LA CHANCHA Y LOS VEINTE

La verdad que hay muchas cosas que no están claras y no se entienden, o por lo menos yo no entiendo, en la determinación de Futbolistas Agremiados de Bolivia de ser los gestores de un supuesto cambio del fútbol nacional.
Por un lado proponen y por otro exigen y presionan. Son parte y también quieren ser jueces. Critican las tres cabezas del fútbol (FBF, Liga y ANF), dicen que sólo debería haber una, y sin embargo pretenden que los árbitros, los entrenadores y los futbolistas se sumen a la dirigencia con voz y voto.
Asimismo, exigen beneficios, seguros y contratos tipo para entrenadores, pero a la vez ponen en riesgo las principales fuentes de ingresos a los clubes y la Federación Boliviana de Fútbol, al exponer a nuestro fútbol a un castigo de cinco años al decidir no acudir a la convocatoria de la Selección boliviana para enfrentar a Brasil y Perú en las eliminatorias.
¡Cinco años sin competencia internacional! Sería el fin del fútbol profesional, porque si algo salva a los clubes son los ingresos por la venta de derechos de televisión en las eliminatorias al Mundial y las participaciones en Copa Libertadores y Copa Sudamericana. Pareciera que no se han dado cuenta de ello.
Lo curioso es que los futbolistas, sus representantes, sólo piden, en ningún momento hablan de dar algo, como si la causa de los malos resultados y los problemas que aquejan al fútbol fuese sólo responsabilidad de otros, y que ellos no tienen nada que ver. No existe una pizca de autocrítica. Y cuando la culpa sólo la tienen los demás, es porque hay un error de apreciación, un orgullo y un ego demasiados grandes, que raya en la soberbia.
La solución del fútbol no está en quedarse con "la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos".

* Ilustración tomada de la página de fontanarrosa.