En Bolivia, el fútbol está vivo gracias a los clásicos, que gozan de buena salud.
Bolívar, The Strongest, Blooming, Oriente Petrolero, Aurora y Wilstermann empezaron el año ilusionando a su gente, que reventó estadios para verlos.
El éxito de la Copa AeroSur demuestra que al aficionado boliviano, un ser ciclotímico a la hora de apoyar a su equipo, le sigue interesando este juego. Por eso colmó las graderías en los estadios en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Curiosamente, el gran interés de los hinchas por ver a sus equipos con sus nuevos planteles contrasta con la encuesta dada a conocer por la red ATB que indicaba que la gente asistía cada vez menos a los estadios en Bolivia, decepcionada por las pobres actuaciones de la Selección nacional.
El interés por el fútbol habría decrecido en los aficionados bolivianos de 55 a 51 por ciento entre 2008 y 2009, de acuerdo el trabajo realizado por Ipsos, Opinión, Apoyo y Mercado.
Por lo tanto, lo visto el martes en el Hernando Siles de La Paz, el miércoles en el Félix Capriles de Cochabamba y el jueves en el Tahuichi Aguilera de Santa Cruz, no deja de ser llamativo.
Es cierto, los clubes tienen la chance de renovar expectativos a corto plazo, con la Selección no ocurre lo mismo porque por lo general queda sin posibilidades muy rápido, sumando fracasos tras fracasos que atentan con el entusiasmo por el fútbol.
La desmotivación del aficionado/simpatizante que, a diferencia del seguidor fiel, necesita alicientes permanentes para asistir a un estadio, provoca esa ausencia de gente en la mayoría de los partidos del campeonato liguero.
Con el seleccionado fuera del Mundial de Sudáfrica, los aficionados centraron su atención en sus equipos, quienes les devolvieron la esperanza renovando sus planteles. Dependerá de sus campañas para contar todo el año con el gran apoyo de este inicio de temporada.
* Foto El Día
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