viernes, 30 de octubre de 2009

LA MALA COSTUMBRE

El fútbol boliviano parece no tener cura porque quienes tienen que encontrarle el remedio a sus males son los primeros en atentar contra su salud. El caso de la participación de esta disciplina en los Juegos Deportivos Bolivarianos lo demuestra.
A sólo un par de semanas del inicio de la cita deportiva bolivariana, la Federación Boliviana de Fútbol condiciona la actuación de la representación nacional a la entrega de recursos económicos para solventar todo tipo de gastos, desde alimentación hasta la compra de chuteras, e incluso "imprevistos".
También se quejan que no se planificaron amistosos.
La FBF puede tener razón porque el Gobierno no atiende las necesidades de ninguna disciplina deportiva como corresponde. Sobran palabras y promesas pero escasea el dinero. Sin embargo, debieron alertar y reclamar con firmeza mucho antes, y anticipar que si no estaban dadas las condiciones por esa falta de apoyo, no se participaría en los Jugos Bolivarianos.
Hoy es demasiado tarde para lamentos. Bolivia está obligada a competir porque es el anfitrión de un evento muy particular, que se desarrolla en una sola sede, pero como Sucre no tiene infraestructura para ciertas disciplinas, otras ciudades serán subsedes, como Tarija (canotaje), y también otro país, Ecuador, para deportes que no tienen arraigo ni tradición acá.

El fútbol, sus dirigentes y otros actores, siempre están dispuestos a situaciones bochornosas, esta vez no hubo excepción a lo que parece casi una norma. Y el Gobierno que no ayuda a que las cosas mejoren.


* Foto de la Selección boliviana Sub 17 que participaría en los Juegos (Diario La Razón).

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