miércoles, 28 de septiembre de 2011

POR UNOS DÓLARES MÁS

La Federación Boliviana de Fútbol tiene un conflicto en puertas ante la exigencia de mejores bonos y premios de parte de los convocados a la Selección nacional en las Eliminatorias del Mundial Brasil 2014, que arrancan el próximo mes.
Los jugadores quieren ganar más por el simple hecho de vestir la camiseta del representativo boliviano, ya que no aceptan que las retribuciones económicas estén supeditadas a los logros deportivos como es habitual. 
Pretenden montos fijos superiores a los actuales y un aumento a sus ganancias en caso de triunfo o empate. La exigencia es de 2.000 dólares por presentación, 1.000 dólares por punto ganado en el exterior y 3.000 dólares por victoria en La Paz.
Los seleccionados no presentan otro argumento que la necesidad de un reajuste por considerar viejo el acuerdo anterior que data de diez años, consistente en 1.000 dólares, y el mismo monto por punto logrado en el extranjero y en condición de local.
Sostienen, asimismo, que la petición "es justa" y "razonable", y han puesto un plazo de negociación hasta el viernes.
Los dirigentes, por su parte, pretenden que los ingresos de los futbolistas aumenten dependiendo de los resultados obtenidos, y algunos de ellos no están de acuerdo con incrementos porque consideran que "a la Selección no se va a ganar plata".
Soy de los que piensan que a la Selección se debe ir pensando en el orgullo que representa lucir la camiseta de un país, en la gloria que otorgan sus éxitos, y, en este caso, aceptarla como un desafío.
Asimismo, creo que los ingresos tienen que estar supeditados a los resultados y a la ubicación en la tabla de posiciones. A mayor puntaje, mayor ganancia, y viceversa. 
Sin embargo, la FBF podría ceder a la petición de los jugadores con ciertas condiciones: Mientras la Selección se encuentre entre las cuatro primeras, los futbolistas ganan de acuerdo a sus pretensiones. Si está ubicada en el quinto lugar (que da opción al repechaje) se aplica una media entre lo que piden los convocados y lo que está estipulado. Y mientras esté entre las cinco últimas, sólo reciben de retribución lo que está establecido desde hace una década.
Dólares más, dólares menos, la Selección tiene que estar siempre por encima de todo.

martes, 27 de septiembre de 2011

DESORIENTADO

Los equipos son el reflejo de sus entrenadores. Esta especie de axioma futbolero parece cumplirse al pie de la letra en Oriente Petrolero en estos momentos.
Oriente equivoca el camino dentro de la cancha como también lo hace su director técnico Carlos Ramacciotti fuera del campo. Entonces, las decisiones equivocadas de uno terminan afectando al otro.
Ramacciotti está desorientado y desubicado. Las críticas sobre su tarea lo tienen nervioso, no sabe qué hacer para cambiar la situación y declara cosas que deterioran mucho más su ya desdibujada imagen.
Ayer se hizo un flaco favor al declarar que no le interesaban las críticas recibidas (partido tras partido) de la parcialidad albiverde que paga religiosamente su entrada para ver a su equipo, porque sólo le importa lo que digan la "barra brava" y los dirigentes.
Que le preste atención a lo que diga la dirigencia, vaya y pase, pero que diga, muy suelto de cuerpo, que influye en él la opinión de "La Pesada", el grupo de seguidores que en su momento se ganó la fama de violento a punta de prepotencia y actitudes delincuenciales, en la curva del sector poniente del estadio Tahuichi Aguilera, lo descalifica totalmente.
Quizá lo hizo en un acto de demagogia, para ganarse su respaldo y durar un poco más en el cargo, pero tendría que saber que apoyar, y apoyarse, en las "barras bravas", en la mayoría de los casos protegidas y socapadas por los dirigentes, lamentablemente, es como hacer apología de la violencia.
Ramacciotti es una persona mayor y con muchos años en el fútbol, sin embargo actuó con inmadurez. Por lo visto, no le sirve de nada su experiencia.
"Erré en el planteamiento" reconoció después del partido ante La Paz FC, en un rapto de sensatez y sinceridad. También tendría que reconocer que se equivoca al elegir a sus aliados.

lunes, 26 de septiembre de 2011

EL DÍA DE LOS REPUDIADOS

Delorte y Mojica, dos de los más resistidos por los hinchas de Oriente, fueron esta vez quienes le dieron una mano a su equipo para lograr superar a La Paz FC.
Villanos ayer, salvadores hoy, aunque sus goles ni su actuación alcanzaron para revertir los silbidos por aplausos de una afición albiverde que le reclama a su equipo, pero sobre todo a ellos, más juego y mayor compromiso.
Oriente ganó pero no conformó. Obtuvo un triunfo deslucido, opaco, que sirvió para acomodarse un poco mejor en la tabla pero que no fue suficiente para desterrar la disconformidad que existe por su pobre rendimiento.
No la pasó bien en el primer tiempo ante un La Paz FC que, a priori, parecía un rival que no ofrecería mucha resistencia porque tampoco arrancó bien el torneo, pero que se acomodó mejor al partido de entrada e incluso se puso en ventaja.
Oriente tuvo que remar contra la corriente para cambiar el rumbo de las cosas y fue con la ayuda de sus jugadores más repudiados en el último tiempo, Delorte y Mojica, que consiguió revertir la situación. 
Carlos Ramacciotti, que cada vez tiene menos apoyo de la gente albiverde por lo poco que ofrece su equipo y es muy criticado por sus variantes, se la jugó por los dos de entrada, y ambos no le fallaron porque hicieron los goles que permitieron encaminar el triunfo.
A Delorte, sin embargo, no le alcanzó con el gol del empate transitorio para retornar tras el descanso. Ramacciotti lo reemplazó por el cochabambino Gonzalo Galindo, que debutó sin pena ni gloria.
Oriente fue en el complemento un poco más activo que en la primer parte y La Paz FC mermó su producción, facilitando la victoria. Arce aseguró el triunfo sobre el final.
Delorte y Mojica, los villanos de turno, no terminaron siendo héroes, pero esta vez ayudaron a enderezar el rumbo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

