The Strongest se amargó solo, por su ineficacia, por su inseguridad defensiva, y de estar a un paso de la clasificación quedó al borde de la eliminación en la Copa Libertadores de América.Dilapidó sus mejores momentos futbolísticos por su falta de efectividad y contundencia, y al final terminó regalándole la posibilidad del empate al Internacional de Porto Alegre que no desaprovechó su oportunidad.
La falta de gol y los desaciertos defensivos del Tigre hicieron que lo que parecía concluir en fiesta acabase en una jornada llena de tristeza para los atigrados. Solo acertó Ramallo y el tanto parecía alcanzar para ganar porque el Inter se mostraba derrotado.
Pero este The Strongest está hecho para correr y meter, para imponerse por entusiasmo y voluntad, pero no está preparado para manejar partidos ni para evitar situaciones que le pueden complicar la vida, como generar faltas que convierten acciones intrascendentes en jugadas de peligro y defender lejos de su arco.
De una falta cerca a la media cancha vino el gol del empate, con pifia de por medio, que terminó otorgándole en inmerecido premio al equipo brasileño y un duro castigo al cuadro local.
El Inter de Porto Alegre será un recuerdo triste para The Strongest a partir de ahora. Lo avergonzó en el partido y lo amargó en el de vuelta.
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