El nuevo triunfo de Oriente Petrolero ante Blooming, en una nueva versión del clásico cruceño, quedó lejos por culpa del largo receso al que obligan las fechas FIFA para permitir que las selecciones disputen cotejos amistosos.
Alejados de la euforia que rodea siempre a esos partidos, queda por decir que Oriente se quedó una vez más con el duelo eterno de los cruceños porque fue mucho más contundente y agresivo en su intención futbolística.
La pregunta que queda flotando en el aire tras este encuentro, es ¿por qué Oriente le gana hace trece partidos a Blooming? ¿Cuál es la razón para que se de esa supremacía?
Hay razones simples. Por ejemplo, una que es fundamental, Oriente arma mejores planteles que Blooming. Por lo tanto, cuenta con individualidades de jerarquía que inclinan la balanza en los momentos claves.
Hagamos un poco de memoria. Raldes antes, Mojica después, Meleán ahora le dieron las últimas victorias.Todos jugadores de selección…El albiverde viene contando con ese plus que no tiene su rival y lo hace valer.
Recordemos el anterior clásico, cuando Oriente estaba en desventaja en el marcador y con dos jugadores menos. Ahí apareció Mojica para la levantada memorable que acabó en triunfo inolvidable.
Y los triunfos, mucho más si son conseguidos con ribetes épicos, engolosinan, entusiasman, acostumbran, dan confianza, seguridad, y con estos condimentos, todo es más fácil y llevadero.
No por nada se dice que el fútbol es un estado de ánimo. Es por todo eso que Oriente, los clásicos, si no los gana los empata.
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