PECADOS CAPITALES

Blooming fue víctima de sus limitaciones y cayó (4-3) en Sucre ante Universitario en el estadio Patria, complicando su futuro en el torneo Apertura.
La inconsistencia de su juego llega a tal extremo que ni siquiera pudo conservar mucho tiempo la sorpresiva ventaja de dos goles que había logrado en los primeros diez minutos del encuentro y se fue al descanso...perdiendo.
Blooming no fue capaz de aprovechar la importante diferencia porque no cuenta con la solvencia futbolística necesaria y carece de convicción en lo que hace, esto debido al bajo rendimiento de la mayoría de sus jugadores y a la falta de argumentos que le brinden una identidad. 
Por eso, tal como le ocurrió en el clásico cruceño, se va desinflando hasta quedar a expensas del rival. Si a Oriente le faltó tiempo para dar vuelta el resultado, Universitario lo tuvo de sobra y supo aprovecharlo al máximo, haciendo gala de mucha paciencia, logrando un triunfo vital.
Después de estar 2-0, en lugar de afianzarse y crecer, Blooming se fue desmoronando minuto a minuto porque no realizó una buena tarea de contención en el mediocampo, marcó muy mal en defensa (que está cada día peor) y tampoco tuvo la determinación necesaria para poner freno al crecimiento de la U.
La inseguridad y lentitud de los encargados de defender (Valdez, Ortiz, Andia, García...) fue alarmante, tanto como la intrascendencia del uruguayo Martiñones y del peruano García Uribe, empecinado este último en sutilezas innecesarias.
El oportunismo de Boyero, una víctima de los pelotazos y la falta del volumen de juego de los celestes, no fue suficiente para encaminar a un equipo pesado, sin chispa y sin mística, que, a este paso, va rumbo a un nuevo fracaso.

EL CERROJO BOLIVIANO

Carlos Arias arrancó de gran manera su experiencia en el fútbol español. Es figura de su equipo, prueba de ello es que el importante diario El País se ocupó del golero en una entrevista publicada en la edición de hoy, titulada "El cerrojo boliviano del Córdoba", que reproducimos a continuación:

Llegó a Córdoba in extremis. Fichado a principios de agosto, los problemas para conseguir el permiso de residencia le impidieron aterrizar en España hasta poco antes de que comenzara el campeonato liguero. Y, por si fuera poco, Carlos Erwin Arias (Portachuelo, Bolivia; 1980), lejos de su mejor estado de forma, se encontró a Alberto García asentado bajo los palos del equipo andaluz. Le bastó un partido para darle la vuelta a la situación. Su técnico, Paco Jémez, le sacó en la Copa contra el Murcia y ya no le ha vuelto a quitar. Tras tres partidos, no ha encajado ningún gol.
Hace un año, Arias puso rumbo a Israel, después de que en Bolivia le sancionaran seis meses por pisar a un árbitro. Sus actuaciones en el Maccabi Netanya le valieron para ser elegido mejor portero del campeonato israelí. El colofón fue su buena Copa América, con la que se ganó un sitio en la Liga española. "Sus principales cualidades son la tranquilidad y la buena colocación. Es práctico y sobrio, le da serenidad al equipo", explica Jémez. "Decidí darle la titularidad porque nos habían hecho un par de goles a balón parado en las dos primeras jornadas", continúa; "ante el Numancia, en la tercera, quería que el equipo se sintiese tranquilo y creí conveniente darle entrada a Carlos, que nos había dado muy buenas sensaciones en la Copa".
La jugada le salió redonda. El Córdoba, que había encajado tres dianas en los dos primeros choques ligueros, no ha vuelto a sacar un balón de su red. "He recibido mucha ayuda de mis defensores y de los palos", asegura Arias con humildad. Mientras, su técnico le elogia: "Un portero solo no mantiene la portería a cero tres partidos seguidos, es un trabajo de todo el equipo, pero en momentos puntuales ha hecho intervenciones de mucho mérito".
Convocado por Bolivia, Arias se perderá en octubre tres partidos del Córdoba. "Es una pérdida que no nos hace gracia", reconoce Jémez.
(...) De momento, las llaves de la portería las tiene él. Y el cerrojo está bien echado.

viernes, 23 de septiembre de 2011

EL FANTASMA DE LA ALTURA

Bolivia encara la recta final de su preparación para participar en las eliminatorias, con la premisa de convertirse en una pesadilla para sus visitantes haciéndose fuerte como equipo y aprovechando al máximo las ventajas que le otorgan los 3.600 metros de altitud de La Paz.
El equipo nacional no logró hacer prevalecer este hándicap que le quita el sueño a las selecciones rivales porque no la acompañó con buenos rendimientos y terminó realizando pobres campañas en las clasificatorias mundialistas de la última década.
Está comprobado que con solo la altura no alcanza, que si no se cuenta con un equipo bien preparado, solidario, aclimatado y mentalizado para hacer prevalecer su condición de local, capaz de imponer el ritmo que le convenga, un nuevo fracaso está a la vuelta de la esquina.
Los rivales toman sus recaudos de hace mucho tiempo, tratan de prepararse de manera conveniente para sufrir lo menos posible los efectos de la altura y a varios de ellos les ha ido bien en el estadio Hernando Siles.

