Ayer, ante Paraguay, Bolivia presentó un equipo distinto en su alineación en relación a otros partidos. Nuevo, pero de ninguna manera joven. Si tomamos en cuenta la edad de sus integrantes, veremos que es una formación madura, con 27 años de promedio.
A saber, Suárez 27 años (7 partidos), Parada 28 (4 partidos), Palacios 32 (1 partido), Rodríguez 23 (3 partidos), Luis Gutiérrez 24 (10 partidos), Bejarano 21 (1 partido), Flores 31 (9 partidos), Gómez 30 (5 partidos), Nacho García 29 (24 partidos), Escobar 30, Martins 22 (13 partidos), Pachi 25 (6 partidos), Joselito Vaca 27 (27 partidos), Cabrera 27 (4 partidos).
Muchos de ellos tenían pocas presentaciones en el seleccionado, hubo un par de debutantes (Palacios y Bejarano), entrenaron poco, casi nada, juntos, sin embargo realizaron un aceptable partido. Es cierto, la selección atacó muy poco, pero la actitud de los jugadores a la hora de defender fue interesante, por la agresividad al intentar recuperar la pelota en el medio campo, y la aplicación para llevar a cabo un plan.
Asimismo, demostraron que hay valores destacables que no sólo necesitan oportunidades, sino un buen aprovechamiento de sus cualidades. El cuerpo técnico, este u otro, está en la necesidad y la obligación de sacar lo mejor de los jugadores, "exprimirles" sus virtudes en favor del equipo. Hay gente para contar con un mejor equipo.
Bolivia tiene que pensar en el futuro porque el presente está resuelto en las eliminatorias. Ahora no le queda más que intentar una despedida decorosa, levantar el ánimo y la autoestima para continuar adelante pese a sus inveterables problemas futbolísticos.
* Foto Los tiempos
** Datos national-football-teams
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