Nuevos vientos soplan por la Máquina Vieja desde hace unos días. Destroyers dio un brusco pero necesario golpe de timón que puede influir de manera favorable y decisiva en la suerte del viejo y querido Destructor, que navega desde hace un tiempo averiado, destartalado y sin rumbo definido.
La esperanza de cambio tiene que ver con la elección de un nuevo directorio, integrado por un grupo de genuinos cuchuquis, encabezados por Pedro Rivero Jordán, que permite a los hinchas destroyistas a renovar la fe, dar rienda suelta a la ilusión y soñar con recuperar la mística y el orgullo que los distinguía en otros épocas.
Choco Rivero, un destroyista de pura cepa que se formó en las divisiones menores aurinegras hasta llegar a Primera, es una garantía porque quiere a Destroyers, es una persona que tiene las ideas claras respecto al manejo de un club de fútbol, que entiende de este juego, que asegura un manejo institucional transparente y responsable, y que cuenta con la credibilidad suficiente como para acercar a aquellos hinchas que se alejaron por las malas gestiones y la falta de éxitos.
Por todo esto, es la mejor noticia en mucho tiempo para los hinchas del Destructor, que empezó a surcar los mares de las esperanzas futboleras en 1948 y hoy necesitaba que alguien lo ayude a salvarse, ya que hace años que hace aguas por todos lados, razón por la cual estaba cada vez más cerca del naufragio definitivo que de llegar a buen puerto.
Se dice, y creo que con razón, que en el fútbol dos más dos no siempre da cuatro como resultado, que nada garantiza los éxitos y que todo es posible cuando la pelota empieza a rodar en una cancha, pero también es cierto que el manejo coherente y responsable de una institución permitirá conseguir más éxitos, a corto, mediano o largo plazo, que un manejo desprolijo e irresponsable, como los que abundan en los clubes de nuestro medio.
Destroyers necesitaba (necesita) un cambio, una reestructuración profunda para recuperar una solidez institucional que pareció alcanzar en sus primeros años de equipo liguero. Y esta es una gran oportunidad para empezar a recuperar el prestigio y el sitial perdidos, para que sus hinchas recuperen y repitan el viejo grito de los fundadores en las tribunas: "viva Destroyers, viejo, mocho y peludo".
* Foto La Razón: Pedro Rivero Jordán.
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