Curiosamente, para Bolivia la altura representa una innegable una ventaja, sin embargo también es muchas veces un problema porque al igual que sus rivales necesita un proceso de aclimatación para algunos de sus jugadores que militan en clubes de ciudades más bajas que La Paz. 
Esta historia de la aclimatación a la altura cobró notoriedad en los años 70, para las eliminatorias del Mundial de Alemania 74, cuando Argentina, que integraba la serie con Bolivia y Paraguay, decidió concentrar en la localidad de Tilcara y La Quiaca, en la puna jujeña, frontera con Potosí, a una Selección "B" integrada por jugadores jóvenes dirigidos por Miguel Ignomiriello,  para afrontar su partido en La Paz.
“Fue una idea de Enrique Omar Sivori, el director técnico designado por la AFA para las Eliminatorias del Mundial '74: armar dos equipos para una preparación diferenciada. Sivori se fue con su Selección a España y yo elegí un conjunto para trabajar en la altura. Teníamos que ganar en los 3.626 metros de La Paz para ir al Mundial. Ya habíamos quedado afuera de México '70, por haber perdido en Bolivia, y si no conseguíamos clasificarnos, Argentina perdía el derecho de organizar el Mundial de 1978. Yo tenía experiencia en la altura porque en 1971 fui con Estudiantes de La Plata para jugar en La Paz y Oruro (3.800 msm) y en 1972 con San Lorenzo. Trabajamos noventa días lejos de Buenos Aires, alojados en Tilcara y viajando diariamente para entrenar y adaptarnos en La Quiaca (3.442 msm), haciendo partidos para mantenernos porque la AFA dispuso que ese equipo debía autofinanciarse. Jugamos 15, cobrando cinco mil pesos de cachet por presentación, algunas veces nos pagaron menos, siempre en lugares de altura. Llegamos a jugar en el Cuzco, Perú (3.600 msm) y en Bolivia nos presentamos en Potosí (4.250 msm). Empatamos el primer partido en Tilcara y ganamos los 14 restantes. Fue fundamental para asegurar la eficacia de ese trabajo de adaptación el apoyo científico: el doctor Horacio Escudero, el deportólogo y psicólogo, estuvo permanentemente con nosotros, y en las evaluaciones del rendimiento individual, el doctor Horacio Leveroni, director del Instituto de Biología Experimental dependiente de la Fundación Bernardo Houssay. Era la primera vez que se encaraba una preparación de ese nivel en el fútbol argentino y también la primera vez quela Selección tenía un médico especializado en psicología. Las últimas dos semanas, por invitación de la Casa Argentina de La Paz, nos alojamos en la capital boliviana. Finalmente, el proceso culminó con éxito: Argentina ganó 1-0 en La Paz con un gol del sanjuanino Oscar Fomari, tirándose en palomita entre las piernas de varios defensores bolivianos...", señala en su blog el entrenador argentino.
La selección fantasma debe su nombre a un periodista que todos los días concurría a la AFA a solicitar información sobre la selección "y nadie le sabía decir nada... pero nada de nada".
Según Historias albicelestes, en el libro “Matador; biografía de Mario Kempes, el delantero que debutó con la albiceleste en el “seleccionado fantasma”, describe el olvido: “La AFA se olvidó de nosotros y la pasamos realmente mal. Estábamos en un hotel de mala muerte y no teníamos ni para comer. Teníamos pactados dos amistosos y terminamos haciendo seis o siete a cambio de dinero. Así comprábamos las cosas en un supermercado y alguno hacía la comida. Volví con 7 u 8 kilos menos”.
El partido se jugó un día como hoy, el 23 de septiembre de 1973, ante 30 mil espectadores, con el arbitraje del brasileño Arnaldo Coelho. 
Un día antes, Enrique Omar Sívori, entrenador de la Selección principal, apareció sorpresivamente en la concentración del hotel Copacabana con  el arquero Carnevali, el zaguero Vargas, el volante "Oveja" Telch y el atacante "Ratón" Ayala, a los que incluiría como titulñares.
Bolivia alineó con Conrado Jiménez, Eduardo Angulo, Miguel Antelo, Hugo Pérez, Luis Iriondo; Walter Costa (Olivera), Freddy Vargas, Ovidio Messa, Raúl Alberto Morales (Jorge Lladó), Nicolás Linares y Juan Carlos Fernández, .
Argentina formó con Daniel Carnevali, Rubén Glaría, Angel Bargas, Daniel Tagliani, Osvaldo Cortés; Roberto Telch (Trobbiani), Rubén Galván, Aldo Poy, Oscar Fornari, Rubén Ayala y Mario Kempes (Bochini).
Argentina se impuso por 1-0 con gol de Fornari, anotado en el minuto 18.

