Conflictos no le faltan a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. Hoy el tema tiene que ver con el torneo Clausura y los participantes en la Copa Sudamericana, en realidad con Oriente Petrolero, ya que San José y Universitario no levantaron, todavía, la voz de protesta porque no les atienden pedidos de postergación de partidos.
¿Quién tiene la razón? Oriente, o mejor dicho, su entrenador, Gustavo Quinteros, que pretende que todos sus rivales se sometan, en una muestra de solidaridad, al rol de encuentros de su equipo en el certamen sudcontinental, o los clubes ligueros que exigen se cumpla el fixture liguero porque también, al igual que los albiverdes, velan por intereses propios.
Quinteros se queja de que Real Mamoré y Wilstermann no aceptaron postergar sus partidos y que Bolívar no quiere diferir, nuevamente, el duelo que debió disputarse hace un par de semanas y fue postergado para el 22 de este mes.
Dice, el DT refinero, que sus rivales quieren sacar ventaja. Pero cada cual vela por sus intereses. Seguramente que él, en su momento, haría lo mismo que aquellos que hoy critica, porque la prioridad es su equipo y no el rival.
Mamoré y Wilstermann se juegan "la vida" por su comprometida situación con el descenso y por ende no están en un momento en el que tengan que ponerse a pensar en el adversario. Bolívar ya le dio una mano al postergar para la próxima semana su cotejo.
Creo que, esta vez, Gustavo, a quien considero un excelente entrenador y merecedor del puesto de director técnico de la Selección nacional, se equivoca. Es más, eligió mal el camino en busca de una salida a su problema o al de su equipo, ya que seguramente no convencerá a nadie acusando, en cambio podría hacer modificar de parecer persuadiendo con argumentos válidos.
¿Es tan grave jugar, de vez en cuando, dos partidos por semana y con un par de días de recuperación? ¿Para qué están los que no entran a la cancha como titulares en cada encuentro? ¿Son simple relleno o son alternativas de cambio a la espera de una oportunidad?
Oriente clasificó a la Copa Sudamericana por méritos propios, por lo mismo continúa en carrera y puede seguir adelante. De verdad que este certamen se ha convertido esta vez en un premio en lugar de una pesadilla, a diferencia de lo que ocurría en los últimos años para los equipos nacionales. Pero es un asunto suyo, por más boliviano que sea.
El torneo Clausura, sus rivales, no pueden estar a su merced, y tampoco están obligados, aunque parezca mezquino, a cambiar la fecha de sus partidos para darle una mano. Quizá en un momento muy especial. Es la verdad. Cuando esté en la vereda de enfrente, quizá lo entienda.
Además, tampoco se puede pretender "la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos".
2 comentarios:
Jaime usted tiene toda la razon, Gustavo Quinteros es un gran entrenador, pero es un lloron y egoista, siempre quiere sacar ventaja de todo, quisiera verlo dirigir un equipo sin tantas estrellas y presupuesto, seguro que no lo hace .
Difiero un poco, el tema no es que le den todas las ventajas del mundo, pero debería analizarse el tema de 48 horas entre un partido y otro, creo que más que solidaridad debería haber más sentido común.
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