miércoles, 2 de abril de 2008

CADA VEZ MÁS CLÁSICO

En la primera etapa, durante los torneos de la Primera A de la ACF, los clásicos registran historias que potenciaron la rivalidad entre bluministas y orientistas.

Guardo grandes recuerdos, pero tampoco me olvido de un clásico ingrato (18 de mayo de 1969) para mí. Ganábamos 1-0, y (Mario) Uzín entra por derecha en un ataque de Oriente, manda un centro al ras del piso, salgo a cortar y atropella Silvio Rojas (argentino, homónimo sin parentesco del que después jugaría en Blooming), pateó la pelota y me fracturó el brazo en dos partes. Al final perdimos 4-1, cuenta Erwin Frey, que custodió el pórtico de la academia durante 21 años.

Pasaron los años 70 con Oriente haciendo historia con una tripleta brasileña fabulosa conformada por Jesús, Dedé y Toninho, y Blooming tratando de equiparar fuerzas con un cuarteto talentoso, también brasileño, integrado por Edson, Capú, Luizinho y Moscatelli.

Fue el despegue del clásico, porque empezó a adquirir personalidad, mayor envergadura, y a llenar estadios. Con la creación de la Liga se potenció mucho más.

El primero de los duelos de la época liguera se llevó a cabo el domingo 30 de abril de 1978 y terminó igualado a un gol, con goles de Mario Acastello para Oriente y Mamerto Gómez para Blooming.

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