Muchos años después, Bolivia intentará meter miedo en La Paz, haciendo resurgir el fantasma de la altura.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL EQUIPO DEL PUEBLO

Aurora, único representante boliviano que sigue en carrera en la Copa Sudamericana, alegró a muchos cochabambinos y también seguramente, a muschos futboleros de otras regiones del país.
Avanzó a los octavos de final del torneo sudcontinental goleando a Nacional de Paraguay, ante una masiva presencia de sus hinchas que concurrieron al estadio Félix Capriles ilusionados con lograr el pase.
Un empate sin goles o una victoria le servían para continuar en competencia tras haber igualado a un gol en el encuentro de ida, y el Equipo del Pueblo no defraudó a su gente al imponerse por un contundente 5-2.
Aurora supo sobreponerse a un gol tempranero en contra, dio vuelta el marcador y también reaccionó bien cuando Nacional igualó antes del descanso. Buscó con determinación la victoria y acabó ganando con comodidad y muchos merecimientos.
Una de las claves del equipo de Julio Baldivieso fue la convicción que mostró para imponer su juego. No siempre hizo lo correcto, sin embargo, la fe que tuvo en si mismo le valió la clasificación a la siguiente ronda.

lunes, 19 de septiembre de 2011

TIGRE AL HORNO

Bolívar se dio un festín con The Strongest en el clásico paceño, que, como en sus mejores épocas, contó con un estadio Hernando Siles a tope.
El Tigre, habitual cazador, acabó cazado por la mayor destreza y voracidad goleadora de una academia que fue muy superior en el primer tiempo e implacable en el complemento.
Bolívar consiguió la indiscutible y merecida goleada de la mano de la habilidad y talento del argentino Lizio y la contundencia del uruguayo Ferreira, convertidos en una verdadera pesadilla para la endeble retaguardia atigrada.
El buen rendimiento de varias individualidades, como Cardozo, Álvarez, Argüello, Zampiery, y las ya apuntadas de Lizio y Ferreira, le dieron (¡por fin!) el vuelo futbolístico emparentado con su historia, de buen trato de pelota y vocación ofensiva. 
Fue un Bolívar muy distinto, nada que ver con el equipo deslucido al de los últimos tiempos, y The Strongest lo sufrió en carne propia, impotente ante el juego alegre, vistoso y efectivo de su rival de siempre.
The Strongest fue víctima, además de las bondades de la academia, de su fragilidad defensiva, de la inoperancia del mediocampo y de la falta de efectividad de sus atacantes. Falló, atrás y adelante, en momentos claves. Dio ventajas defensivas a jugadores que no se pueden dar licencias y desperdició un par de ocasiones muy claras que pudieron, quizá, cambiar la historia del clásico.
Bolívar tuvo una gran tarde. Es que con buenos jugadores y jugando bien, todo es más fácil.

NO MERECÍAN MÁS

Blooming y Oriente terminaron empatados en una tarde-noche que no fue de las mejores para un duelo que sabe de jornadas mucho más atractivas, incluso con ribetes dramáticos, heroicos e inolvidables.
Esta versión del clásico cruceño será olvidado muy rápido por su pobreza, por lo poco que ofrecieron celestes y albiverdes en cuanto a juego, por la falta de claridad y la escasa inspiración de sus protagonistas.
Las torpezas  y desatinos cambiaron el rumbo del partido. Primero fue Luis Gutiérrez quien incidió en el destino del clásico, al agredir con un cabezazo al peruano García Uribe, cometer el penal que adelantó a Blooming en el marcador y dejar a su equipo con un jugador menos.
Hasta ese momento el clásico se había desarrollado sin supremacía de ninguno de los protagonistas, aunque con mayor peligro de parte de Blooming, que contó con cuatro situaciones muy claras conjuradas oportunamente Arancibia, debutante en este tipo de compromisos en el arco albiverde.
Blooming sacaba ventaja de la superioridad numérica y se acomodaba mejor en el campo al iniciarse segundo tiempo, pero entró en juego la falta de tino del uruguayo Díaz, que, sin necesidad, agarró a Arce cerca de la media cancha en su intento de frenar un ataque albiverde, y al tener tarjeta amarilla, recibió la roja.
Esta acción insufló ánimo a Oriente que empezó a presionar en la búsqueda del empate. Blooming no pudo hacer pie firme en el medio y se fue metiendo atrás. La igualdad estaba cada vez más cerca, hasta que Aguirre aprovechó un centro de Peña para sacar ventaja de al desorganizada defensa celeste y poner el partido 1-1 muy cerca del pitazo final.
No hicieron mucho para llevarse el triunfo, por lo tanto, no merecían más.

