sábado, 15 de mayo de 2010

CAMBIO DE CLIMA

De la alegría y el entusiasmo a la decepción y la desconfianza. El clima cambió en en Oriente Petrolero en cuestíon de días a raíz de los inesperados resultados obtenidos en el inicio del hexagonal.
El empate con Wilstermann y la posterior derrota frente a Aurora, ambas en casa, hicieron tambalear las estructuras de un equipo albiverde que al terminar la fase inicial del torneo Apertura daba la impresión de estar sólido y confiado.
Ante Aurora evidenció un retroceso en cuanto a conjunto, ya que fue un cuadro destartalado, vulnerable en defensa, desordenado en el medio, confuso y con escaso aprovechamiento ofensivo.
Los cochabambinos sacaron ventaja de todos los males que Oriente dejó traslucir ante Wilstermann y que se notaron con claridad el jueves último, provocando una derrota que puso en jaque su aspiración al título.
De los tres partidos clave de la última etapa, los perdió todos: ante Blooming, Wilstermann y Aurora. En los tres hubo errores individuales y colectivos notables, que minaron la tranquilidad y la confianza.
Ahora Oriente tiene el desafío (obligación, para sus hinchas) de cambiar el conocido refrán que dice que "quien mal anda, mal acaba".

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