A Bolívar le faltó juego y le sobraron palabras en su visita al Juan Aurich de Perú, perdió dejando una pobre imagen y está practicamente eliminado de la Copa Libertadores de América.
Los jugadores hablaron de acabar con los papelones, que era la oportunidad de ponerse otra vez en carrera, que si hacían un gol lo celebrarían bailando la diablada para reivindicar el tradicional baile que se disputan bolivianos y peruanos, que era ganar o ganar, etc., etc.
El técnico Escobar, a su turno, se refirió al fuerte viento de Chiclayo, de "saber manejar la brisa con inteligencia", del pique de la pelota en pasto sintético, de rematar de larga distancia y de anular a Manco y Tejada.
Bla, bla, bla. Al final, Bolívar no dejó una buena imagen, no convirtió goles, en el primer gol que recibió, el viento engaño al arquero Arias, no hizo pie en la primera etapa, remató poco de larga distancia, no pudo con Manco ni con Tejada y volvió a perder.
Todo le salió al revés a Bolívar y quedó relegado al último lugar de su grupo, detrás de Alianza Lima, Aurich y Estudiantes. Sus jugadores y su técnico se olvidaron que a boca cerrada no entran moscas.
* Foto sports.yahoo
No hay comentarios:
Publicar un comentario