domingo, 18 de septiembre de 2011

SON TODO UN CLÁSICO

Hoy es un día especial para la mayoría de los futboleros bolivianos porque es jornada de clásicos. Es decir, se sabe, sus equipos se medirán con el rival de toda la vida, al que le quieren ganar siempre.
Aunque cabe señalar que cada vez le quedan menos de este tipo de duelos al fútbol nacional. En este momento hay solo tres clásicos, dos de ellos verdaderamente tradicionales, que son los que se disputan en Santa Cruz y La Paz. El de Potosí es distinto, con menos historia. El resto son armados para completar la fecha.
En Santa Cruz, Blooming y Oriente Petrolero reeditarán su duelo al final de la tarde, poniendo en vigencia su añeja rivalidad, cuyo inicio data del 1 de mayo del 58, cuando disputaron un amistoso celebrando la fundación de la Academia, y los albiverdes eran conocidos como "Petroleros". 
Un poco antes, harán lo propio Bolívar y The Strongest en La Paz, que empezaron a medirse el 16 de octubre de 1927, en la cancha del Hipódromo del Estado Mayor del Ejército, aunque se oficializó como clásico a partir de la era profesional, que arrancó en 1950.
En la Villa Imperial, juegan Real Potosí y Nacional, convertido en clásico no hace mucho, por lo tanto sin la tradición que tienen los enfrentamientos de paceños y cruceños.
El resto de la fecha  contará con otros "clásicos", aunque ninguno de verdad, todos armados por la circunstancia, para completar el rol de encuentros del torneo Apertura.
Aurora quedó, momentáneamente, sin clásico por el descenso de Wilstermann, y tendrá que medirse con San José, que no cuenta con un rival tradicional, y cuyo rival de ciudad vendría a ser Oruro Royal, hoy en el Nacional B. 
Universitario de Sucre tampoco cuenta con un verdadero clásico en la Liga, deberá medirse con La Paz FC, que no cuenta con adversario tradicional.
Guabirá visitará a Real Mamoré en otro encuentro que no tiene ninguna historia especial entre sí.
Hablando de clásicos. En Santa Cruz, también tienen su historia Blooming y Destroyers. Por una cuestión barrial, cuchuquis y celestes siempre fue un duelo especial. Después, hubo un momento que Guabirá y La Bélgica, protagonizaron el duelo azucarero.
En La Paz, allá por los años 70, tenían sabor a clásico los partidos entre Deportivo Municipal y Chaco Petrolero o Litoral y Always Ready, que contaban con grandes formaciones. Pero no perduraron en el tiempo.
En Cochabamba, además del reconocido duelo entre Wilster y Aurora, se menciona el que involucra a Racing de Punata y New Players, el primero fundado en 1914 (otros datos indican en 1919) y el segundo en 1919.
En Oruro, el primer clásico fue entre los centenarios de esa ciudad, Oruro Royal y Bolívar Nimbles, creados en 1896 y 1908, respectivamente. La decadencia de éstos y el surgimiento de San José potenciaron otras rivalidades, por eso también se considera un clásico local San José-Oruro Royal.
En Potosí, el encuentro entre Real Potosí y Nacional es, hoy, el clásico. Aunque existe mucha diferencia de edad entre ambos. Nacional fue fundado en 1942 y Real Potosí como tal existe desde 1994, tras fusionarse con el club Banco Minero (Bamin), creado en 1941. No tenemos un dato del verdadero clásico potosino: ¿Independiente Unificada-Wilstermann Cooperativa?, ¿1º de Mayo-Municipal?, ¿Nacional-Universitario?, o ¿Stormers San Lorenzo, fundado en 1897, con alguno de ellos?
En Sucre, es considerado clásico chuquisaqueño el duelo entre Stormers e Independiente Petrolero, en tanto a la "U", hoy representante liguero de los capitalinos, se la vincula con Fancesa.
En Beni, son denominados como clásicos los partidos que disputan Universitario-1º de Mayo y Atlético Pompeya-Real Mamoré   
En Tarija, que se quedó sin fútbol de la Liga hace cinco años, tiene como principales rivales a Ciclón y Unión Tarija, antes llamado Unión Central. Sin embargo, Royal Obrero-15 de Abril fue el clásico chapaco desde 1920.
Yacuiba, semillero del fútbol boliviano durante décadas, hoy representada en el nacional B por Petrolero, tiene un clásico con mucha tradición, el que protagonizan Independiente y Sport Club.
En Pando, el duelo más importante y añejo es el que libran Cobija F.C. y Vaca Diez F.C.

jueves, 15 de septiembre de 2011

COSA DE BRUJAS

El argentino Horacio Raúl Baldessari continúa siendo el máximo goleador de los clásicos cruceños en la historia de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. Nadie puede batir su marca, impuesta hace poco más de veinte años.
Baldessari anotó 17 goles entre 1978 y 1989 vistiendo ambas camisetas. Convirtió 12 goles con la de Blooming y 5 con la de Oriente Petrolero.
La Bruja, que llegó con apenas 19 años de su Córdoba natal para incorporarse a la academia, militó en tres temporadas diferentes en Blooming: 78/79, 84 y 89. Curiosamente, regresó las dos veces después de cinco años. 
El cordobés no estuvo mucho tiempo en Oriente, vistió la albiverde en la temporada 81/82, pero igual dejó su impronta goleadora.
Víctor Hugo Antelo, el gran artillero del fútbol nacional (350 goles), no pudo igualar la marca de Baldessari, ya que anotó 16 en sus veinte años de fútbol. Diez gritos de gol con la academia y seis con los refineros.
El máximo anotador de Oriente en el clásico cruceño es el brasileño Carlos Sebastián Da Silva, verdugo implacable de los celestes desde mediados de los años 80, que convirtió 11 tantos.
En la actualidad, Hernán Boyero lleva 6 goles para Blooming en cuatro años, sin contar los de la Copa AeroSur.

