viernes, 31 de diciembre de 2010

¡FELIZ AÑO NUEVO!

TODO LO MEJOR

Se acaba una temporada con los habituales sinsabores provocados por algunos desatinos dirigenciales, el nuevo fracaso del seleccionado boliviano y el pobre nivel de juego del campeonato de la Liga.
Cosas Del fútbol nacional que tendrán que ser remediadas algún día. Pero, en el afán de no ser ni parecer derrotistas, hay que destacar un hecho saludable, la aceptable participación de los equipos bolivianos en la Copa Sudamericana. No es que sea conformista, pero algo es algo y peor es nada.
Una golondrina no hace el verano, es verdad, sin embargo esta participación puede ser el presagio de algo distinto, alentador, tomando en cuenta que se viene un año con desafíos muy importantes, como son la Copa América y las eliminatorias para el Mundial de Brasil.

A partir de unas semanas, cada jugador empezará a ser observado por el nuevo entrenador de la Selección nacional, Gustavo Quinteros, quien iniciará la tarea de evaluación para formar el plantel que encarará los importantes desafíos de marras.
Esta posibilidad de ser tomado en cuenta en un nuevo proceso del representativo nacional, seguramente permitirá un rendimiento superior de cada futbolista, que, de hacerse realidad, redundará en beneficio de cada equipo.
Quinteros, un entrenador exitoso en nuestro medio, que en cada equipo que dirigió dio muestras de capacidad, profesionalismo, seriedad y sentido común, genera también esperanza de tiempos mejores.
Entonces, creo que habría que abrirle la puerta al optimismo y a la esperanza en cuanto a la calidad del juego, el entusiasmo, y los deseos de superación y éxito, a partir de la motivación que genera esta oportunidad inmejorable para crecer. Chau, 2010. Bienvenido, 2011. ¡Feliz Año Nuevo para todos aquellos que visitan este blog!

jueves, 23 de diciembre de 2010

EL VALOR DEL TALENTO

El fútbol mantiene vigentes valores fundamentales que hacen a la esencia de este juego, por ejemplo, el talento y la simplicidad, que continúan, a través del tiempo, imponiéndose a la fuerza y a lo complicado.
Asimismo, ha sido reivindicado, en esta temporada, el jugador de gran técnica, visión y habilidad, el otrora "10", armador, desequilibrante y vital en los equipos, hoy llamado enlace o enganche, que para muchos estaba en extinción y que para otros, menos visionarios por cierto, había pasado de moda.
También, vale destacar, que se ha vuelto a imponer el director técnico que se destaca por su conocimiento y experiencia, pero sobre todo por su sentido común y sencillez.
Tostao, aquel excepcional delantero campeón con Brasil en México 70, hoy columnista del diario O Povo, se refiere al tema. Repasemos lo que dice en su artículo titulado "Os pequenos gigantes".
Considera que los más eficientes profesionales, en todas las áreas, son los que ejecutan muy bien lo que es básico, de manera simple y que fue planeado.
El talento, según el ex futbolista, prevaleció con jugadores como el argentino Diego Conca, elegido el mejor futbolista de la temporada brasileña 2010, y sus coterráneos Montillo y D’Alessandro. (...) Conca fue la técnica y el alma de Fluminense. Bajito, tímido, se agiganta en la cancha.
Es, dice, el año de los bajitos. Además de Conca, Montillo y D’Alessandro, Messi, Xavi e Iniesta son candidatos al título de mejor del mundo 2010. (...) Messi es el mejor de todos.
Y la simplicidad a través de Muricy Ramalho, entrenador de Fluminense, campeón del
Brasileirão.
Muricy se destacó nuevamente por hacer muy bien lo que es necesario que se haga. Sin poses, discursos rebuscados y sin querer ser mejor y más inteligente de lo que es. Muricy conoce profundamente lo esencial. No inventa ni confunde. Trabaja, observa, exige y ejecuta. Y además es transparente y correcto. Los jugadores perciben eso, le creen y se juegan por él.
Para ser un buen entrenador, según Tostao, no es necesario hacer teatrales charlas de motivación, algunas ridículas, como hacen varios otros técnicos.
¿Y por casa cómo andamos? Hay cada vez menos de esos jugadores talentosos que rompen esquemas, que ayudan a los equipos a jugar mejor y que contribuyen a solucionar problemas en la cancha. Es necesario buscarlos por todos lados y si no existen en casa, nativos, los clubes tendrían que hacer un esfuerzo económico y traerlos del exterior, como hace Brasil, nada menos que el país del fútbol.
Los entrenadores, a su turno, menos circo y más eficiencia. Tendrían que ser más exigentes con la estética del juego, con la técnica, preocuparse porque sus equipos jueguen un poco mejor. Deberían darle mayor importancia al jugador que al atleta, si, al fin y al cabo, la que tiene que correr más es la pelota.

