La Federación Boliviana de Fútbol deshoja la margarita para elegir al nuevo director técnico de la selección boliviana: ¿Julio César Baldivieso o Xabier Azkargorta?
Lo que primero tendríamos que preguntarnos es qué es lo que se pretende y de acuerdo a ello elegir el sucesor de Gustavo Quinteros. ¿Solo se quiere cambiar un “fusible” para salvar la situación o se busca alguien que empiece a generar un verdadero cambio?
Si el tema es salvar la situación coyuntural, tranquilamente puede ser elegido Julio César Baldivieso porque lo ha hecho bien dirigiendo a Aurora, equipo al que consagró campeón por primera vez en su historia.
Si se quiere otra cosa, por ejemplo, empezar a trabajar en serio en un proyecto que apunte a organizar el fútbol de otra manera, entonces la persona ideal es Xabier Azkargorta, por experiencia y conocimientos.
Creo que esta segunda opción es necesaria en el fútbol boliviano, que cada vez tiene que empezar de cero porque cada gestión no deja nada debido a que solo piensa en entrenar y jugar partidos con la selección mayor, y en su tiempo de ocio o descanso, no le aporta nada a nuestro fútbol.
Por eso pienso que Azkargorta surge como el entrenador que necesita el fútbol boliviano en este momento para intentar el tan mentado y reclamado cambio y, de una vez por todas, empezar a recorrer un camino con ideas y metas concretas.
Su figura no solo permitiría afrontar el presente con renovada esperanza, tratando de mejorar la campaña en la actual eliminatoria de la Copa del Mundo, también posibilitaría la reorganización de un fútbol sin planes ni proyectos definidos, pensando en el futuro.
Azkargorta tiene muy clara la situación en la que se encuentra el fútbol nacional y cuenta con un proyecto que apunta a atacar algunos de sus males. Tanto el Gobierno como la Federación Boliviana de Fútbol tienen conocimiento del mismo.
Baldivieso es un entrenador joven que seguramente tendrá su chance en la selección nacional, como en algún momento la podrá tener Mauricio Soria, sin embargo, reitero, hoy es un buen momento para que retorne el vasco Azkargorta.
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