viernes, 23 de septiembre de 2011

EL FANTASMA DE LA ALTURA

Bolivia encara la recta final de su preparación para participar en las eliminatorias, con la premisa de convertirse en una pesadilla para sus visitantes haciéndose fuerte como equipo y aprovechando al máximo las ventajas que le otorgan los 3.600 metros de altitud de La Paz.
El equipo nacional no logró hacer prevalecer este hándicap que le quita el sueño a las selecciones rivales porque no la acompañó con buenos rendimientos y terminó realizando pobres campañas en las clasificatorias mundialistas de la última década.
Está comprobado que con solo la altura no alcanza, que si no se cuenta con un equipo bien preparado, solidario, aclimatado y mentalizado para hacer prevalecer su condición de local, capaz de imponer el ritmo que le convenga, un nuevo fracaso está a la vuelta de la esquina.
Los rivales toman sus recaudos de hace mucho tiempo, tratan de prepararse de manera conveniente para sufrir lo menos posible los efectos de la altura y a varios de ellos les ha ido bien en el estadio Hernando Siles.

Curiosamente, para Bolivia la altura representa una innegable una ventaja, sin embargo también es muchas veces un problema porque al igual que sus rivales necesita un proceso de aclimatación para algunos de sus jugadores que militan en clubes de ciudades más bajas que La Paz. 
Esta historia de la aclimatación a la altura cobró notoriedad en los años 70, para las eliminatorias del Mundial de Alemania 74, cuando Argentina, que integraba la serie con Bolivia y Paraguay, decidió concentrar en la localidad de Tilcara y La Quiaca, en la puna jujeña, frontera con Potosí, a una Selección "B" integrada por jugadores jóvenes dirigidos por Miguel Ignomiriello,  para afrontar su partido en La Paz.
“Fue una idea de Enrique Omar Sivori, el director técnico designado por la AFA para las Eliminatorias del Mundial '74: armar dos equipos para una preparación diferenciada. Sivori se fue con su Selección a España y yo elegí un conjunto para trabajar en la altura. Teníamos que ganar en los 3.626 metros de La Paz para ir al Mundial. Ya habíamos quedado afuera de México '70, por haber perdido en Bolivia, y si no conseguíamos clasificarnos, Argentina perdía el derecho de organizar el Mundial de 1978. Yo tenía experiencia en la altura porque en 1971 fui con Estudiantes de La Plata para jugar en La Paz y Oruro (3.800 msm) y en 1972 con San Lorenzo. Trabajamos noventa días lejos de Buenos Aires, alojados en Tilcara y viajando diariamente para entrenar y adaptarnos en La Quiaca (3.442 msm), haciendo partidos para mantenernos porque la AFA dispuso que ese equipo debía autofinanciarse. Jugamos 15, cobrando cinco mil pesos de cachet por presentación, algunas veces nos pagaron menos, siempre en lugares de altura. Llegamos a jugar en el Cuzco, Perú (3.600 msm) y en Bolivia nos presentamos en Potosí (4.250 msm). Empatamos el primer partido en Tilcara y ganamos los 14 restantes. Fue fundamental para asegurar la eficacia de ese trabajo de adaptación el apoyo científico: el doctor Horacio Escudero, el deportólogo y psicólogo, estuvo permanentemente con nosotros, y en las evaluaciones del rendimiento individual, el doctor Horacio Leveroni, director del Instituto de Biología Experimental dependiente de la Fundación Bernardo Houssay. Era la primera vez que se encaraba una preparación de ese nivel en el fútbol argentino y también la primera vez quela Selección tenía un médico especializado en psicología. Las últimas dos semanas, por invitación de la Casa Argentina de La Paz, nos alojamos en la capital boliviana. Finalmente, el proceso culminó con éxito: Argentina ganó 1-0 en La Paz con un gol del sanjuanino Oscar Fomari, tirándose en palomita entre las piernas de varios defensores bolivianos...", señala en su blog el entrenador argentino.
La selección fantasma debe su nombre a un periodista que todos los días concurría a la AFA a solicitar información sobre la selección "y nadie le sabía decir nada... pero nada de nada".
Según Historias albicelestes, en el libro “Matador; biografía de Mario Kempes, el delantero que debutó con la albiceleste en el “seleccionado fantasma”, describe el olvido: “La AFA se olvidó de nosotros y la pasamos realmente mal. Estábamos en un hotel de mala muerte y no teníamos ni para comer. Teníamos pactados dos amistosos y terminamos haciendo seis o siete a cambio de dinero. Así comprábamos las cosas en un supermercado y alguno hacía la comida. Volví con 7 u 8 kilos menos”.
El partido se jugó un día como hoy, el 23 de septiembre de 1973, ante 30 mil espectadores, con el arbitraje del brasileño Arnaldo Coelho. 
Un día antes, Enrique Omar Sívori, entrenador de la Selección principal, apareció sorpresivamente en la concentración del hotel Copacabana con  el arquero Carnevali, el zaguero Vargas, el volante "Oveja" Telch y el atacante "Ratón" Ayala, a los que incluiría como titulñares.
Bolivia alineó con Conrado Jiménez, Eduardo Angulo, Miguel Antelo, Hugo Pérez, Luis Iriondo; Walter Costa (Olivera), Freddy Vargas, Ovidio Messa, Raúl Alberto Morales (Jorge Lladó), Nicolás Linares y Juan Carlos Fernández, .
Argentina formó con Daniel Carnevali, Rubén Glaría, Angel Bargas, Daniel Tagliani, Osvaldo Cortés; Roberto Telch (Trobbiani), Rubén Galván, Aldo Poy, Oscar Fornari, Rubén Ayala y Mario Kempes (Bochini).
Argentina se impuso por 1-0 con gol de Fornari, anotado en el minuto 18.

Muchos años después, Bolivia intentará meter miedo en La Paz, haciendo resurgir el fantasma de la altura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

antes del partidfo q bolivia le gano a Brasil no existia altura para nadie q pena q bolivianos tengan q seguir dando palo a la altura, mejor decir q los equipos de aca no so buenos, y si hay un buen jugador se va para el occidente