Ardió Blooming ayer con la histórica goleada recibida como local ante La Paz Fútbol Club, en el estadio Tahuichi Aguilera. La decepcionante actuación terminó por desbordar la paciencia de una hinchada que se había tornado paciente gracias a las buenas temporadas con Gustavo Quinteros al frente.
Nunca antes un equipo chico le había convertido cinco goles en su reducto. Para remontarse a una derrota de similares proporciones hay que ir unos años atrás, al 23 de febrero de 2005 concretamente, aunque aquella vez cayó frente a Bolívar (1-5), uno de los grandes del país, por la Copa AeroSur.
El hincha de Blooming terminó hastiado por la falta de argumentos futbolísticos de un equipo que terminó agrandando al rival por su yerros en todos los sectores. La Paz FC fue creciendo conforme Blooming le fue otorgando ventajas, no falló en sus contadas incursiones ofensivas, hasta propinarle una paliza vergonzosa.
Blooming se desmoronó por completo por la falta de confianza de sus jugadores. El libreto de Sergio Apaza parece inteligible porque impera el desorden, abundan los pelotazos y escasea la claridad futbolística.
El arquero Jemio se contagió de la inseguridad imperante en su equipo y falló en un par de goles; en la zaga, se salvó Jáuregui y se aplazó con muy baja nota el brasileño Fabricio, quien cada día juega peor. En el medio, Pimenta deambuló, a Chávez le faltó pausa y le sobró apuro; Sabja no supo nunca cuál era su rol; arriba, Boyero desaprovechó situaciones clave, en tanto que Vieira fue lo mejor de Blooming.
Los hinchas están en pie de guerra con los dirigentes, a quienes les critican la decisión de realizar un borrón y cuenta nueva, dejando ir a muchos jugadores y al cuerpo técnico. Lo hicieron saber coreando el apellido de Quinteros y pidiendo "que se vayan todos, que no quede nadie...".
* Foto El Deber.
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