* Ilustración tomada de gonzarodriguez.blogspot.com: Diego Conca.

martes, 21 de diciembre de 2010

CAMBIO DE ROLES

Hace poco tiempo, Blooming era un buen ejemplo, el camino a seguir para convertirse en un club sólido y competitivo, en tanto que Oriente Petrolero representaba todo lo contrario, un mal ejemplo, la ruta equivocada para llegar a ser una institución respetable y exitosa.
En Blooming reinaba la paz y la coherencia. Era un club conducido sin estridencias, con un perfil bajo, en el que los dirigentes, allegados y simpatizantes parecían sintonizar la misma onda, compartían criterios. Había armonía y tolerancia incluso en las tribunas cuando los resultados no eran los mejores.
Ese estilo moderado se reflejaba en el equipo profesional, que se mostraba estable dentro y fuera de la cancha, que tenía un perfil definido, que priorizaba un estilo, que generaba satisfacción y tranquilidad por su buen juego, y cuyos resultados eran más positivos que negativos.
En Oriente vivían como perros y gatos, con serios problemas internos, por un lado un reducido grupo que dirigía el club y por otro un sector opositor, con denuncias de malos manejos económicos, protestas por irregularidades en elecciones y desaparición de documentación importante, y conducción arbitraria. Era el reino de la insatisfacción.
Esa especie de caos institucional se reflejaba en la cancha, con un equipo que cambiaba entrenadores seguido, con planteles que no tenían continuidad ni lograban adquirir un estilo de juego, y fracasaban en su intento por campeonar. La ansiedad e irritabilidad de los hinchas en la tribuna era otro síntoma del estado en el que se encontraba la entidad albiverde.
Todo tenía que ver con la conducción de las directivas. Sin embargo, las cosas cambiaron en un par de temporadas. Uno perdió imagen y el otro ganó prestigio.
Los dos optaron por transitar caminos diferentes, uno para bien y el otro para mal.
Blooming optó por romper la coherencia y la armonía. Apostó por cambiar en el momento menos indicado, a fines de 2008, decidió experimentar, y no le fue del todo bien. Echó varios entrenadores, con lo que ello representa, o sea, confundir a los jugadores con distintos discursos, extravió el estilo, y perdió la tranquilidad que había conseguido en los últimos tiempos. La fortuna le dio la mano y ganó un título, sin embargo, a un costo muy alto, porque perdió el rumbo futbolístico.
Hoy está en crisis institucional, con problemas internos, denuncias de irregularidades, imposibilidad de cumplir económicamente sus compromisos de esta temporada por no haber clasificado a ningún torneo internacional, un platel reducido, dificultades para conseguir el dinero que le permita afrontar la próxima temporada, renovar contratos e incorporar jugadores de jerarquía.

Oriente, vaya ironía, es la otra cara de la moneda utilizando el método que había aplicado Blooming. Su nuevo directorio (en realidad asumió hace dos temporadas) aprendió de sus fracasos, potenció el buen plantel que tenía, contrató un excelente cuerpo técnico, lo respaldó, y... salió campeón.
No cambia su línea. Mantiene la base del plantel, lo reforzará nuevamente, le fue imposible retener a su entrenador, pero realizó un esfuerzo y contrató otro con rodaje en un fútbol competitivo como el argentino.
Así están Blooming y Oriente, uno transitando el camino del otro. Los resultados están a la vista.

lunes, 20 de diciembre de 2010

SORPRESA Y MEDIA

Oriente Petrolero eligió, finalmente, al argentino Ariel Rubén Cuffaro Russo como director técnico para la próxima temporada.
No deja de ser una sorpresa su designación ya que en la lista de candidatos no aparecía su nombre, o por lo menos no se lo mencionaba entre las primeras opciones.
El sucesor de Gustavo Quinteros tiene un buen pasado como jugador y un presente poco exitoso como entrenador.

Cuffaro Russo, de 47 años, fue un zaguero central que realizó su carrera como futbolista en Rosario Central, Argentinos Juniors, Belgrano de Córdoba y Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Se retiró como jugador en 1998 y al año siguiente arrancó como director técnico, dirigiendo al equipo jujeño.
En Gimnasia y Esgrima de Jujuy no le fue bien y terminó descendiendo. Volvió a dirigir en 2004, como entrenador alterno del veterano Ángel Tulio Zof, con el que realizó una buena labor en Rosario Central.
En 2005, asumió solo la dirección técnica de Rosario Central. La campaña no fue buena y fue despedido. Luego se hizo cargo de Instituto de Córdoba, en dupla técnica con Leonardo Madelón, y tampoco le fue bien. No pudieron salvar del descenso a Segunda al cuadro cordobés.
Posteriormente, trabajó en las divisiones inferiores de Rosario Central, pero en 2009 se hizo cargo nuevamente del equipo rosarino. Realizó una buena campaña en el torneo Apertura, sin embargo, los resultados en el inicio del Clausura fueron pobres y, con el equipo en zona de Promoción, decidió alejarse de común acuerdo con los directivos.
Ahora tiene la difícil misión de continuar la exitosa labor de su coterráneo Gustavo Quinteros, empezando por un desafío atractivo pero nada sencillo, la Copa Libertadores de América.

