RUGIÓ LA ACADEMIA

Blooming curó sus heridas, las que le dejó el clásico cruceño, con mucho sacrificio. No le fue fácil, para ello tuvo que domar al Tigre de Achumani, nada más y nada menos.

Fue un encuentro parejo, bien disputado, con mucha entrega, situaciones de gol para ambos equipos, quizá un poco más claras para los atigrados, sin retaceos ni concesiones, y con una clara ambición de triunfo de los dos lados.

Blooming se impuso porque fue más certero y porque no desmayó nunca en su intento por quedarse con los tres puntos, incluso superando adversidades que le presentó el partido, por el juego de The Strongest y por el desgaste realizado en los noventa minutos.

Galarza se encargó de mantener en cero el arco celeste, oponiéndose ante claras chances de Escobar y compañía, con importantes atajadas, y el incansable Boyero se ocupó de encaminar la victoria con un cabezazo letal y oportuno.

Néstor Clausen, debutante como entrenador celeste, mostró su oficio realizando variantes que ayudaron a evitar el desmoronamiento cuando The Strongest presionaba en busca de la igualdad, y permitieron un triunfo holgado al final. Torrico dio la tranquilidad y el Óscar Díaz, de penal, selló el resultado.

Blooming debió trabajar mucho y sin tregua durante todo el partido para poder disfrutar de una victoria clave en su lucha por un futuro mejor. No le fue fácil doblegar a The Strongest, pero lo hizo.

* Foto diario El Día.