Blooming le ganó a Petrolero del Chaco, mejorando en la tabla pero no en el juego. Una asignatura pendiente a lo largo de la temporada.
La academia volvió a sufrir por la falta de argumentos futbolísticos valederos, claros, y porque en el mediocampo no desequilibra, no genera como lo necesita su equipo.
La solución a los problemas vino desde el banco de suplentes, cuando Clausen apostó por un delantero que pide minutos en cancha, Darwin Ríos. El atacante entró e hizo los dos goles cuando el partido entraba en etapa crítica para los celestes.
También Darwin Peña y Jiménez, que le hacían compañía a Ríos en el banco, aportaron algo de lo que necesitaba Blooming, el volante habilidad y el lateral un poco de profundidad.
Ríos, por su parte, ratificó su condición de goleador aprovechando un rebote que dio el golero Ruth y luego un centro pasado para asegurar la victoria celeste.
De esta manera Blooming cerró la rueda como debía hacerlo para tener un mejor panorama en la segunda parte del torneo Apertura, ganando de local.
Se ubicó mejor en la tabla, escaló cuatro lugares, es cuarto en puntaje pero quinto por diferencia de goles, y se acercó a los de arriba, a seis puntos del líder The Strongest.
La academia necesitaba una victoria para empezar a consolidar sus aspiraciones, aunque para ello tendrá que seguir sumando de local en los partidos que le restan, que son varios, ocho en total.
Gracias a los goles de Ríos, Blooming pasó de las rechiflas a los aplausos, de la desilusión a la esperanza.
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