Desde 1977 hasta 2002 se disputaron las finales para consagrar al campeón nacional. Partidos de ida y vuelta, y en caso de desempate, encuentro extra en campo neutral. Así se definía antes y se lo volverá a hacer a partir de esta temporada.
En 2003, los dirigentes determinaron que no se jueguen más las finales porque consideraban injusto que uno de los ganadores de torneos terminara sin reconocimiento, y que el éxito obtenido en un certamen quedara en nada, como si hubiese sido un fracaso, si se perdía la finalísima.
De ahí en más se consagraron dos campeones, uno del Apertura y otro del Clausura. A partir de la fecha, seguirán existiendo estos dos campeones, pero se sumará un título, algo así como el Campeón de Campeones.
Hasta acá todo bien, sin embargo la Liga del Fútbol Profesional se caracteriza por sumar absurdos en su historial y, a mi entender, uno de ellos es lo que pretende con la definición de la Copa de Campeones: Si un equipo es campeón del Apertura y el Clausura, no obtendrá automáticamente la Copa de campeones, sino que se medirá con “el mejor segundo” (el segundo que haya sumado más puntos teniendo en cuenta los dos torneos). O sea, el campeón definirá un título con un subcampeón.
Pero acá no acaban los desatinos. La Liga hará definir un título de temporada a equipos que ganaron torneos de… distintas temporadas. The Strongest, campeón del Clausura 2011/2012, tendrá que enfrentar al campeón del Apertura 2012/2013, o, en su defecto, como se apunta en el anterior párrafo, al subcampeón…
Cabe una pregunta al respecto: ¿el ganador de la Copa de Campeones, a qué temporada corresponderá? No quedara más que a la del 2012, teniendo en cuenta nuevamente el viejo calendario, ya que a partir de este año la temporada liguera arranca en julio y no en enero.
Cosas de la Liga.
1 comentario:
Es increible lo que hacen los ligueros, es tan complicado hacer las cosas simples?
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