La esperanza es lo último que muere, pero la verdad es que la Selección boliviana no invita a soñar de cara a sus encuentros ante Argentina y Venezuela.Todo tiene que ver, obviamente, con lo mal que empezó las Eliminatorias. Por las sendas derrotas ante Uruguay y Colombia, de visitante y local, en el peor comienzo de esta etapa clasificatoria que se tenga memoria.
Bolivia desilusionó de entrada, especialmente por la pobre actuación que tuvo frente a Colombia, un encuentro considerado clave para hacerse fuerte como dueño de casa y atenuar los contrates que se pudiesen tener en el exterior.
El desencanto mermó considerablemente la confianza en el equipo nacional, por eso, seguramente, muy pocos se entusiasman con resultados favorables o se imaginan grandes actuaciones ante Argentina y Venezuela.
Bolivia, se sabe, es la única selección que perdió en sus dos presentaciones y que cayó en su reducto, mermando de inicio sus chances de llegar al Mundial Brasil 2014.
Hoy, el equipo de Gustavo Quinteros no goza de la confianza de los bolivianos. Para recuperarla tendrá que hacer algo bueno, por ejemplo, sumar por lo menos un punto de los seis en disputa, que no es mucho, en los dos compromisos que cerrarán la temporada de las Eliminatorias.
Cuesta imaginar que eso suceda. La realidad se encarga de marchitarnos la ilusión.
Bolivia desilusionó de entrada, especialmente por la pobre actuación que tuvo frente a Colombia, un encuentro considerado clave para hacerse fuerte como dueño de casa y atenuar los contrates que se pudiesen tener en el exterior.
El desencanto mermó considerablemente la confianza en el equipo nacional, por eso, seguramente, muy pocos se entusiasman con resultados favorables o se imaginan grandes actuaciones ante Argentina y Venezuela.
Bolivia, se sabe, es la única selección que perdió en sus dos presentaciones y que cayó en su reducto, mermando de inicio sus chances de llegar al Mundial Brasil 2014.
Hoy, el equipo de Gustavo Quinteros no goza de la confianza de los bolivianos. Para recuperarla tendrá que hacer algo bueno, por ejemplo, sumar por lo menos un punto de los seis en disputa, que no es mucho, en los dos compromisos que cerrarán la temporada de las Eliminatorias.
Cuesta imaginar que eso suceda. La realidad se encarga de marchitarnos la ilusión.
* Ilustración: Mafalda. Quino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario