Los hinchas de Blooming llenaron las tribunas del estadio Tahuichi Aguilera llenos de fe y de optimismo, convirtiendo en una gran fiesta futbolera el primer encuentro de la final con Bolívar.
Alrededor de 40.000 espectadores colmaron las gradas, muchos de ellos cargados de bengalas de colores, serpentinas, papel picado y petardos (por momentos mal utilizados), además de la infaltable sirena que suena hace tres décadas en la tribuna de Preferencia cada vez que juega la Academia. Fue más local que nunca.
Este Blooming no es un fiel exponente del repertorio futbolístico que le valió el mote de Academia, que tiene que ver con lo vistoso, sin embargo se ganó la confianza y el cariño de sus hinchas a punta de esfuerzo y entrega.
Ayer, la gente le hizo saber a Gustavo Quinteros, hoy en Bolívar, que lo recuerda y le agradece porque con él Blooming fue campeón en 2005. Lo hizo coreando su apellido cuando abandonaba la cancha por haber sido expulsado. Pero, acto seguido, surgió desde las tribunas el "Coopiiito" "Coopiiito" para Víctor Hugo Andrada, en una muestra de afecto y también de agradecimiento por haber cambiado la suerte de Blooming.
Todo fue de Blooming. El triunfo, la gente, la fiesta y la bolsa. Todos contentos por eso, pero jugadores, cuerpo técnico, hinchas y dirigentes, dicen que van por más.
* Foto El Deber.
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