viernes, 17 de diciembre de 2010

¿UN PODER DETRÁS DEL TRONO?

Oriente Petrolero y la elección de su nuevo entrenador, todo un tema. Lo que parecía ser un simple trámite tras haber conseguido el torneo Clausura, terminó convirtiéndose un factor de discordia. Todo a raíz de los diferentes criterios que existen en el seno de la dirigencia albiverde para elegir al sucesor de Gustavo Quinteros.
El corto circuito hizo saltar el fusible más importante en el directorio, nada menos que al presidente, Miguel Ángel Antelo, que decidió dar un paso al costado en este momento decisivo en el futuro refinero, solicitando licencia nada menos que por 90 días.
La determinación de Choco Antelo deja en el máximo cargo a Álvaro Velasco, joven directivo que tendrá la responsabilidad de resolver el tema del entrenador y definir los contratos del plantel para la próxima temporada, con el atenuante negativo de la inflación que ha provocado la conquista del título.

Quienes conocen de cerca la interna albiverde en estos momentos, sostienen que el corto circuito lo habrían generado algunos directivos que han cobrado importancia en la toma de decisiones porque son los encargados de "gestionar" recursos económicos para el club, y se oponen a que Erwin Sánchez sea el sustituto de Quinteros.

¿Un poder detrás del trono? Hummm. Poderoso caballero es don dinero, dijo Quevedo. Pero, al parecer, a Choco Antelo esas cosas no le van, y se fue...de vacaciones.

* Ilustración de acanjear.blogspot.com

miércoles, 15 de diciembre de 2010

BLOOMING: EL INTERIOR NO LE SIENTA

Blooming empezó la renovación de plantel para la temporada 2011 y empieza a barajar nombres de jugadores que militan en equipos del interior del país, entre ellos el del mediocampista paceño Helmut Gutiérrez, que jugó este año en Real Potosí.
No deja de llamar la atención que la directiva celeste busque refuerzos en el interior del país, tomando en cuenta que, a lo largo de la historia liguera, la Academia no tuvo suerte con quienes llegaron del interior del país a potenciar su plantel, en especial con aquellos que vinieron de equipos de ciudades con altitud mayor a la de Santa Cruz de la Sierra.

Como en todo, hubo excepciones, pero la mayoría no colmó las expectativas, es más, muchos resultaron un fracaso vistiendo la camiseta celeste, pese a haber triunfado en otro lado. Ejemplos, hay varios.
Entre las grandes decepciones están el mediocampista Eduardo Villegas (1988), que fue contratado por su seguridad y su liderazgo; el corpulento goleador argentino Jorge Carlos Latini (1982), que era una pesadilla para las defensas jugando para The Strongest; el también rioplatense Hugo Hernán Álvarez (1988), que destacó como hábil mediocampista en Always Ready; y hace poco el colombiano Diómedes Peña (2009), que había sido figura en La Paz FC.
Villegas, que llegó como una gran contratación, no rindió y se fue al año siguiente. Latini arribó con su fama de goleador, apenas hizo dos (uno a Oriente), era resistido porque no se acoplaba al juego rápido y técnico de los celestes, le hizo un corte de manga a la gente que lo silbaba y se tuvo que ir antes de lo pensado. Álvarez fue una decepción y Peña se lesionó, jugó poco y rescindió contrato.
Tampoco cumplieron como se esperaba Juan Carlos Farell (1988), destacado en Petrolero; Jaime Robles (2009), vital en Universitario; Cristian Vargas
(2009), eficiente en The Strongest y Wilstermann; Miguel Hurtado (2008), de buen desempeño en Real Potosí y La Paz FC, y el gran arquero Luis Galarza (1995), en el final de su carrera.
A su turno, también pasaron casi desapercibidos el mediocampista Erland Araoz (1978), ex Bolívar y Petrolero; Juan Carlos Camargo (1982), volante "batallador" que había militado en Stormers y The Strongest, y el veterano zaguero chileno Víctor Villalón (1983), incorporado tras militar en Bata y Wilstermann.
Entre los casos excepcionales, podemos nombrar al volante de contención Edgar Castillo y al arquero Eduardo Terrazas, que llegaron del club Petrolero de Cochabamba. Ambos fueron importantes en la conquista del título en 1984.
También integra este grupo otro cochabambino, Gastón Taborga, excelente volante ofensivo, que llegó de Wilstermann, pero no pudo rayar a gran altura mucho tiempo porque sufrió una seria lesión en el pie.

