EL TALÓN DE AQUILES

Bloooming y Oriente Petrolero están renovados y reforzados. Sus dirigentes se movieron a tiempo y consiguieron casi todos los jugadores que tenían en sus planes para potenciar sus planteles.
Oriente incluso contrató a Gustavo Quinteros, el entrenador que pretendía desde hace un tiempo a partir de los éxitos del argentino en Blooming, incluidos los clásicos, acortando la distancia que favorecía a los albiverdes.
A Quinteros se suman el arquero Hugo Suárez, los zagueros argentinos Schiapparelli y Fassi, el volante Nicolás Suárez, posiblemente Juan Carlos Arce en caso de que no aparezca una suculenta oferta del exterior, y además aseguró a su jugador estrella, Joselito Vaca, que estuvo a punto de volver a Blooming y también de emigrar al Náutico brasileño. La dirigencia hizo un nuevo esfuerzo económico (otro más y van...) y lo retuvo.
Quinetros ofrece calidad de trabajo y un equipo en orden y con orden. Suárez reemplazará a Sergio Galarza, que de ídolo pasó a villano para muchos hinchas y dirigentes. De Schiapparelli y Fassi se espera aporten el oficio que caracteriza a los zagueros argentinos. Nico Suárez trae polenta y voluntad a un sector que le faltaba equilibrio. Y Arce, se sabe, es desequilibrio puro en ofensiva.
Blooming no se quedó atrás. Recuperó al Gato Zabala y a Cacho Hurtado, llenó un vacío en la zaga con el argentino Imperiale, reforzó el medio incorporando a Mauricio Saucedo y al paraguayo Villalba, y en el ataque sumó a José Alfredo Castillo y Hernán Sillero.
Con Zabala y Hurtado cubre la bandas. Saucedo es talentoso de gran técnica a quien le llegó el momento de dejar de ser el hijo de Saucedo Landa (aquel gran puntero derecho de Oriente en los años 70 y 80) para convertirse en valor indiscutido. Villalba, dicen, le aportará fuerza y llegada por el sector derecho del mediocampo. Sillero ofrece alternativas ofensivas con gol.
Castillo merece un párrafo aparte. Es el mejor delantero de la última década en el fútbol boliviano, pero perdió su tiempo y desaprovechó su talento. Blooming le ofrece una excelente oportunidad para volver a ser el gran goleador que es.
Los dos clubes incorporaron buenos jugadores, queda dicho. Sin embargo, el casi al que nos referimos al principio, tiene que ver con dos puestos clave que ambos equipos aún no lograron ocupar con valores garantizados y que, para mí, son los puntos vulnerables de celestes y albiverdes en este momento.
O sea, Oriente sigue sin un goleador de cepa y Blooming sin un arquero que brinde total seguridad. En ambos casos, podrían convertirse en el talón de Aquiles que tire por la borda todo el esfuerzo que están realizando para armar buenos equipos.