Guabirá es uno de los clubes relativamente jóvenes del fútbol boliviano. Anda por lo 48 años, recién cumplidos. Los festejó ayer en Montero, su reducto del norte cruceño.
Por lo tanto, a este Diablo Rojo no le va aquello de que sabe más por viejo que por diablo.
Está nuevamente en la Liga del Fútbol Profesional tratando de reverdecer éxitos, como el campeonato nacional logrado en 1975 y el subcampeonato liguero de 1996, de la mano de la "Bruja" Lígori, uno de los referentes de la última época como equipo protagonista.
En la foto, con esa rara camiseta, aunque linda, a listones rojos y azules, posan jugadores queridos por los hinchas azucareros y respetados por los de equipos rivales.
Están el lateral Mario Pizarro (+), recordado por su temperamento; el volante yacuibeño Adolfo Rocabado, elogiado por su gran técnica; el puntero Germán Parada, admirado por su velocidad; y el golero Tito Saavedra, aplaudido por su agilidad.
Los cuatro están en la galería de inolvidables valores azucareros de diferentes épocas, como los hermanos Tuffí y Abel Aré, Chuisano y Pelusa Reynoso, en los sesenta; Francisco Franco, Griseldo Cobo, Manga, Germán Quevedo, Santiago García, el popular Tamayá Jiménez, el paragua Guillermo Giménez, el Turco Horacio Awad y Lladó en los 70, Bubby Amarilla, Chicho Suárez, Tapera Ramos y Sergio Castillo en los 90.
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