Blooming se quedó con el clásico y es otra vez uno de los candidatos a conquistar el título del torneo Clausura.
Se puso en carrera al ganarle a Oriente Petrolero sin que le sobre nada de brillo en cuanto al juego, aunque con una gran dosis de esfuerzo, de entrega y sacrificio.
Fue esta vez, como casi siempre en este certamen en realidad, un equipo desprolijo, de muy mal trato de pelota, con muchos más defectos que virtudes, que se dio modos para neutralizar a Oriente y defender la ventaja tempranera conseguida por intermedio del argentino Boyero (¡cuándo no!).
Oriente tampoco jugó un buen partido, algo que viene ocurriendo desde hace varias fechas. Apeló al pelotazo como argumento de ataque y fracasó. La derrota le impidió quedarse con el liderazgo que ahora vuelve a ostentar Blooming.
La Academia cada vez le hace menos honor a su apelativo, de estrecha relación con el fútbol atildado, vistoso, de buen trato de pelota (recurrió al pelotazo dividido casi siempre, ante la incapacidad de sus mediocampistas para manejar la pelota y dar dos pases seguidos), sin embargo se quedó con un triunfo muy importante para sus aspiraciones de conseguir su sexta estrella.
Así es el fútbol. Hoy le alcanzó con poco e igual lo disfruta. Tampoco es para menos, frenó a Oriente, ganó el clásico y está puntero.
* Foto El Deber.
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