Al final, fue más el ruido que las nueces. Oriente Petrolero no pudo hacer prevalecer su mejor perfomance en el torneo Apertura y acabó impotente ante el cerco defensivo de Blooming.
El equipo albiverde terminó enredado en la maraña de la Academia. Sus volantes ofensivos, encargados de darle luces y volumen al juego, no gravitaron y sus delanteros acabaron huérfanos de asistencias y ocasiones para ayudar a su equipo a ganar un encuentro que, a priori, creían que no se les podía escapar.
Ni Joselito ni el argentino Aguirre, como después Jasmani Campos (demasiado propenso a meterse en líos en la cancha), rindieron lo esperado, prueba de ello es que el más aplaudido resultó el paraguayo Agüello por su entrega y esfuerzo, quien además, ante la inoperancia de Aguirre y Vaca, por momentos asumió el rol de distribuidor de la pelota.
Gustavo Quinteros, ante la falta de generación de juego, optó por el desequilibrante Campos en lugar del combativo Nico Suárez. Sin embargo, el remedio no tuvo efecto.
Arriba, el uruguayo Ramírez, que había presentado credenciales de atacante peligroso y goleador en cotejos anteriores, pasó desapercibido. Fue reemplazado por el paraguayo Palacios, que tampoco aportó en ataque. Alcides Peña se movió bastante por el frente ofensivo aunque sin generar problemas a los celestes.
La zaga tuvo un partido aceptable. En el gol no tuvo nada que ver. Toda la responsabilidad recae en el golero Suárez.
* Foto El Deber.
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