Seguramente se escapan otros ejemplos, pero la historia demuestra que a Blooming no le fue muy bien trayendo refuerzos del interior de país. Hoy insiste en ello. ¿Tropezará con la misma piedra o cambiará la historia? En unos meses lo sabremos.

* Foto: Jorge Latini, triunfó en The Strongest, fracasó en Blooming.

lunes, 13 de diciembre de 2010

¿QUIÉN SABE DE FÚTBOL?

Saber de fútbol. ¿Qué es saber de fútbol? ¿Conocer las reglas? ¿Pegarle bien a la pelota? ¿Gambetear rivales en fila? ¿Tener experiencia en vestuarios? ¿Saber todo sobre trampas y picardías dentro de la cancha? ¿Haber jugado mucho tiempo de manera profesional?
Abrimos el juego anticipando que no es fácil llegar a una conclusión al respecto, que trataremos de aproximarnos a definir qué es saber de fútbol, siempre desde un punto de vista personal.
Creo que tendríamos que empezar marcando una diferencia entre jugar o haber jugado al fútbol y saber de fútbol. Para mí, son cosas muy distintas. El hecho de tener habilidad o buena técnica, que, dicho sea de paso, no es lo mismo, no garantiza que esa persona sepa de fútbol.
Considero que alguien sabe de fútbol cuando lo entiende, opina con criterio, tiene buen ojo para elegir jugadores, identifica los problemas de un equipo, se da cuenta de cosas que muchos no ven dentro de la cancha, y además, sin ser dogmático, conoce de tácticas, estrategias y planteamientos.
Dejando de lado la historia, la suma de todo lo apuntado, o buena parte de ello, aunado al sentido común, creo, nos podría permitir señalar que una persona tiene sabiduría futbolera.
Ojo, una cosa es jugar al fútbol, practicarlo, y otra muy distinta es descifrar, darse cuenta de muchas cosas que atañen al juego, entenderlo. De lo que no tengo dudas es que no es necesario haber sido futbolista profesional para "saber" de este hermoso y apasionante juego, aunque algunos integrantes de aquel gremio crean todo lo contrario. Así como el jugarlo bien es un don, el entenderlo también lo es.

Por lo general, los grandes jugadores no son entrenadores destacados. Asimismo, no todo ex jugador es un buen observador del fútbol. Por lo tanto, no considero imprescindible que una comisión técnica de un club esté conformada por ex jugadores.
Conozco gente que, sin llegar a ser futbolista profesional, sin entenderse muy bien con la pelota en sus pies por más ganas que tenga, o como dirían los brasileños, sin tener intimidade con la bola, tiene un gran criterio, que entiende de qué se trata el fútbol, su filosofía, por decirlo de alguna manera.
Leía en un diario local que la presencia de ex futbolistas en una directiva mermaría desaciertos a la hora de elegir jugadores. Eso es relativo. Oriente Petrolero tuvo varios ex cracks en su comisón técnica hace un par de años y no pudo armar un equipo para campeonar. Hoy lo consiguió y sin contar con ninguno de ellos que los asesore.
Un directorio tiene que reunir gente que tenga criterio, sentido común, visión y buen ojo, para trabajar en forma conjunta con el entrenador, porque muchas veces estos últimos saben de su trabajo, preparar equipos, pero no tienen la cualidad de elegir bien los jugadores.
Algunos confunden entrenar equipos con armar planteles y son cosas muy diferentes. Un ex futbolista debe tener lugar siempre y cuando demuestre ser útil en el rol que le toque cumplir, de lo contrario, será un estorbo como lo sería cualquier hijo de vecino.
Lo que no deben olvidar aquellos que arman los planteles cada temporada, es que un equipo funciona mejor cuando se mantiene una base y que las formaciones se sostienen con una columna vertebral, compuesta, desde que se inventó el fútbol, por un arquero seguro, un zaguero central con liderazgo (mejor si son dos), un volante de contención (con oficio), un mediocampista de creación y un goleador.