martes, 13 de septiembre de 2011

LOS CLÁSICOS

En semana de clásicos se armó una polémica en facebook en relación a la vigencia de la denominación de clásico nacional del duelo que protagonizan Bolívar y The Strongest de La Paz.
¿Sigue siendo Bolívar-The Strongest un clásico nacional? Para mí, ha perdido esa condición, aunque no su importancia. Tal afirmación me ha costado algunos reproches de algunos hinchas, seguramente paceños, que se sintieron molestos y casi ofendidos por ello.
Nadie discute que hasta hace un tiempo el encuentro entre atigrados y celestes generaba gran expectativa en el país, pero desde hace una década, más o menos, empezó a mermar considerablemente el interés por este partido en varias regiones a raíz del fortalecimiento de los clásicos locales.
El clásico que más se potenció en las últimas décadas es, sin duda, el cruceño, protagonizado por Blooming y Oriente Petrolero. Este duelo nació en los 50, se afirmó en los 60, creció en los 70 y consolidó totalmente en los años 80. Hoy, le disputa mano a mano la condición de más importante al "derbi" paceño, por vitalidad, colorido, respaldo y rivalidad de sus hinchadas. Un dato: de acuerdo a estadísticas, la media de espectadores en los enfrentamientos entre académicos y albiverdes es superior a la del resto de los clásicos del país.
No cabe duda que en Cochabamba el que manda en popularidad es el encuentro entre Wilstermann y Aurora, que mantiene la adhesión de la mayoría pese a que los celestes vallunos no formaron parte de la Liga durante varios años. ¿Les interesará lo que ocurre con los otros clásicos? Seguro que no.
En Potosí, que tengo entendido era bastión de Bolívar en las épocas de vacas flacas de su fútbol, hoy los hinchas tienen como equipo favorito a Real Potosí o Nacional, protagonistas del clásico de la Villa Imperial. A algunos les quedará cierta simpatía por los grandes paceños, porque les llenaron sus años sin representaciones competitivas, pero hoy, a la hora de alentar, les interesan sus equipos.
El crecimiento de otros equipos que se quedaron sin rivales locales en la Liga, tal el caso de San José y Universitario, con títulos incluidos, también acentuó la simpatía o fanatismo por el equipo local en desmedro de los de otras ciudades.
El clásico paceño quizá mantenga su vigencia en departamentos como Pando, que no cuenta con representante en el fútbol profesional, y también el Beni, pese a la participación de Real Mamoré, ya que seguramente no colma las expectativas de los hinchas benianos.
En Tarija se da un fenómeno especial. Medio en serio medio en broma, algunos dicen que su clásico no es protagonizado por cuadros locales ni nacionales, sino por Boca Juniors y River Plate de Argentina...
Bolívar y The Strongest mantienen su importancia, qué duda cabe, pero su duelo es cada vez menos nacional y cada vez más regional. Estoy convencido de ello. Es que el país no es el mismo de hace veinte años ni el fútbol tampoco.

lunes, 12 de septiembre de 2011

NUEVE RAZONES PARA PREOCUPARSE

The Strongest apabulló a Real Mamoré en Achumani ¡9 a 1! Más local que nunca, el Tigre se dio un festín con el cuadro beniano en el estadio Rafael Mendoza.
Lo curioso es que la primera etapa acabó con el marcador igualado a un gol. En el complemento, los atigrados crecieron conforme los benianos se quedaron sin fuerzas y consiguieron el triunfo con el inusual resultado.
De local, The Strongest aparenta ser una máquina goleadora, pero no lo es, lo vimos acá, en Santa Cruz, el miércoles, ante Oriente, sin embargo ayer lo fue nuevamente, como ante La Paz FC, porque en el segundo tiempo, jugó solo, literalmente, sin adversario en el campo, ya que los jugadores de Real Mamoré se convirtieron en una especie de fantasmas.
Más allá de la legitimitad del triunfo atigrado, el marcador llama la atención y trae a la memoria las goleadas de vieja época, cuando los resultados abultados eran muy comunes en una Liga en la que los equipos grandes eran muy superiores a los chicos.
No es una buena noticia para la Liga que se empiecen a dar nuevamente estas diferencias, como la de ayer en Achumani y el miércoles en el Hernando Siles (Bolívar 6 Guabirá 1) y en la Villa Imperial (Real Potosí 5 Blooming 0), producto de pobrísimas actuaciones de los equipos visitantes y no por grandes producciones de los locales.
Algunos de los vapuleados entre semana se pusieron de pie el domingo, es cierto, tal el caso de Blooming y Guabirá, pero eso no quita que la Liga esté empezando un retroceso peligroso con resultados engañosos para los vencedores, sobre un supuesto potencial que no tienen, y la evidencia de equipos poco y nada competitivos.
Real Mamoré está a duras penas en la Liga y para Guabirá su participación es un vía crucis, debido a los problemas económicos quen ponen en riesgo su continuidad en el fútbol profesional. La Paz FC tampoco vive un buen momento. 
Todo esto, la inestabilidad e iliquidez de los clubes, atenta contra la competencia seria y demuestra que el fútbol boliviano puede tocar fondo en cualquier momento, como en el año 1977, cuando nació la Liga.

SIGUE MALVESTITI

Blooming cambió de entrenador hace unos días, pero no logró cambiar su pobre imagen futbolística. Pese a ello consiguió poner freno a las derrotas y obtuvo su primera victoria superando a Bolívar.
La academia cruceña se quedó con los puntos no porque haya sido más que su rival, sino que tuvo en su arco a un Sergio Galarza bien ubicado, que tapó por lo menos tres remates de gol, y porque Boyero estuvo (¡por fin!) donde debía estar, en lugar de deambular sin son ni ton fuera del área, recibió un excelente pase del peruano Luis García y definió el partido.
Bolívar no supo aprovechar las falencias que arrastra Blooming en todas sus líneas y que, obviamente, el Chueco Malvestiti aún no ha podido por falta de tiempo de trabajo. Los paceños fueron irregulares en su juego, pero aún así pudieron tener mejor suerte. No la tuvieron porque Galarza les cerró el arco.
Malvestiti tiene mucho trabajo por delante. Para empezar, encontrar defensores que, ante todo, defiendan bien; mediocampistas con dinámica y buen trato de pelota, y delanteros que corran menos y jueguen un poco más. De lo contrario, Blooming será siendo un concierto de desaciertos.
Hay cosas que son muy evidentes en este equipo celeste, y ayer quedó en claro una vez más. Por ejemplo que el doble volante de contención, con similares características, caso Gómez-Valdez, no le funciona, debido a la lentitid de ambos. Les cuesta las coberturas defensivas, demoran mucho la salida y la complican por su poca capacidad de maniobra. Uno sobra, sin duda. Con alguien de mayor despliegue a su lado, rendirían mucho más como ordenadores de juego.
También quedó demostrado que Boyero, por características físicas y cuestiones técnicas, es mucho más util y efectivo de cara al arco contrario, no de espaldas, aprovechando "sobras", rebotes y pases bien puestos como el del peruano García.
Tiene que mejorar mucho, es cierto. Ayer, por lo menos ganó y se puso nuevamente en carrera. Que no es poco.

