Las protestas de los integrantes de la barra brava tienen que ver con la decisión de la directiva refinera de no seguir entregándoles entradas gratuitas a quienes no se registren en el club, poniendo fin a una mala costumbre de varias gestiones que daba lugar al negociado de unos cuantos.
La gente de Preferencia, que al igual que los de la general, curvas y butacas, por supuesto, pagan sus entradas, dio un mensaje claro de que no están de acuerdo con los violentos que fueron (¿son?) prohijados por algunos dirigentes y que lo único que hacen es convertir en algo riesgoso o peligroso lo que debería ser un esparcimiento familiar.
Los hinchas genuinos ya se expresaron, ahora resta que los dirigentes se sumen a esto que podría ser una cruzada contra los inadaptados que atentan contra el fútbol.
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