Hace unos meses no referimos en blog sobre el desembarco de Julio César 
Baldivieso en la selección nacional como director técnico, su particular comportamiento y su controvertida manera de ser. 
Dijimos que no pasaría inadvertido, más por su manera de ser que por los resultados que
 obtenga. Dicho y hecho. Se esfrasca cada vez en polémicas con dirigentes. 
Apuntamos que hay quienes lo 
apoyan incondicionalmente, pero que también existen muchos que no están de 
acuerdo con él y lo desaprueban. Eso se mantiene, aunque ahora son muchos más los que están en contra suya que a su favor.
Indicamos que el apoyo mayoritario lo tiene en el occidente boliviano por haber vestido la camiseta de Bolívar, Wilstermann y el seleccionado nacional, y que sus
 detractores se encuentran en el Oriente por su postura "anti camba". Hoy lo critican allá y acá, y cada vez más.
Señalamos que su incontinencia 
verbal potenció su condición de 
personaje polémico y dividió  aguas. Desde octubre a la fecha, aumentó leña al fuego.
El cochabambino, lamentablemente, fue, hasta la fecha, fiel a si mismo. Nunca le transmitió paz y tranquilidad a una selección boliviana que necesita de un ambiente donde haya unión para hacerse fuerte.
Ojalá cambie, de lo contrario no durará mucho en el cargo, más aún si los resultados no lo acompañan.
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario