Blooming se ha convertido en una caja de Pandora. Está llena de sorpresas, positivas y negativas. No se sabe qué le depara su suerte de un partido a otro.Sus hinchas aguardan lo mejor, aunque también saben que puede suceder lo peor, porque como la famosa historia de la mitología griega, además de esperanza, encierra tanto alegrías como tristezas.
El pasado domingo logró una victoria de visitante ante Universitario y ayer apenas pudo empatar con la Paz Fútbol Club en una opaca actuación que desalentó a sus hinchas.
Estuvo a punto de perder, pero al final empató. Sin embargo, un punto de tres como local no es un buen negocio aunque le permita conservar el liderazgo en el torneo, porque en realidad dejó escapar dos unidades valiosas que seguramente las necesitará en el futuro.
Estuvo dos veces en desventaja y le costó evitar una derrota que parecía inminente. La aparición salvadora del uruguayo Enrique Díaz le permitió empatar el encuentro.
Este Blooming esta lleno de hechos curiosos. Se mantiene puntero sin mostrar la solidez de un verdadero líder. Ganó de visitante y no pudo de local.
La semana que no pudo trabajar, Clausen logró dos triunfos, sin embargo, cuando tuvo toda la semana para “corregir” defectos y empezar a imponer su sello, tropezó.
Asimismo, es la segunda vez que deja escapar puntos de local en este torneo. Las dos veces con equipo que luchan por salvarse del descenso, primero fue con Mamoré y ayer con la Paz FC.
La Paz FC, por su parte, ratificó su condición de revelación del campeonato poniendo freno a la academia con la vieja fórmula de agruparse para no dar espacios y atacar de contragolpe. Lleva cinco partidos sin perder (es el cuarto encuentro de visitante con resultado favorable: tres triunfos y un empate).
Ahí está Blooming, entre promesas y traiciones, puntero. Vaya uno a saber hasta cuando, si al fin y al cabo se ha convertido en una caja de Pandora.
* Foto diario El Deber.
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