* Ilustración de madrimasd.org

viernes, 10 de diciembre de 2010

TROTAMUNDOS

Los años 60, los 70... Otros tiempos, sin duda. Los entrenadores extranjeros, para seguir con el tema del anterior post, eran requeridos en todo el continente y también en Bolivia, por su formación, aunque no resultaba fácil traerlos. Existía una fuerte influencia europea, en especial del fútbol inglés y alemán, en aquella época.
Vinieron varios personajes, entre ellos algunos de los que dirigieron a Bolívar,
como Yiannis "Dan" Georgiadis, y los alemanes Rudi Gutendorf y Charles Edward Virba. Trotamundos, seguro. ¿Exóticos, sabios, charlatanes? Vaya uno a saber. Lo cierto es que recorrían el mundo con sus teorías futbolísticas. Goergiadis, según Wikipedia nació en Itaca (1922), Grecia, sin embargo, en una nota que le ralizó la revista El Gráfico en 1962, se indica que es húngaro, y que se lo llamaba "el griego" por culpa del apellido.
Estudió en
Bucarest, Rumania. Se recibió de doctor en ciencias económicas y economía política en la universidad de Bucarest; se graduó como profesor de sicología aplicada en la universidad de Bolonia; realizó un curso de dos años y medio que organizó la Liga Alemana de Fútbol en Francfort, e hizo el curso de entrenadores de la Federación Peruana de Fútbol. Fue arquero del Panathinaikos poco tiempo.
Vino a Sudamérica, recorrió el continente y regresó a Europa: Sport Boy (Perú), Banfield (Argentina), Haití, Ferrocarril Oeste (Argentina), Libertad (Paraguay), Santiago Wanderers (Chile), Perú, Grecia, Panachaiki GE (
Pan-Achaean Athletic Union), Olympiacos, La Chaux de Fond, Sevilla, Alianza Lima, Larissa, Panionios, Trikala y Montreux Sports.
A Bolívar lo dirigió dos veces de acuerdo a los datos de Wikipedia, 1962 y 1965/1968, y también se lo señala como entrenador de la Selección nacional en 1966/1967, pero no pudimos confirmar este dato porque no existe información al respecto y en ningún otro lado se lo menciona como DT del cuadro boliviano.

El alemán Rudi Gutendorf nació en Koblenz, en 1926. Tuvo una etapa intrascendente en el Tus Neuendorf y luego se dedicó a entrenar. La lista es interminable:
Blue Stars Zürich, FC Lucerne, US Monastir, VfB Stuttgart, St Louis Stars, Bermuda, Schalke 04, Kickers Offenbach, Sporting Cristal, Chile, Venezuela, 1860 München, Real Valladolid, Fortuna Köln, Trinidad & Tobago, Grenada, Antigua & Barbuda, Botswana, Hamburger SV, Australia, New Caledonia, Fiji, Nepal, Tonga, Tanzania, Hertha BSC, São Tomé & Príncipe, Yomiuri SC, Ghana, Nepal, Fiji, China, Iran U-23, China, Zimbabwe, Mauritius, Rwanda, Samoa.
A La Paz llegó en 1974, luego de haber pasado por Chile, donde se lo recuerda como un extraño personaje, y Perú, considerado, además, admirador del famoso catenaccio italiano. El llamado "Robinson Crusoe del fútbol" estuvo poco tiempo en el país.

Luego arribó Charles Edward Virba, nacido en Kibarta, en 1938. Bolívar lo contrató en 1978, "revolucionó" imponiendo en el equipo celeste la movilidad que caracteriza al fútbol europeo y asumió como entrenador de la Selección boliviana, tras el fracaso de la liguilla de Cali, Colombia.

No consiguió grandes con Bolívar, con la Selección tampoco le fue bien, ya que Bolivia perdió con Hungría (6-0 y 3-2) en el repechaje para el Mundial Argentina 78. Dejó la fama de un entrenador poco afable, estricto, de mal carácter.

COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS

Bolívar deshoja margaritas para elegir a su nuevo entrenador, una vez descartada la continuidad del argentino Néstor Clausen. Este, sí...este, no.
Las opciones son varias y de distintas nacionalidades: hay alemanes, españoles, argentinos,venezolanos y bolivianos, entre otros. Como en los viejos tiempos, se podría decir, porque si hay un club boliviano que contrató directores técnicos de distintos países, ese fue Bolívar.

Lo dirigieron el griego Dan Georgiadis (1968), los alemanes Rudi Gutendorf (1974) y Charles Edward Virba (1979), el yugoslavo Elías Pasic (1978), el checoslovaco Jan Skripko (1980), el ruso Vitaliy Viktorovich Shevchenko (1992), el peruano Moisés Barack, los españoles Antonio López y Julián Rubio, los chilenos Andrés Prieto y Gustavo Huerta, el uruguayo Juan Eduardo Hohberg, y los colombianos Juan José Peláez y Santiago Escobar.
La lista de argentinos es interminable, nombramos a algunos por su importancia, Norberto Fernández, Donato Hernández, Miguel Ignomiriello, José Omar Pastoriza, Reinaldo Carlos Merlo y Jorge Habbeger.
Hoy se menciona al alemán Bernd Krauss, al venezolano Richard Páez, a los españoles Juan Manuel Lillo y Xabier Azkargorta, y al cochabambino Eduardo Villegas.
Al parecer, el favorito es Krauss, que dirigió al Borussia de Monchengladbach, Real Sociedad, Borussia Dortmund, Real Mallorca, Aris Salónica, Admira Wacker (Austria), Bani Yas Abu Dabhi, Tenerife, Sk Shadorf (Austria).

