lunes, 9 de febrero de 2009

¡QUE ALGUIEN LO ORIENTE!

Parecía el día ideal para reconciliarse con su hinchada tras la desilusión de la Copa AeroSur y renovar esperanzas de éxito. Porque, a priori, Oriente tendría al frente a un Real Potosí que había dado pena (y vergüenza, ¡qué va!) ante Palmeiras de Brasil en la Copa Libertadores de América, por su pobreza futbolística.
El estadio Tahuichi resultaba el escenario perfecto para el festín, sin embargo, fútbol es fútbol, decía, con razón, el yugoslavo Vujadin Voskov; o como repetía el vasco Azkargorta, en el fútbol, dos más dos, no siempre da cuatro. No existe una lógica y cualquier cosa puede suceder. Y así fue. El hincha albiverde lo sufrió en carne propia.
Oriente empezó como siempre, a toda orquesta, y se puso en ventaja rápido, con gol del paraguayo Cuéllar, pero poco a poco fueron desapareciendo los solistas, comenzó a desafinar y se acabó la orquesta. Real Potosí tomó la batuta del juego, con Gatti Ribeiro y Yacerote como directores, y terminó imponiendo el ritmo que quiso y le convenía.
No hubo quien ponga en orden en Oriente. Es como que nadie tiene a mano o aprendida de memoria la partitura que los guie. La inspiración les dura tan poco que noventa minutos le resultan demasiado.

* Foto El Deber

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