos Daniel Castro, Juan Carlos Sánchez y Horacio Raúl Baldessari, y el histórico Víctor Hugo Antelo.
Con un goleador las cosas son siempre más sencillas. Blooming lo tiene y le saca provecho. Boyero es pieza fundamental en este aceitado engranaje que armó Gustavo Quinteros. No jugó todos los partidos de
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