SEMANA CRÍTICA

A Oriente le fue de mal en peor en esta semana de fútbol liguero. El empate con The Strongest en el estadio Tahuichi Aguilera el miércoles pasado y la goleado sufrida ante Nacional Potosí ayer, en la Villa Imperial, sembraron dudas y deslucieron su inicio en el torneo Apertura.
El rendimiento frente al Tigre de Achumani fue muy flojo, con actuaciones individuales muy bajas y un redimiento colectivo deficiente. El que se llevó las mayores críticas en la inesperada igualdad fue el entrenador Carlos Ramacciotti, a quien desilusionados y enfurecidos hinchas le pidieron que se vaya.
Ramacciotti terminó por poner a los hinchas en su contra con algunas variantes consideradas descabelladas, como el cambio de Arce por Peña, autor del gol, poco después del tanto del empate logrado por The Strongest. A favor del entrenador habrá que decir que consultó al delantero, que horas antes había jugado en La Paz para la Selección nacional ante Perú, si podía seguir en la cancha y éste le pido el cambio.
Oriente se había mostrado como un equipo totalmente desorganizado, apurado, inseguro y sin muchas ideas, incapaz de mantener la diferencia lograda frente a un adversario sin mucha más ambición que el empate.
Ayer, primero fue víctima de groseros yerros arbitrales que lo perjudicaron (un par de penales a favor no sancionados) y luego de la voluntad ofensiva de Nacional Potosí, que acabó imponiéndose en forma merecida.
Los resultados negativos generan un ambiente nada propicio para Ramacciotti, ahora obligado a que Oriente no solo gane, sino que también juegue mejor que en esta semana crítica. 

martes, 6 de septiembre de 2011

FALTA HAMBRE DE TRIUNFO

A Bolivia le falta un goleador, dice Gustavo Quinteros. Creo, en realidad, que esa es una verdad a medias. Si bien es cierto que no hay un gran definidor, el problema es unA cuestión colectiva, no individual.
A mi criterio, la selección boliviana no tiene mentalidad ganadora, carece de agresividad ofensiva, y le faltan jugadores con "hambre" de gol. No es un equipo que, desde el lateral, hasta el último delantero, pasando por los mediocampistas, muestre el afán y la convicción de agredir futbolísticamente al rival.
El gol se construye, por lo general termina siendo una consecuencia de una serie de acciones, pases más pases menos, en la que participan diferentes actores, y que muchas veces la satisfacción de convertir recae en unos pocos. Pero no es solo responsabilidad de una persona, sino de un equipo.
Hoy por hoy, Bolivia no cuenta con esa agresividad. Por eso fracasa una y otra vez en su intento de ganar los partidos, y, lo que es peor, casi siempre los termina perdiendo.
No tiene jugadores que le den profundidad. Los delanteros desbordan poco, los volantes no se acercan mucho al área contraria y los laterales tampoco se caracterizan por llegar al fondo cuando se proyectan.
Analicemos los delanteros. Arce juego mucho por afuera y poco por adentro, le escapa al área. Se desvanece en acciones distractivas y poco efectivas. No tiene el gen goleador.
Peña es un poco más agresivo que Arce, pero también es más un merodeador del área que un atacante con el instinto del del definidor. Además, es demasiado intermitente, se aisla con facilidad.
Martins es un delantero con gol, pero no un goleador. Necesita espacios y compañeros que exploten sus caracteristicas, algo que no tiene en la selección nacional. No es ductil, por eso se equivoca tanto cuando le llega la pelota. A ello hay que sumarle que no juega nunca en su equipo.
Pedriel es más definidor que el resto, aunque en la selección está relegado a la suplencia porque no es el delantero luchador que hoy quiere Quinteros.
Después podemos ubicar a los que se desempeñan como media punta. Escobar es un jugador agresivo, de buen remate, que siempre busca el arco rival, pero no aporta, por si solo, mucho peso ofensivo.
Mauricio Saucedo es de los volantes ofensivos con más gol, lo demostró el semestre pasado en Oriente. Tiene buen remate, visión y capacidad de definición. Pero es suplente en este momento en la selección, por el dibujo táctico que eligió el entrenador.
Edivaldo puede ser más últil de media punta que de volante por derecha, porque es rápido y técnico, pero tiene antecedentes goleadores.
Cardozo le pega bien a la pelota pero termina siendo improductivo cuando no hay espacios.
Jasmani Campos es una alternativa válida en La Paz por sus remates de media distancia, aunque no es un volante de asociarse mucho en el juego.
Joselito Vaca juega cada vez más lejos de la zona "caliente" y su juego no gravita. Se aproxima poco al área rival.
Los laterales no ayudan porque no desbordan ni se proyectan con sorpresa.
Por todo lo apuntado, Bolivia es un equipo previsible, que no lastima en ataque y es fácil de controlar. El problema, entonces, no es solo la falta de un goleador, sino la ausencia de rebeldía, de la carencia de agresividad futbolística, algo parecido a lo que el boxeador Rocky Balboa definía en sus películas como "el ojo del tigre".

