A una semana de su retorno al seleccionado después de dieciocho años, se encuentra con un paro que impide el inicio del campeonato de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
Esta medida adoptada a instancias de Fabol por deudas de clubes a jugadores, en concreto, de Oriente Petrolero con Juan Carlos Arce, no será tan drástica como aquella de 1993 que duró aproximadamente ocho meses, sin embargo entorpece el sueño de Azkargorta: una Liga fuerte para una Selección competitiva.
La Liga se ve sometida de tanto en tanto a golpes bajos que deterioran su imagen y debilitan su credibilidad, y también afectan a la depauperada economía de sus clubes, a la competencia interna y merma la expectativa que genera un certamen.
Petrolero del Chaco, el benjamín del torneo, viajó desde Yacuiba hasta Potosí para enfrentar a Real Potosí y se encuentra con la novedad de que no habrá partido por el paro. ¿Quién paga los daños y perjuicios con el club chaqueño?
Tiene razón Federico Ibarra, presidente de Petrolero, al molestarse y amenazar con retirar a su equipo del torneo. ¿Por qué la Liga no ordenó la postergación de la primera fecha hasta que esté solucionado el problema para no correr ese riesgo y evitar lo que le pasó a Petrolero?
Impedir el inicio de un campeonato por un jugador que puede recurrir a instancias en las cuales puede reclamar lo adeudado, y, si tiene razón, que el club sea obligado a pagarle, resulta exagerado de parte de la agremiación de futbolistas.
Mucho más si los clubes cumplieron con sus obligaciones atrasadas solucionando 48 de los 49 casos pendientes. Fabol pudo, debió, dar un plazo más tratándose de un solo caso pendiente.
Ahora la Liga amenaza con suspender el torneo Apertura de la temporada 2012/2013. Si lo dicen en serio y es más que un cacareo, es para preocuparse.
Como para creer que la historia es cíclica y se repite cada tanto. Si estamos viviendo algo parecido a lo del 93. ¿O no, Azkargorta?
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