* Foto: Vitaliy Viktorovich Shevchenko.

jueves, 9 de diciembre de 2010

ARMAR DESARMANDO

Blooming empieza a armar su equipo de la temporada 2011 desarmando el de la gestión 2010, algo que es ya una costumbre en la actual dirigencia celeste, propensa al cambio, muchas veces sin sentido.
Esta especie de "moda" la adoptó en 2009, cuando de golpe y porrazo decidió poner fin al exitoso ciclo de Gustavo Quinteros, para experimentar uno nuevo con el verborrágico Sergio Apaza.
En aquel momento, la dirigencia también decidió no retener la base del buen equipo que había armado Quinteros y que había perdido la final, en tiros penales, con Aurora, aunque dejando la certeza de que era el mejor de la temporada.
Y le fue mal, muy mal, porque Apaza se tuvo que ir un par de meses después debido a que Blooming no daba pie con bola, y les dejó un plantel que él había ayudado a armar pensando en una línea futbolística que nunca se vio.
No les quedó otra que buscar reemplazante y contrataron al uruguayo Pablo Repetto. Blooming mejoró un poco, pero le costaba ganar. El estilo un tanto mezquino, especulativo que impuso el charrúa, no gustaba, y fue despedido.
Para sustituir a Repetto, eligieron a un viejo conocido, Víctor Hugo Andrada, ex jugador de la Academia, que logró levantar el ánimo del plantel, a tal punto que, sin llegar a hacerlo jugar bien, terminó consagrándolo campeón.
Andrada le hizo bien al principio pero terminó haciéndole mal después. No preparó convenientemente el equipo para la Copa Libertadores de América, como si le hubiese quedado grande el desafío. Blooming no estuvo a la altura del certamen internacional, fracasó, el plantel perdió confianza y línea futbolística, y no pudo recuperarse del todo.
Los cambios de entrenador terminaron por aniquilar el estilo futbolístico que había conseguido bajo el mando de Quinteros, y que lo había convertido en un equipo confiable, que conseguía buenos resultados y brindaba agradables espectáculos.
Carlos Aragonés, que sucedió en el cargo a Andrada, tampoco ha conseguido darle un norte al juego de Blooming, que, pese a ello, en este segundo semestre, a los tropezones, estuvo cerca del título, aunque al final se quedó sin nada por falta de justamente eso, de sustento futbolístico.
Hoy, la dirigencia está en lo suyo. Aunque en esta ocasión está obligada a armar desarmando porque algunos jugadores cumplieron su ciclo.

martes, 7 de diciembre de 2010

UN POCO MÁS DE REPETTO

El entrenador Pablo Repetto acabó contradiciendo el dicho popular que sostiene que nadie es profeta en su tierra. No pudo triunfar en tierra ajena pero sí lo consiguió en la suya, sacando campeón a Defensor Sporting.
No le fue bien en Bolivia, dirigiendo a Blooming, aunque tampoco le tuvieron paciencia porque la Academia no jugaba bien y le costaba conseguir puntos, y retornó a Uruguay antes de lo previsto.
El uruguayo le dejó su lugar a Víctor Hugo Andrada, quien enderezó el rumbo del equipo celeste y lo consagró campeón del torneo Clausura 2009, aunque duraría poco en el cargo por el rotundo fracaso de Blooming en la Copa Libertadores de América.

lunes, 6 de diciembre de 2010

LA VERDAD ES LA REALIDAD

Alguien miente o estamos hablando de países diferentes. Una de dos. Me quedó esa duda tras leer la entrevista realizada por un diario paceño al presidente de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, Mauricio Méndez.
Sinceramente, el fútbol boliviano que conozco no tiene nada que ver con aquel al que se refiere Méndez, un fútbol boliviano en permanente progreso, manejado por dirigentes sacrificados, generosos y maduros.
El dirigente, a quien el periodista lo define como "versátil y convincente", corriendo el riesgo de que alguien confunda con "oportunista y charlatán", se encargó de ensalzar a sus colegas, exagerando su dedicación y aporte al fútbol. "Hipotecan bienes personales, dejan a la familia (descuida, habrá querido decir), sometiéndose a la crítica inmisericorde de quienes no saben la realidad del dirigente de fútbol", según el.

