Retornó al seno de la Asociación Cruceña de Fútbol, como le pasó en el 84, en 2003 y en 2008, víctima de esas crisis cíclicas, cada vez más seguidas, que lo acosan y le merman fuerzas año tras año.
Guabirá tuvo un pésimo segundo semestre, llegó a los partidos del indirecto con solo un triunfo en veintidós fechas, con problemas internos que derivaron en la salida del entrenador argentino Claudio Marrupe, abrumado por las derrotas, que provocaron la renuncia de Luis Héctor Cristaldo y la posterior llegada del paraguayo Jacinto Elizeche, como una especie de salvavidas.
Pero no se puede tapar el sol con un dedo. Todo lo apuntado conspiró contra el equipo azucarero, que encaró los dos últimos partidos debilitado anímica y futbolísticamente, ante un Wilstermann con hambre de gloria.
La motivación de los cochabambinos fue suficiente para acabar con la aparente superioridad y el escaso entusiasmo de los montereños, y mandarlos de vuelta a la ACF.
Guabirá deja a Santa Cruz con solo dos representantes en la Liga. Blooming y Oriente tendrán que sacar la cara nuevamente por el fútbol cruceño.
*Foto diario La Razón
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