José Luis Chávez es hoy el lugarteniente del capitán Alejandro Gómez, pero muestra pasta para convertirse en el comandante de un mediocampo que mezcla técnica y despliegue, virtudes que lo distinguen.
Tiempo al tiempo, pero su madurez futbolística es notoria. Poco a poco se va convirtiendo en un valor fundamental. Lo demostró en los dos últimos clásicos, en los cuales aportó con goles pero también con la dosis de energía y juego que le hacen falta a un equipo.
Chávez, además, tiene a su favor que es un jugador polifuncional. Se desempeña en varios sectores del mediocampo. Ayer fue un valor al servicio de su equipo: marcó, ayudó en el armado y llegó al gol.
El resto del mediocampo celeste tuvo un aceptable desempeño. Gómez y Alvarez trabajaron con oficio, y Luiz Carlos mejoró con la pelota (no se quejó ni protestó tanto). El paraguayo Villalba necesita más minutos en cancha, y Cacho Hurtado remolonear menos con la pelota.
La defensa cumplió, pese a algunos sofocones causados por el Conejo Arce. El de Sánchez sigue siendo el sector más vulnerable.
Arriba, Ackerman y Sillero siempre peligrosos. A José Alfredo Castillo le está costando alcanzando el ritmo de sus compañeros.
* Foto El Deber.
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