Los tiempos cambian. Hoy, lo que menos hacen los dirigentes del fútbol, es sacar plata de su bolsillo para mantener los clubes. Se acabaron los mecenas, aquellas personas que daban todo por sus equipos. Y si los hay, son unos cuantos, sobran los dedos de una mano para contarlos. Eso lo sabe todo el mundo.
La entrevista parece haber sido hecha por el relacionador público de Méndez y no por un periodista, dada la pasividad con la fue realizada, ya que dejó que el presidente de la LFPB se explayara a sus anchas sin que se le observe casi nada. O sea, para decirlo de una manera futbolera, lo llenó de centros para que Méndez los cabeceara sin oposición alguna.
Sólo en esta gestión, para no ir lejos, se le puede criticar que hayan organizado un torneo que no otorga ningún título, ausencia de autoridad en la reprogramación de partidos, y falta de ética por aferrarse a los cargos.
Quejas y problemas sobran a lo largo de sus ocho años de mandato.
Además, no hay ningún cambio serio en marcha, pese a la "profunda reflexión" que, según el, realizaron en algún momento.
La realidad del fútbol boliviano está a la vista y la actuación decorosa de algunos equipos en la última versión de la Copa Sudamericana no la modifica. Al fin y al cabo, una golondrina no hace verano.

domingo, 5 de diciembre de 2010

VOLVER A EMPEZAR

En el fútbol, el descenso está emparentado con fin del mundo o con una desgracia familiar. No hay cosa más amarga para un hincha que su equipo pierda la categoría. Con el tiempo, repuestas la cordura, la sensatez y la tranquilidad, este hecho aciago, toma una dimensión real. Se convierte en una tristeza que tiene fin a corto, mediano o largo plazo.
En Wilstermann están viviendo algo de todo esto, seguramente. Algunos buscan, desesperados, la manera de evitar que ocurra lo inevitable, de impedir que su querido club deje el sitial que ocupó en forma tan digna y orgullosa toda la vida.
Creo que a cualquier futbolero le entristece que Wilster atraviese este mal momento, por todo lo que representa para el fútbol boliviano. Recuerdo que incluso uno terminaba teniéndole simpatía por los grandes jugadores que siempre contaba en sus filas. Personalmente envidié (sanamente, ojo) y admiré, primero, aquella formación de la Copa Libertadores de 1973, con Issa (Bilbao), Pérez, Olivera, Ponce, Cabrera Bucet; Vargas, Bravo y Milton Teodoro Joana; el chapaco Juan Carlos Sánchez, Limberg Cabrera Rivero y Gangas; después, aquel equipo del 81 con el Huracán Jairzinho, Gastón Taborga, el Ruso Navarro, Villalón, entre otros. Por citar un par de casos, ya que al respecto hay varios ejemplos en su historia.
Pero el fútbol es así. Por lo general, el que hace mejor las cosas, termina siendo campeón, y aquel que no las hizo bien, acaba perdiendo la categoría. Algo sucedió en los últimos dos o tres años en Wilstermann que afectó su solidez institucional, a tal punto, que ni un sorpresivo título a mitad de año pudo evitar la hecatombe futbolera.

Un hincha del cuadro aviador, resignado y aferrado a un consuelo, válido, creo, me decía que muchos grandes equipos tuvieron su Waterloo alguna vez: ¡hasta la Juve descendió! Sí, es así, Juventus y Milan, en Italia; Atlético de Madrid, en España; Racing y San Lorenzo, en Argentina; Bolívar, San José y Blooming, en Bolivia. Todos descendieron alguna vez y volvieron para ser campeones.
El descenso genera una gran tristeza y toca el orgullo, pero no consigue que se pierdan la estirpe ni el abolengo, ganados con esfuerzo, amor propio, goles, conseguidos en muchos años de trayectoria. Lo importante es no extraviar el rumbo, elegir las personas correctas para comandar la operación retorno y que la misma tenga bases sólidas pensando siempre en un futuro mejor.