SIN GOLES NO HAY ESPERANZA

Bolivia tuvo un deslucida actuación anoche e igualó sin goles con Perú, sembrando más dudas respecto a su suerte en las eliminatorias del Mundial de Brasil 2014.
Fue alarmante la incapacidad que mostró el representativo nacional para generar situaciones de gol ante un rival que decidió esperar cerca de su área y se cerró en la zona media, tal como ocurre con la mayoría de los equipos que visitan (y visitarán) La Paz.
Bolivia fue demasiado inofensiva en el estadio Hernando Siles, escenario donde oficiará, como siempre, de local en las eliminatorias y en el cual tendría que aprovechar todas las ventajas que le ofrece la altura para convertirse en un cuadro agresivo, perseverante, insoportable (para los contrarios) en su afán ofensivo.
Sin embargo, el equipo de Gustavo Quinteros se mostró sin ritmo, sin ideas y sin gol. Fracasó en la búsqueda del triunfo porque le faltaron argumentos colectivos y sus opciones individuales no gravitaron en ningún momento, poniendo en evidencia una vez más lo anémico que es el seleccionado boliviano a la hora de atacar.
Fue muy pobre la tarea de los generadores de juego bolivianos, Joselito Vaca y Ruddy Cardozo, poco claros e inefectivos cuando tuvieron la pelota en su poder; deslucida la actuación de volantes de contención, Robles y Flores, que se equivocaron mucho en las entregas; e inoperante la labor de los atacantes, Arce y Martins.
Les costó conectarse entre sí a los jugadores nacionales, tampoco lograron terminar bien las jugadas de ataque. Incluso la mayoría de los centros fueron mal ejecutados. Ni hubo quien gambetee con criterio para "limpiar" el terreno y desequilibar la numerosa defensa peruana.
Los delanteros sufren cuando el mediocampo no funciona, es cierto, pero tampoco hicieron nada por su cuenta. ¿Cuántas veces remataron al arco Martins y Arce? Nunca. Sin ambición es imposible llegar al gol.
Con Alcides Peña, que sustituyó a Martins, hubo un poco más de movilidad, pero tampoco se consiguió mayor presencia en el área rival. Mauricio Saucedo resultó un mejor nexo para salir jugando, aunque no logró conectarse con los atacantes.
Bolivia terminó siendo víctima de su falta de ideas y de su inoperancia ofensiva. Un partido más sin poder ganar y van... Así es difícil ilusionarse.

lunes, 5 de septiembre de 2011

LA SELECCIÓN PARALELA

La falta de renovación a raíz de la deficiente formación y escasa promoción de futbolistas, es un problema que sufren los clubes y atenta contra el potencial del seleccionado boliviano, motivos más que suficientes para prestarle mayor atención al asunto.
Esa es la razón principal por la cual Gustavo Quinteros no cuenta con demasiadas alternativas y por la que muchas veces se ve obligado a echar mano a lo que tiene en el medio y no a lo que realmente quisiera.
Por ello urge la búsqueda de solución o alternativas para paliar este notorio y permanente déficit, que se acentuó en el último lustro por diferentes motivos, como la escasa atención a las divisiones menores, el poco interés en la búsqueda de valores, la deficiente formación y la carencia de entrenadores que se interesen en formar y promocionar jugadores jóvenes.
Una de las opciones podría ser armar un seleccionado "intermedio", una especie de selección paralela con jugadores que no pasen los 24 años, que entrene y juegue partidos de fogueo, para que el director técnico vaya "puliendo" futbolistas para la "mayor".
En ese grupo podrían estar, por ejemplo, el golero Lampe, Chumacero, Gilbert Álvarez, Fernando Saucedo, Meleán,  Darwin Ríos, Santos Navarro, Oscar Díaz, Marvin Bejarano, Amilcar Sánchez, Cristhian Coimbra, Pastor Tórrez, Oscar Añez y Nelvin Soliz. Seguro habrán otros más, incluso en algunos equipos asociacionistas.
Encontrarle tiempo, espacio y dinero para prepararlo tendría que ser tarea de los dirigentes.
Esta es nada más que una idea para salir del apuro, ya que la solución definitiva tiene que ver con una reestructuración seria del trabajo que se realiza en las divisiones menores de los clubes, y cambiar eso lleva su tiempo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

PUNTO DE PARTIDA

Bolivia consiguió un meritorio empate ante Perú. Un resultado que sirve bastante aunque no hayan puntos en juego. El valor radica en que la aceptable actuación ayuda a recuperar la fe en un momento importante.
Para el seleccionado es vital adquirir y generar confianza con actuaciones convincentes como la del viernes, justo cuando empieza la cuenta regresiva para su estreno en las eliminatorias del Mundial Brasil 2014.
Poner fin al ambiente derrotista que nos invade después de algunas actuaciones desmoralizantes, es fundamental, ya que, como sostienen muchos, el fútbol es un estado de ánimo, y Bolivia lo logró mostrando argumentos defensivos interesantes y una efectividad que se le venía reclamando desde hace mucho tiempo. 
Si aprueba con buena nota el próximo examen ante el mismo adversario, Bolivia habrá dado otro paso importante en esta etapa de consolidación como equipo.
La selección demostró, como lo había hecho en algunos pasajes de la Copa América que tiene un plan de juego concreto, el mismo que puede funcionar y darle buenos dividendos cuando hay aplicación y convicción en sus filas.
El gran problema a solucionar es la irregularidad de sus jugadores, en un mismo partido y de un encuentro a otro. Esos altibajos son su peor enemigo y la convierten de pronto en un equipo vulnerable, al que le cuesta sostener un resultado.
Una de las armas para combatir sus falencias y las limitaciones será apelando a una mística como equipo, haciéndose fuerte en el aspecto anímico, reconociendo las ventajas que le otorga su localía y aprovechándolas al máximo.