* Foto Los Tiempos: Taborga, Jota Jota Jiménez, Tutula Alcócer, Ausberto García, Jairzinho e Issa. Cracks de distintas épocas juntos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

DOLOR DE CABEZA

Oriente tendrá más de un un dolor de cabeza en estos días, por la resaca que habitualmente provocan los festejos de los títulos y porque no la tendrá fácil para retener a jugadores que fueron claves en la buena campaña realizada en la presente temporada.
Miguel Antelo, presidente del club albiverde, reconoció que la prioridad será la renovación del contrato de Alejandro Schiapparelli, Miguel Ángel Hoyos y Joselito Vaca, cuya vinculación finalizó una vez concluido el campeonato liguero.
Bolívar anunció su interés por recuperar a Schiapparelli y Hoyos, que vistieron la casaca celeste el año pasado. Esto, de por sí, aumenta la cotización de los futbolistas, que, ante las interesantes ofertas, suben sus pretensiones económicas. A esto hay que sumarle el efecto inflacionario que genera la conquista de un título.
Oriente, entonces, se encontrará con dos duros escollos en la negociación, la oferta de un Bolívar que cuenta con recursos a mano y la lógica ambición de dos jugadores que aumentaron su cotización.
También puede convertirse en otro problema el hecho de que ambos jugadores piensen en la posibilidad de ser convocados a la Selección nacional por Gustavo Quinteros, y tengan en cuenta la aclimatación a la altura que les brindaría el jugar en la Paz.
Con Joselito Vaca seguramente ocurrirá lo mismo. Aún no se sabe de otras ofertas, pero el talentoso volante es siempre pretendido por varios clubes a raíz de su vigencia y calidad y por el hecho de ser jugador nacional, algo escaso en estos tiempos.
Después viene el resto, con muchos de los cuales tiene contrato vigente. El primero que aseguró de los que podían marcharse con la ficha en su poder, es el paraguayo Francisco Argüello.
Los dirigentes quieren que la base esté asegurada cuanto antes, por eso están preocupados por retener a Schiapparelli, Hoyos y Joselito.

CELESTE OSCURO

Blooming en la hora de la verdad. El panorama celeste se puso bastante oscuro en esta etapa eleccionaria con denuncias de opositores que obligan al oficialismo a manifestarse para dejar las cosas claras y limpiar su imagen.
Frente a frente están dos bluministas de cepa, como son Carlos Bendeck, actual presidente del club, y Erwin Peredo, integrante del directorio y aspirante a la presidencia, ambos rodeados por reconocidos hinchas y simpatizantes celestes.

Pimpo y Happy, como se los llama comúnmente, transitaron juntos los tres últimos lustros de la vida de Blooming, ocupando diferentes cargos en el directorio, en las buenas y en las malas, y además, son (¿eran?) amigos. Hoy están en veredas distintas, distanciados y enfrentados.
Happy se siente traicionado por Pimpo porque este último no cumplió la promesa que, supuestamente, le realizó hace dos años, de permitirle asumir la presidencia en este nuevo período sin necesidad de elecciones.
Pimpo da a entender que el compromiso no habría sido formal y parece que no dará brazo a torcer porque tiene intenciones de seguir en el cargo.
A esto, que viene a ser lo menos importante, se suman reclamos y serias denuncias que obligan a descargos y explicaciones, porque está en juego el patrimonio de esta institución fundada en 1946.
La más grave es la supuesta intención del directorio de ceder parte de los terrenos de la hermosa sede social a un grupo del cual formaría parte el hermano de un dirigente que ocupa un alto cargo en la Federación Boliviana de Fútbol, para urbanizarlos.
Después están otros temas, como la hipoteca de la misma sede a una cooperativa para obtener fondos que permitan financiar al equipo profesional y la inexistencia de informes económicos de los ocho años de gestión del actual directorio.
La coyuntura eleccionaria quiso que sea así, que la verdad, en caso de que no haya sido expuesta, salga a flote, que quienes en este momento conducen la Academia se pronuncien.
Conozco a Pimpo y Happy hace bastante tiempo, tengo aprecio y respeto por ambos, y los considero dos buenos tipos. Puedo asegurar que quieren lo mejor para Blooming. Si algo me animo a decirles, desde acá, es que traten de entrar o salir por la puerta grande.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

NO IMPORTAN UN PITO

Me parece raro que nadie hable de los árbitros, que no se los culpe de algo. Raro pero saludable, diría, porque eso significa que pasaron casi desapercibidos en una época llena de susceptibilidades a raíz de la disputa de varios partidos decisivos.
Seguramente que si empezamos a escarbar encontraremos algo negativo en algún encuentro, alguna que otra actuación criticable, pero en líneas generales el desempeño de los nuevos árbitros fue aceptable.
Es difícil hablar de excelencia en el arbitraje, acá o en cualquier parte, porque es una tarea complicada, propensa al error involuntario debido a que se toman decisiones en segundos, sin tiempo para el análisis. Por lo tanto, es positivo que la calificación supere lo regular.

Esto tiene mayor valor si tomamos en cuenta que esta es una época de renovación en el arbitraje boliviano, con la incursión de muchos valores jóvenes y por ende con mayores probabilidades de error a causa de la falta de experiencia.

Creo que a los árbitros bolivianos les hace falta adquirir un poco más de seguridad, de esa manera conducirían mejor los partidos y generían más confianza dentro y fuera del campo de juego.